Economía

Los Benetton se preparan para una guerra de opas en Atlantia, tras rechazar la que plantean ACS y sus socios

  • Los empresarios italianos mantienen conversaciones pasa asociarse con Blackstone

El presidente de ACS , Florentino Pérez, durante su intervención en la junta de accionistas de la compañía.

El presidente de ACS , Florentino Pérez, durante su intervención en la junta de accionistas de la compañía. / Carlos Pérez · Efe

La familia Benetton, que poseé el 33,1% de Atlantia a través de su sociedad Edizione, se prepara para una posible guerra de opas, si ACS, presidida por Florentino Pérez, y los fondos de inversión GIP y Brookfield pujan por comprar la compañía italiana de infraestructuras que construye y gestiona autopistas.

"Se están manteniendo conversaciones con el grupo Blackstone, como socio, sin que se haya alcanzado ningún acuerdo en relación con las transacciones relativas a Atlantia", informó Edizione, al mercado a petición del regulador bursátil italiano, en una nota en la que dijo no poder "por el momento facilitar más información".

Edizione respondió así a las informaciones que han apuntado a que negocia con Blackstone una posible contraopa, que pasaría por tomar el 100% de Atlantia y excluirla de bolsa.

¿Una opa hostil?

Los analistas del banco de inversiones italiano Equita subrayan este jueves que una opa hostil por parte de ACS y los dos fondos resultaría difícil, ya que Atlantia tiene a dos históricos accionistas, el fondo de inversiones del Gobierno de Singapur (GIC), que tiene el 8,2%, y la Fondazine Cassa Risparmio Torino (4,5%), con los que Edizione conserva buenas relaciones; y juntos suman el 45,8% del capital de la gestora de infraestructuras.

La multinacional británica HSBC tiene un 5%, el Tesoro italiano un 0,84% y el resto, algo más del 48%, es capital flotante (susceptible de ser negociado habitualmente en Bolsa).

Edizione consideró que el proyecto de ACS, GIP y Brookfield contempla "la desinversión de las actividades de Abertis (empresa española concesionaria de autopistas en la que Atlantia tiene el 50% de su capital más una acción y ACS el otro 50% menos un título) y potencialmente de otras actividades en autopistas", lo que derivaría en "una desintegración del grupo Atlantia".

Además, dijo haber "sido abordada de manera no solicitada por estos inversores que han previsto un interés en una posible adquisición de Atlantia", pero que su intención es que siga en manos italianas.

La puerta a Abertis y a Latinoamérica

Atlantia y ACS son socias en Abertis desde 2018 cuando lanzaron la opa conjunta que acabó con la italiana como accionista mayoritario con el 50% más una acción.

Desde entonces, han vivido una situación de aparente calma que se ha visto interrumpida por el interés de ACS, GIP y Brookfield en una posible opa por Atlantia, si bien ACS ha explicado que no hay ninguna decisión tomada por ahora.

Atlantia es ahora mismo un suculento pastel para ACS, sobre todo porque, haciéndose con su control, obtendría la otra mitad de Abertis, que tiene una fuerte presencia en España y en América Latina, en países como Brasil, Argentina y México.

Atlantia opera además en Chile con el Grupo Costanera, una empresa que es líder en el área de la infraestructura pública.

Como grupo, Atlantia tiene 48 concesiones de autopistas en 11 países, cuenta con algún tipo de servicio de peaje en 24 países, opera cinco aeropuertos (los de Fiumicino y Ciampino, en Roma, y Niza, Cannes y Saint Tropez, en la Costa Azul francesa), y tiene el 15,5% de Getlink, la sociedad de cartera que gestiona el Eurotúnel en el Canal de la Mancha.

Además, este año prevé cerrar la compra de la empresa de sistemas de control de tráfico en carretera Yunex Traffic por 950 millones de euros y Abertis va a vender a Telepass (filial de Atlantia) su controlada francesa Eurotoll, que se dedica a soluciones de peaje electrónico para vehículos pesados.

El momento para ACS

Atlantia y ACS decidieron compartir la gestión de Abertis en 2018, pero ese mismo año comenzó para el grupo italiano un periodo complicado de fuertes tensiones con el Estado italiano, por la caída de un puente en Génova, que gestionaba su filial Autostrade per l'Italia (ASPI), un suceso que causó 43 muertos.

ACS sopesó el pasado año presentar una oferta a Atlantia para comprar su participación en ASPI, equivalente al el 88,06%, pero no llegó a puerto y la italiana acabó vendiéndosela a un consorcio formado por el banco público italiano Cassa Depositi e Prestiti (CDP) y los fondos Blackstone y Macquarie.

Atlantia va a despojarse este año de sus problemas con el Estado italiano cuando complete la desinversión en ASPI y entonces obtendrá una contraprestación de unos 8.000 millones de euros, unos recursos que le servirán para seguir expandiendo su negocio a nivel internacional, pero que podrían caer en manos de ACS y los dos fondos, si su opa tuviera éxito.

Atlantia tiene actualmente un valor de mercado de unos 15.700 millones de euros, su deuda financiera neta era de 35.278 millones a fecha 31 de diciembre del 2021 y cerró el pasado ejercicio con unas ganancias de 626 millones de euros, frente a las pérdidas de 1.177 millones de euros del 2020.

Las acciones de Atlantia subieron este jueves en la Bolsa de Milán un 6,87%, hasta los 20,30 euros.

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