El España fue en una dirección en junio en lo que al mercado laboral se refiere y Andalucía fue en la opuesta. La comunidad fue la única en la que se elevó el paro, al sumar 6.345 desempleados más, hasta 764.802; y la única -con Murcia- en la que bajó la afiliación, al restar 19.358 cotizantes y situarse la cifra total en 3.301.308.

Es más: solo en seis provincias subió el paro en España y las seis están en Andalucía (Almería, Granada, Córdoba, Huelva, Sevilla y Jaén); y de las siete en las que baja la afiliación, cuatro son del sur: Almería, Córdoba, Sevilla y Huelva, esta última con una espectacular reducción de 24.069 afiliados.Los datos son malos sin discusión y tienen que ver mucho con el fin de las diferentes campañas agrarias (sobre todo en Huelva y Almería) combinado con un peor comportamiento de los servicios que en años previos, sobre todo en lo que al paro se refiere. Así, la agricultura registra el mayor aumento del paro en un mes de junio desde 2009 (+9.295) si exceptuamos el fatídico 2020; y los servicios la menor bajada (-2.794) en más de una década. Junio suele ser un buen mes para la hostelería, sobre todo en la costa. Y, de hecho, Málaga y Cádiz están en la cabeza de los descensos del desempleo, solo superadas por Madrid yBarcelona. Pero este empuje -más los buenos comportamientos de industria y construcción- es insuficiente. Otros años el buen comportamiento de los servicios oculta la debacle agraria pero en este ejercicio esto ha estado lejos de suceder, algo a lo que ha contribuido el mal comportamiento del mercado laboral en las provincias de interior tras las fiestas de primavera. Este cóctel hace que el colectivo sin empleo anterior crezca, en 1.570 personas, algo muy poco habitual en un mes que suele tener dinamismo laboral.

Un análisis de la evolución de la afiliación nos permite ser menos pesimistas, pese a que se reduce en más de 19.000 personas. La cifra es abultada, sí, pero es similar, e incluso más baja, que las registradas en junio de 2016, 2017 y 2018 y sensiblemente mejor que la de 2019 (-33.321).Es una cifra, además, distorsionada por el dato de Huelva, cuya campaña de la fresa suele evolucionar en forma de dientes de sierra muy acusados.

El sector agrario, en su conjunto, destruye 35.546 empleos, una cifra muy similar a la de 2021, al que sigue casi en exclusiva la educación (-10.168).Solo esos dos restan afiliados de manera significativa y en el resto las subidas son más o menos parecidas a los años anteriores a la pandemia: la hostelería crea 10.206 puestos de trabajo; sanidad y servicios sociales 3.729; la construcción 3.539 y las actividades administrativas 2.326. El régimen general (asalariados excluidos jornaleros y trabajadoras del hogar) suma 14.763 cotizantes, cifras mejores que las contabilizadas entre 2016 y 2019 pero peores que las de 2020 (31.199) y 2021 (39.929), épocas de absorción de los trabajadores que habían caído por el shock inicial de la pandemia. Esta tendencia, al parecer, aún continúa, pero se desacelera claramente y en concreto los datos del paro empiezan a dar señales preocupantes.

En tasa interanual, los datos siguen siendo muy buenos, aunque se nota una cierta desaceleración. Así, Andalucía reduce el paro en 132.853 personas en un año (215.294 en dos ejercicios) y suma en ese periodo 132.707 (nada menos que 307.931 en los dos últimos años).