Economía

La gran banca española tiene una baja exposición en el concurso de Abengoa

Sede de Abengoa, en el Campus de Palmas Altas, en Sevilla.

Sede de Abengoa, en el Campus de Palmas Altas, en Sevilla. / Julio Muñoz · Efe

Desde el pasado viernes, Abengoa está en concurso de acreedores, después de que los administradores actuales lo solicitaran el lunes anterior. Se trata de uno de los concursos más importantes declarados en la historia empresarial española, ya que el pasivo declarado a finales de 2019, las últimas cuentas conocidas, se acerca a los 6.000 millones de euros.

Ese nivel de deuda sólo ha sido superado por el concurso de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa, que alcanzó los 7.000, aunque no se descarta que cuando se evalúe el total Abengoa lo supere, según estimaciones del sector financiero. De ser así, se convertirá en el mayor proceso concursal nunca visto en España.

Pese a ello, la exposición de la gran banca comercial española en este concurso de acreedores es baja y, además, está totalmente provisionada, según pudo confirmar este periódico en distintas fuentes del sector financiero.

Los principales bancos españoles que han integrado el pool bancario acreedor de Abengoa en los últimos años son el Santander, Bankia, Caixabank y BBVA. Todos ellos, según las mismas fuentes, o mantienen una deuda muy baja o ya no son acreedores de la multinacional andaluza fundada en 1941.

Todos ellos han ido vendiendo la deuda que tenían con Abengoa a distintos fondos a lo largo de las dos reestructuraciones financieras que ha vivido el grupo desde 2015, cuando comenzó la crisis de la empresa sevillana, justo después de que el Banco Santander impusiera, según declaró como hecho probado la Audiencia Nacional, la destitución de Felipe Benjumea como presidente del grupo, lo que impidió firmar la ampliación de capital que entonces intentaba para reforzar su liquidez por diversas causas, entre ellas la recesión que entonces sufrió Brasil.

El banco que ha liderado este pool, el Santander, es la entidad financiera española que tiene mayor volumen comprometido, ya que aún tiene concedidos 100 millones de euros en las líneas de avales de las que dispone el grupo de ingeniería. Deuda financiera ya no le queda. Esos 100 millones, además, están provisionados, confirmaron las fuentes financieras consultadas, y apenas supone el 1,66% del total del pasivo del grupo Abengoa.

La situación es similar en todo el sistema español de la banca comercial.

Así, Bankia tiene una deuda que las fuentes consultadas consideran “residual” en el pasivo comprometido por Abengoa.

Lo mismo ocurre con el banco en el que Bankia está a punto de integrarse por mor de una fusión por absorción, Caixabank. Las fuentes consultadas señalaron respecto al líder de la banca comercial española que ya no tiene deuda con Abengoa, aunque sí queda pendiente un aval que está provisionado y que no es fuente de preocupación en absoluto.

BBVA, confirmaron las fuentes financieras, tampoco tiene deuda comprometida en el concurso de Abengoa, porque como el resto de bancos, la vendió en su día, y tiene contabilizado en el balance de la entidad el resultado de esas operaciones.

El concurso de Abengoa, que está en su fase inicial y pendiente de que sea nombrado el administrador concursal, compromete sobre todo a la deuda financiera viva con los bonistas que adquirieron las emisiones Junior Old Money (JOM) y Senior Old Money (SOM), después de la reestructuración financiera de 2019. Esos bonos son convertibles en acciones de las filiales de Abenewco 2 y Abenewco 2 Bis, que están en la cúspide de la estructura societaria del grupo, junto por debajo de la matriz concursada.

El JOM está dividido en una parte de obligada conversión por valor nominal de 1.200 millones por el 49% de Abenewco 2, y otra variable por valor nominal de 69 millones, que daría potencialmente derechos sobre el 51% de esa sociedad.

El SOM y otras deudas financieras por un valor nominal de 1.645 millones de euros pueden ser convertidos por hasta el 100% de Abenewco 2 bis.

Además, la filial operativa, Abenewco 1, tiene deudas financieras por valor de 141 millones correspondiente a la emisión New Money II y otros 28 millones de deuda nueva generada en esa reestructuración.

Esa deuda financiera suma 3.223 millones de euros, algo más de la mitad de la deuda bruta del grupo, cifrada en 5.948 millones de euros a cierre de 2019. Para alcanzar esa cifra hay que sumar 550 millones que se adeudan en líneas de avales, más de mil millones a proveedores y unos 1.200 millones de deuda corporativa (entre sociedades del grupo).

En el caso de la matriz concursada, a cierre de 2019, Abengoa S.A. tenía un pasivo total de 1.016 millones, entre los que se incluyen 593 millones de deuda con empresas del grupo que, según los acuerdos de la reestructuración aprobada ese año, estaba previsto que fuesen condonados en el momento de la conversión de los instrumentos de capital.

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