Economía

Airbus se centra en acelerar la producción tras el resultado récord de 2021: 4.213 millones

Un A400M, aterrizado en Morón.

Un A400M, aterrizado en Morón. / Antonio Pizarro

Airbus centrará su estrategia en acelerar la producción de sus aviones estrella, la familia de pasillo único A320, que fue la base del beneficio récord de 4.213 millones de euros que logró en 2021 y que le ha permitido pasar página de 2020, año negro para el sector de la aviación.

En la presentación de los resultados anuales este jueves, el consejero delegado del fabricante aeronáutico europeo, Guillaume Faury, consideró "destacables" esas cifras, que dejan muy atrás el récord precedente de 2018, con 3.054 millones de euros de beneficio, y sobre todo los dos ejercicios siguientes de abultadas pérdidas.

Faury no solo confirmó el objetivo anunciado desde hace meses de incrementar la cadencia de producción de la familia A320, desde las poco más de 40 unidades mensuales durante 2021 a 65 en el horizonte del verano de 2023, sino sobre todo que esa cifra deberá aumentar más en los años siguientes.

Será a mediados de año cuando Airbus anunciará hasta cuántos se quiere subir en 2024 y 2025, una vez que se haga un análisis de cómo puede evolucionar la demanda global de aviones y en qué medida los proveedores pueden responder a ese tirón.

Sin comprometerse con una cifra de momento, el consejero delegado habló de la posibilidad de que fueran 70-75 unidades al mes.

720 entregas en 2022

A más corto plazo, la empresa prevé entregar este año 720 aviones comerciales, lo que representaría un incremento muy significativo después de los 611 de 2021, que fueron finalmente más que los 600 que se había fijado como meta y, sobre todo, más que los 566 de 2020.

Hay que tener en cuenta que el pasado año Airbus logró contratos para 771 aeronaves, frente a solo 383 el ejercicio precedente, marcado por la irrupción del coronavirus. E incluso si se descuentan las cancelaciones, hubo pedidos netos de 507 unidades, que hay que comparar con los 268 de 2020.

Con las 611 entregas de aviones comerciales de 2021, los ingresos de este negocio progresaron un 6 % hasta 36.164 millones de euros y fueron la principal contribución al aumento del 4 % de la facturación total de la empresa, hasta 52.149 millones de euros.

También fue positiva la aportación del negocio de helicópteros, con 338 unidades entregadas a clientes (300 el ejercicio precedente) y un volumen de negocio que aumentó un 4 %, hasta 6.509 millones de euros.

En la división de defensa y espacio, la facturación disminuyó un 2 %, a 10.186 millones de euros, pero los contratos firmados en 2021 representan 13.700 millones de euros, comparados con los 11.900 millones de 2020.

Exportación del A400M

Entre esos nuevos contratos, varios tienen gran importancia para España, que es el principal centro de fabricación de los aviones militares, como los del A400M -un aparato de transporte militar que se ensambla en Sevilla- con Indonesia y Kazajistán.

El A400M ha sido durante muchos años, por razones industriales y comerciales, una fuente de problemas para Airbus, que ha tenido que establecer provisiones por más de 10.000 millones de euros para el programa. En 2021 eso se repitió, con una nueva carga de 212 millones sobre todo para reajustar el calendario de entregas.

Pese a todo, Faury dijo que están "muy contentos" con los dos contratos de exportación suscritos el pasado año y avanzó que esperan "que lleguen más en el futuro".

El responsable de Airbus destacó que la importancia de los grandes aviones de transporte militar como este quedaron en evidencia en las operaciones de evacuación de Kabul el pasado verano, tras la conquista de la capital afgana por los talibanes.

Faury admitió que "todavía queda algo de trabajo" para enderezar el A400M, que "ha sido un programa difícil durante años" y se recupera "progresivamente".

El pasado día 10 estuvo en Madrid, donde fue recibido por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en lo que definió como un "muy buen encuentro" dedicado a "una revisión general" de las relaciones de la empresa con España, y no al examen de un contrato en concreto.

Sobre el contencioso judicial que Airbus mantiene con Qatar Airways por los problemas de pintura en los aviones A350 que la compañía catarí ha decidido dejar en tierra mientras no se le ofrezca una solución que considere satisfactoria, Faury no quiso añadir nada a su posición conocida y eludió la cuestión de eventuales provisiones.

Se limitó a recordar que para Airbus esos problemas no tienen ninguna impacto para la seguridad, precisó que no hay otro conflicto parecido con los otros clientes de los A350, que siguen operando los aviones, y aseguró que se toman la cuestión con Qatar Airways en serio y pretenden resolverla "de la forma más amistosa posible".

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