Persán quiere seguir creciendo y hacerlo fuera de Europa. Y para ello, tienen puesta la mirada en América. Así lo puso de manifiesto la presidenta de la empresa sevillana y familiar que es líder europeo de fabricación de detergentes, Concha Yoldi, durante la lección magistral que pronunció en la tarde de este jueves para clausurar el curso de la Escuela de Organización Industrial (EOI) en Sevilla.

“Nuestra vocación internacional se ha consolidado en Europa y ahora miramos a otros horizontes”, dijo Yoldi ante un auditorio de futuros directivos. E inmediatamente agregó: “Tenemos el objetivo de duplicar nuestra facturación y alcanzar los mil millones de euros en el plazo de cinco años”.

Minutos antes, la presidenta de Persán ya había apuntado hacia dónde puede ir el crecimiento internacional: America. “La internacionalización ha sido una constante en nuestra estrategia empresarial desde hace décadas. Lo intentamos en América latina, en Argentina”, recordó , justo antes del corralito de 2001 y lógicamente no funcionó, pero hemos seguido con la vista puesta en un continente con gran crecimiento en donde algunos de nuestros clientes reclaman nuestra presencia”.

Y para afinarlo más, enfatizó que ha sido ya su forma de proceder: “A Polonia hemos ido de la mano de un partner importante como Jeronimo Martins; allí acabamos de poner la primera piedra de una fábrica nueva”, precisó. “Y a Francia hemos ido también siguiendo a otro cliente como Unilever”, recalcó para dejar claro que irán a un mercado donde tengan un socio que ya es cliente.

El discurso de Yoldi, ella misma dijo que le abrumaba llamarlo lección magistral, apeló constantemente a los valores que deben presidir la actividad empresarial.

Para empezar resaltó el problema de tamaño que tiene la empresa andaluza: “Tenemos un problema de dimensión”, afirmó antes de argumentar que “de las casi 600.000 empresas registradas en la región, más de la mitad son autónomos sin empleados y no llegan a 500 las compañías que tienen más de 250 trabajadores”.

Y a ello unió el bajo peso industrial del tejido productivo r. “Sólo un 11% del PIB andaluz es de componente industrial, frente al 16 de España, al 24 vasco o el envidiable 26% navarro”, se lamentó.

Y de esos problemas de dimensión empresarial y escasez de industria se deriva otro, la baja inversión en investigación, desarrollo e innovación. Y la que hay es mayoritariamente pública. “casi dos tercios”, dijo, cuando la media europea es la contraria, un 33% pública y un 67% privada. “No se explica esta situación de retraso industrial en Andalucía, estando tan capacitados y  siendo tan imaginativos y tan creativos como somos… Sólo se entiende por la falta de cultura empresarial y nuestro déficit en educación para el emprendimiento”, opinó.

Tuvo palabras de recuerdo para su marido y socio, José Moya Sanabria, y valoró al consejo que le acompaña, con Antonio Somé como CEO y sus hijos Juan, Javier –vicepresidentes– y José Moya Yoldi –secretario–. Pero Yoldi también puso el acento en la responsabilidad social del empresario. Defendió el concepto de Compromiso Social Rentable (CSR). Rentabilidad para la empresa, los empleados y los clientes, pero también rentabilidad social. En ese contexto destacó los programas de la Fundación Persán, que también preside.