Economía

Zapatero pide al G20 que sindicatos y patronales participen en la reforma

  • El presidente del Gobierno apuesta por impulsar la economía centrándose en políticas de gasto e inversión pública, "más adecuadas" que las rebajas fiscales

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha pedido a la 'troika' del G-20 que los sindicatos y las organizaciones empresariales participen de forma institucional y permanente en el proceso de reforma del sistema financiero internacional abierto en la cumbre de Washington. En una intervención ante el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Rodríguez Zapatero advirtió asimismo de que las economías necesitan un impulso centrado en las políticas de gasto e inversión pública, un camino a su juicio "más adecuado" que el de la rebaja fiscal.

El jefe del Ejecutivo español espera que, "al menos en el marco de la UE", haya "en las próximas semanas" una iniciativa coordinada de los Gobiernos en favor de la actividad productiva, del sector industrial y, de manera singular, de la industria del automóvil, así como de las energías alternativas y renovables y del incremento del número de centros tecnológicos y de investigación. Zapatero instó asimismo a todos los Gobiernos del mundo a mantener sus políticas de cohesión social, sobre todo las destinadas a los parados, y garantizó un compromiso "irrenunciable" de su Gobierno con las prestaciones para los desempleados, que debería a su juicio ser también asumido por toda la UE.

En un discurso improvisado, el presidente del Gobierno español expresó su confianza en que el primer ministro británico, Gordon Brown, adopte a partir de enero las medidas necesarias para garantizar la participación de sindicatos y empresarios en el proceso de reforma y reflexión iniciado en Washington, tal como él acaba de solicitar a la 'troika' del G-20. En su opinión, es "fundamental" que los agentes sociales intervengan de forma institucional y permanente en la reforma global que va a diseñar un nuevo orden internacional para las próximas décadas y, por tanto, se debe constituir en este proceso un "espacio de diálogo" que garantice la presencia de los representantes de trabajadores y empresas.

En este sentido, recalcó que la defensa de los derechos de los trabajadores no es ninguna rémora para el crecimiento económico y alertó contra quienes se han dedicado a intentar "devaluar, arrinconar y desprestigiar a los sindicatos", por tratarse de una actitud que no ha contribuido a consolidar la democracia y "seguramente respondía a otros intereses no confesables".

Llamó en este punto la atención sobre el hecho de que, ante la actual situación de "cambio" -precisó que le parece más apropiado este término que el de "crisis"-, la respuesta mayoritaria no es reclamar recortes sociales y de gasto público, sino todo lo contrario. De acuerdo con Zapatero, sólo se superarán las dificultades económicas si se impulsan políticas de inversión pública en actividades productivas y de investigación y si el FMI y el Banco Mundial proveen mecanismos para garantizar que el volumen de ahorro de los países emergentes y no desarrollados revierta en favor de ellos mismos.

El jefe del Ejecutivo español extrajo en todo caso unas conclusiones positivas de la cumbre de Washington, momento en el que bromeó sobre el hecho de que esta cita del G-20 reuniera a 21 países al incorporar a España: "también los tres mosqueteros eran cuatro; y por eso pasan estas cosas." Según su valoración, la reunión representa una toma de conciencia mundial sobre el nuevo rumbo que va a seguir la economía, que será "positivo" porque introducirá "mayor racionalidad", favorecerá los reequilibrios geopolíticos, extenderá los derechos sociales y pondrá en valor los compromisos de diálogo social.

Este nuevo rumbo arrinconará además a quienes conciben su actividad económica y financiera sólo desde la perspectiva del enriquecimiento fácil, añadió Rodríguez Zapatero, quien apostó por transformar la actual incertidumbre en un tiempo en el que los trabajadores puedan decidir sobre su futuro, antes de concluir, en nombre de España: "seremos leales colaboradores de la OIT".

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