El Banco Sabadell y Caixabank han perdido en conjunto casi 3.000 millones en bolsa en sólo tres días, afectados por la tensión política entre la Generalitat y el Gobierno y la incertidumbre sobre la posible declaración unilateral de independencia de Cataluña.

En la sesión de ayer, Sabadell cayó el 5,96% en su jornada más bajista desde el 22 de julio de 2016 cuando presentó unos resultados peores de lo esperado, mientras que CaixaBank cedió el 4,96%, su peor día desde agosto de 2016 tras la presentación de los test de estrés del Banco Central Europeo (BCE).

En lo que va de semana el Sabadell ha perdido un 9,91%, que se traduce en 982,82 millones, con lo que su capitalización se reduce a 8.935 millones, y Caixabank se ha dejado un 7,71% ó 1.955 millones, hasta 23.405 millones. No obstante, acumulan las mayores revalorizaciones anuales de la banca: la entidad presidida por Jordi Gual ha ganado desde enero el 26,55%, y el Sabadell el 22,49%.

Ambas entidades trataron ayer de tranquilizar a sus clientes, asegurándoles que protegerán sus "intereses". Caixabank remitió una nota interna a su plantilla en la que aseguró que todas las decisiones que tome serán en aras de preservar los intereses de clientes, empleados y accionistas. El presidente del Sabadell, Josep Oliu, aseguró que, ante la "inquietante" situación política que vive España, cuentan con los instrumentos adecuados en el marco de la UE y del sistema de supervisión bancario europeo para proteger a sus clientes. "Si fuera necesario, se tomarían las medidas suficientes", dijo.

En esta misma idea insistió el ministro de Economía, Luis de Guindos, al asegurar que los bancos catalanes son españoles y, por tanto, entidades "sólidas" que no deben plantear dudas a sus clientes. "No tienen nada que temer", aseguró.

El Círculo de Economía catalán expresó su "máxima preocupación" ante la posibilidad de una declaración unilateral de independencia y apeló al diálogo: "Las consecuencias serían muy graves".