Economía

Sánchez defiende ante el Foro de Davos la necesidad de aplicar políticas de izquierda

  • El presidente español responsabilizó a las políticas neoliberales de haber provocado la "gran recesión" y de seguir ofreciendo un modelo "cada vez más hostil para los que no son más poderosos".

Pedro Sánchez en el Foro de Davos.

Pedro Sánchez en el Foro de Davos. / GIAN EHRENZELLER, EFE

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo ante el Foro Económico Mundial de Davos una férrea defensa de las "necesarias" políticas de izquierda, que en su opinión liderarán el futuro y que contrapuso al proteccionismo y sobre todo al neoliberalismo que provocó la crisis.

El socialista Sánchez intervino en el plenario de Davos con un discurso en el que puso en valor la fortaleza de la economía española, que según dijo está inspirando "confianza" tanto en las organizaciones internacionales como en los mercados.

Pero sobre todo hizo un alegato ideológico ante este foro en el que participan presidentes y directivos de las más importantes empresas del mundo, así como otros líderes políticos y sociales.

Un día después de que el presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, augurase ante este mismo escenario que "la izquierda no prevalecerá" en América Latina, Sánchez vaticinó un futuro muy distinto para las ideas progresistas en el mundo.

Tras negar que la izquierda esté en crisis en el mundo, consideró que, por el contrario, son las políticas progresistas las que traen ideas nuevas y medidas que pueden ser vistas como "revolucionarias" pero que son necesarias, como la redistribución de la riqueza o la renta básica universal.

Auguró incluso que éstas políticas sentarán las bases de un "nuevo pacto social" para esta "nueva era" y las contrapuso a dos corrientes que en su opinión ya han demostrado su fracaso: el "proteccionismo conservador provincial" y, sobre todo, el neoliberalismo. Pedro Sánchez responsabilizó a las políticas neoliberales de haber provocado la "gran recesión" y de seguir ofreciendo un modelo "cada vez más hostil para los que no son más poderosos".

Antes de exponer esta tesis, el presidente del Gobierno español había advertido de que aunque muchos países han dejado atrás la última gran recesión, se corre el riesgo de "olvidarlo todo" y volver a caer en los mismos errores, y lamentó que se haya bajado la guardia en muchos aspectos. Advirtió así de que en este momento de crecimiento y revolución digital pueden aparecer "nuevas brechas" y "desigualdades inaceptables" si esa revolución no llega a todos.

"La política debe acelerar el ritmo de forma responsable porque si no aparecerán políticos sin escrúpulos que harán que se agraven las grietas de la sociedad", dijo Sánchez en su intervención en el plenario del Foro Económico Mundial.

Y recalcó que, si en estos años no se hubiera olvidado que la economía debe estar "siempre al servicio de las personas", quizás no habrían "llegado tan lejos los populismos nacionalistas". Apostó por todo ello por un crecimiento sostenido y por un modelo económico ecológico e inclusivo para frenar a esos populismos.

Defensa de la fortaleza económica de España

Por otra parte, en su defensa de la fortaleza economía del país, Pedro Sánchez dijo que España "inspira confianza tanto en las organizaciones internacionales como en los mercados financieros". Una confianza que se plasma en el aumento de la inversión extranjera y que se debe, consideró, a cuatro factores: la "armonía social" con las condiciones laborales, la "certidumbre jurídica", las "instituciones y empresas fuertes" y en que es un país "singularmente europeísta".

En el plenario de Davos escucharon a Sánchez varios directores de grandes empresas españolas, como los presidentes de Acciona, José Manuel Entrecanales, Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, BBVA, Carlos Torres Vila, y Repsol, Josu Jon Imaz, entre otros.

Nueve años sin un presidente español en Davos

Pedro Sánchez es el primer presidente del Gobierno español que pisa el Foro de Davos en nueve años, ya que el último en hacerlo fue el también socialista José Luis Rodríguez Zapatero, porque el conservador Mariano Rajoy no vino ni un solo de sus años en La Moncloa.

En el Gobierno han diseñado para Sánchez en sus dos días en Davos una agenda marcadamente económica, con reuniones con directivos de seis multinacionales, cinco de ellas tecnológicas.

Su primer reunión fue con el consejero delegado de Microsoft, Satya Nadella, ante quien Sánchez subrayó su idea de que España esté a la cabeza de la revolución digital y su compromiso de desarrollar las políticas que permitan atraer talento, según apuntó el propio jefe del Ejecutivo en un mensaje en Twitter.

En otro mensaje en esta red social, Sánchez habló también de su encuentro con el consejero delegado de Arcelor Mittal, Lakshmi N. Mittal. Con él hablo del futuro del sector del acero y de sus políticas de transición ecológica, así como de las tensiones proteccionistas en el mercado mundial.

Tras el plenario, Pedro Sánchez se reunía también con la consejera delegada de Booking, Gillian Tans. Completará el jueves sus contactos con directivos de Facebook, IBM y Amazon Web Services y participará en un debate sobre Europa.

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