Macroeconomía

El Gobierno baja una décima la previsión de crecimiento para 2018, hasta el 2,6%

  • El Ejecutivo envía a Bruselas unas cuentas con un déficit del 1,8%. Montero explica que si se prorrogaran los Presupuestos de 2018, dicho déficit se elevaría al 2,2% en 2019.

Montero, Celaá y Calviño, antes de iniciar la rueda de prensa.

Montero, Celaá y Calviño, antes de iniciar la rueda de prensa. / EFE

El Gobierno ha modificado su cuadro macroeconómico y ha reducido una décima su previsión de crecimiento económico para 2018 y para 2019, hasta el 2,6 % y 2,3 %, respectivamente, según recoge el borrador del proyecto presupuestario que envía a Bruselas.

Esta moderación de la previsión del PIB se ha sustentado en el ajuste del sector exterior, que restará una décima al crecimiento previsto para este año y no aportará nada al de 2019 (frente a las dos décimas que sumaba cada año según sus anteriores previsiones). Esto es consecuencia de las peores perspectivas de las exportaciones, que moderará su crecimiento este año 1,5 puntos, hasta el 3,2%, y el que viene 1,1 puntos, hasta el 3,4%, según las previsiones del Gobierno.

Las importaciones también se contraerán, seis décimas este año hasta crecer el 4%, y cuatro décimas el que viene, hasta el 3,8%.

Las proyecciones del Gobierno respecto a la demanda nacional mejoran, con una aportación al PIB que se elevará dos décimas en 2018 y una décima en 2019. La previsión del Gobierno contempla una moderación del gasto en consumo de dos décimas este año y una el que viene, mientras que la inversión aumentará 1,1 puntos más de lo anteriormente calculado en 2018 y cuatro décimas más en 2019.

Con estas cifras, la tasa de paro se mantiene en línea con las anteriores previsiones del Gobierno, en el 15,5% de la población activa en 2018 y en el 13,8% en 2019.

El deflactor implícito del PIB (inflación) se situará en el 1,3% en 2018 (dos décimas menos de lo anteriormente previsto) y en el 1,8% en 2019 (una décima más).

Según ha explicado la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, las previsiones de deuda respecto al cierre de 2017, cuando se situó en el 98,3% del PIB, se situará en el 95,5% a finales de 2019.

En su turno, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha advertido de que prorrogar los Presupuestos de 2018 hubiera supuesto elevar el déficit al 2,2% del PIB en 2019, ya que la prolongación presupuestaria no conllevaría nuevas medidas.

Montero ha señalado que si se hubiera decidido esta prórroga en ausencia de medidas, el déficit público del próximo año hubiera subido 0,4 décimas respecto al objetivo que han decido mantener del 1,8% del PIB, a pesar de que esta senda de déficit fue rechazada por el Congreso en julio.

En este sentido ha señalado que el techo de gasto que contempla el borrador presupuestario que hoy enviarán a Bruselas mantiene un límite de gasto no financiero de 125.064 millones de euros, el 4,4 % más que el aprobado en 2018 y que representa un incremento de gasto en 5.230 millones de euros. "El Gobierno ha propuesto una senda realista porque sino sería quitar 6.000 millones de gasto a las administraciones públicas y la cifra del Presupuestos de 2018 no era real", ha dicho.

Montero ha incidido en que el plan presupuestario pilota sobre la nueva senda de consolidación fiscal del Gobierno, más flexible.

Ha dicho que a esta "inercia" que llevaba el presupuesto del PP de 2018 y que Hacienda cifra en unos compromisos presupuestarios de 3.238 millones de euros (como la subida salarial de los empleados públicos), se les suma los nuevos gastos que propone el PSOE y que suponen 1.992 millones de euros más.

Asimismo, ha explicado que frente a este gasto el Gobierno estima un aumento de ingresos adicional de 11.724 millones de euros, provenientes del crecimiento económico (6.413 millones), de las nuevas figuras impositivas (3.811 millones) y de los ingresos no tributarios (1.500 millones de euros).

Montero ha afirmado que el proyecto de Ley presupuestario que se presente en las Cortes contemplará la senda de déficit que esté vigente en ese momento, que previsiblemente será la del PP, pero que el techo de gasto no se va a cambiar.

No obstante, hay que tener en cuenta que la tramitación presupuestaria coincidirá con la de la proposición de Ley que pide modificar la Ley de Estabilidad para sortear el veto del Senado a la senda de déficit y que podría permitir finalmente la modificación de los objetivos.

Impacto de las medidas fiscales pactadas

Asimismo, la ministra de Hacienda ha cifrado en 5.678 millones de euros el impacto global de las medidas fiscales acordadas entre el Gobierno y Unidos Podemos, de los que 4.489 millones corresponden al impacto en el proyecto Presupuestario del próximo año.

Montero ha detallado el impacto de las medidas, encabezadas por la limitación de exenciones y la fijación de una tributación mínima del impuesto de sociedades para grandes empresas, que tendrá un impacto de 1.776 millones de euros.

La creación de un impuesto sobre servicios digitales tendrá un impacto de 1.200 millones de euros y el impuesto sobre transacciones financieras, de 850 millones.

Las medidas de fiscalidad verde tendrán un impacto de 670 millones de euros, que se corresponden con el incremento de la fiscalidad del diésel para equipararlo progresivamente a la gasolina.

En ese sentido, ha apuntado que en 2020 hasta un 30 % de los fondos obtenidos con este aumento impositivo se dedicarán a impulsar ayudas a la movilidad sostenible.

Además, el incremento del IRPF para rentas muy altas tendrá un impacto de 326 millones; la subida del impuesto de patrimonio, 339 millones; la limitación de los pagos en efectivo para profesionales, 218 millones; la bajada del umbral para incorporarse a la lista de morosos, 110 millones, y el resto de medidas para luchar contra el fraude, 500 millones.

Por contra, la rebaja del tipo del impuesto de sociedades para pymes restará 260 millones; la rebaja del IVA para servicios veterinarios, 35 millones, y las medidas de fiscalidad de género y desigualdad, 18 millones.

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