Economía

Los proveedores dan tres meses de prórroga a la filial de Abengoa pese a la pérdida del laudo

Planta termosolar construida por Abengoa en Sevilla

Planta termosolar construida por Abengoa en Sevilla

Cinco minutos antes de las once de la noche, Abengoa comunicó este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que se ha prorrogado la fecha de efectividad del acuerdo con los proveedores con deuda viva con la filial operativa, Abenewco 1 por tres meses más.

En una breve información privilegiada, la cotizada sevillana fundada en 1941 informa al regulador de los mercados que respecto al acuerdo con los citados proveedores, “la fecha de efectividad ha sido nuevamente extendida hasta el próximo 15 de marzo de 2022 una vez se ha obtenido el apoyo mayoritario de los proveedores adheridos al mismo”.

El pasado 4 de octubre, Abengoa había comunicado la penúltima prorroga hasta este miércoles, fecha en la que expiraba.

La prórroga anunciada esta noche se produce pese a que en este periodo ha habido una decisión que afecta directamente al acuerdo con los proveedores: la pérdida por Abengoa del arbitraje contra el Reino de España, que se conoció el 16 de noviembre, mientras la sociedad celebraba la última junta general de accionistas.

El laudo por el que el Tribunal de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Estocolmo se declaró incompetente provocaba que Abengoa perdiese toda opción de conseguir con este pleito una indemnización, parcial o total, a cargo de los 1.188 millones que reclamaba por el cambio de normativa que redujo en 2013 las primas que el Estado pagaba a la generación con energías renovables.

El pleito que ha dado lugar a este laudo constaba en el balance del grupo Abengoa como un activo contingente (una posibilidad futura y no garantizada de obtener ingresos). Y  ese activo ya estaba comprometido en su mayor parte para atender pagos a proveedores del perímetro de Abenewco 1 y acreedores financieros del grupo andaluz.

Ese acuerdo, vinculado a la tercera reestructuración frustrada en 2020, planteaba una desconsolidación, mediante un canje de deuda con proveedores de Abenewco 1 y sus filiales con nueva deuda suscrita por Abenewco 2 bis, la filial interpuesta que es la dueña del 100% de Abenewco 1, y respaldada con activos y activos contingentes que se comprometían como prendas. Ese canje se planteaba para un total de 392 millones de de euros de deuda con proveedores.

En septiembre de 2020, en una comunicación de otra información relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo Abengoa especificó que se había “alcanzado una adhesión del 82,14% al acuerdo de restructuración la deuda de proveedores del perímetro encabezado por Abenewco 1”. Esto es, la deuda del acuerdo con los proveedores sería de 321,99 millones de euros.

De la documentación enviada a todos los proveedores con los que se mantenía deuda para negociar que se adhirieran a ese acuerdo de reestructuración se desprende que el laudo era el principal activo que sustentaba el acuerdo.

De hecho, la suma de la valoración del resto de activos entregados como prendas es de 83,3 millones de euros, cuando la deuda a cubrir supera los 300 millones. Esto supone que para que el laudo cubriese el 80% de la deuda con proveedores, su cuantía tendría que ser superior a los 174,29 millones de euros.

Pese a que en febrero, el mismo día que Abengoa SA solicitó el concurso, la cotizada había comunicado la resolución del acuerdo de reestructuración anunciado en agosto de 2020, en marzo de este año el grupo comunicó a la CNMV que había acordado con los proveedores extender este acuerdo y ligarlo a la solución alternativa, luego concretada con la oferta de Terramar Capital.

La pérdida del laudo había hecho temer en el seno de la empresa que se concediera una nueva extensión a la fecha de efectividad del acuerdo con los proveedores, aunque finalmente no sólo ha sido prolongada sino por un plazo aún más largo que el concedido en octubre pasado. 

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