El nuevo plan de inversiones de Endesa para Andalucía prevé un montante de 920 millones de euros para el trienio 2019-2021, un espacio temporal y una inversión que, según cifras de la compañía eléctrica, permitirán generar 10.000 empleos directos y más de 7.000 indirectos.

El director general de Endesa Andalucía y Extremadura, Francisco Arteaga, calificó este programa como "uno de los planes más ambiciosos de la historia de la distribución de la electricidad en Andalucía", un proyecto "acorde a las necesidades presentes y futuras" y centrado en la mejora de la calidad y de la aplicación de la potencia en todas las provincias andaluzas.

Construirá 23 nuevas subestaciones que apostarán por un modelo remoto

La inversión total para el trienio es un 22% superior a la de los planas anteriores, precisó Arteaga en la presentación a los medios, en la que estuvo acompañado por el consejero andaluz de Empleo, Empresa y Comercio, Javier Carnero. En su opinión, el plan "es equivalente a los de los momentos de mayor crecimiento del país, de 2003 a 2005, y desde entonces no había habido ninguno de esta envergadura".

La mayor apuesta del nuevo plan es la digitalización, un factor que permitirá mejorar en hasta un 20% la calidad del suministro en toda la región y que se materializará con la instalación de 4.500 telemandos por toda la geografía andaluza. La propuesta de Endesa prevé además la construcción de 23 nuevas subestaciones, con un tiempo medio de ejecución de dos años. Estas nuevas instalaciones estarán dotadas con tecnología puntera y se convertirán en espacios de telemandos, controlados de forma remota.

Igualmente, la compañía eléctrica instalará nuevas líneas de distribución de energía. En concreto, 1.688 kilómetros de cableado en toda la región: 84 de alta tensión, 601 de media tensión y 1.003 de baja tensión.

Para el director general de Endesa, los principales beneficios del nuevo plan son tres: la calidad -como respuesta a la implantación de la digitalización-, la capacidad -con la puesta en servicio de más de 3.000 megavatios de potencia con la que, entre otras cosas, la empresa podrá anticiparse al aumento de demanda futura- y la eficiencia -reducción de costes, operaciones y tiempo incentivado por la apuesta de una gestión remota-.

Una vez presentado el plan, la Junta de Andalucía, como órgano responsable, tendrá que dar su visto bueno para que "pueda seguir su trámite hasta la aprobación por la Administración General del Estado", explicó Carnero, "convencido" de que el Gobierno central "acogerá el plan con las mismas expectativas que el Gobierno andaluz teniendo en cuenta que es una cantidad que pocas administraciones invierten y es una empresa privada la que hace esa inversión de mejora para los ciudadanos".