Salud animal

El 90% de los focos de gripe aviar en aves de corral de España están en Andalucía

  • Las explotaciones de Sevilla y Huelva son las más afectadas por un virus considerado altamente patógeno

  • El Ministerio de Agricultura pide extremar las medidas pero descarta un salto del agente patógeno al ser humano

Miles de pollos infectados con gripe aviar son sacrificados en una granja de Valladolid.

Miles de pollos infectados con gripe aviar son sacrificados en una granja de Valladolid. / Efe

Decenas de miles de aves están siendo sacrificadas en España. El virus de la gripe aviar (H5N1) se extiende y los veterinarios trabajan a destajo para controlar la propagación de una enfermedad altamente contagiosa que se difunde en focos localizados en decenas de granjas repartidas por toda España, donde han sido detectados hasta el 10 de marzo 29 focos. Las explotaciones andaluzas concentran 26 de ellos, el 90% del total de España.

La gripe aviar de alta patogenicidad (IAAP) es una enfermedad vírica contagiosa de las aves que "puede tener consecuencias graves en la rentabilidad de la cría de aves de corral", explica la Comisión Europea en un reciente texto dirigido a recordar los protocolos de actuación a los estados miembro. De este modo, apunta el texto, "el comercio dentro de la Unión y las exportaciones a terceros países se vean perturbados".

Aunque el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) pide extremar las medidas para evitar la propagación, descarta un salto del agente patógeno al ser humano. La introducción más probable del virus H5N1, considerado altamente patógeno, refieren los técnicos del Ministerio, proviene del contacto de aves silvestres infectadas con las aves de corral. En Andalucía, las explotaciones de Sevilla y Huelva son las afectadas.

En relación a los contagios con especímenes silvestres, son las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz y Córdoba las que registran más casos de contagios con el virus de la gripe aviar en aves que no son de corral. El virus H5N1, recuerda de todos modos la Subdireción general de Sanidad y Higiene Animal y Trazabilidad del Ministerio, no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos.

Propagación del virus por Andalucía

El origen de esta sola de focos de gripe aviar en España se produjo el 18 de enero en una explotación de pavos de engorde en Fuenterrebollo (Segovia). Desde entonces no han cesado las notificaciones, pasando a continuación a Andalucía. El 2 de febrero se confirmó el foco en una explotación con un censo aproximado de 41.000 pollos de engorde en Villarrasa (Huelva). El 9 de febrero se declararon dos focos, uno en Niebla (Huelva), en una explotación de pavos de engorde (39.500 pollos) y otro en una explotación de gallinas ponedoras en jaula del municipio de Íscar (Valladolid) (130.000 animales).

El 10 de febrero se notificaron dos focos en dos explotaciones de pavos de engorde con unos 8.000 y 28.800 animales, localizados en Trigueros (Huelva) y Carmona (Sevilla). El 14 de febrero se confirmaron tres nuevos focos: en una explotación con 32.500 de Niebla, que pertenecía al mismo propietario que la explotación declarada el 9 de febrero. La segunda, en una explotación del Viso de Alcor (Sevilla), una explotación de gallinas camperas con un censo de 600 animales. La tercera, en Gilena (Sevilla), de gallinas reproductoras, con un censo aproximado de 16.000 animales. Debido a su relación epidemiológica se procedió a la inmovilización preventiva de la incubadora destinataria de los huevos de la granja.

El goteo ha sido constante. El 17 de febrero se confirmaron dos focos más: en una explotación de Carmona (Sevilla) de pavos de engorde, con un censo aproximado de 37.100 animales. La segunda explotación, en Gilena, de gallinas reproductoras con un censo aproximado de 15.125 animales. El 18 de febrero se comunicó un foco en una explotación de gallinas ponedoras en Íscar (Valladolid), con un censo aproximado de 33.477 animales. Esta explotación se encontraba en el radio de 1 kilómetro del foco declarado en el mismo municipio el 9 de febrero.

El 21 de febrero se confirmaron cuatro nuevos focos más. Una explotación de gallinas ponedoras y otra de recría en Carmona (Sevilla), con un censo aproximado de 195.800 y 30.450 animales, respectivamente, y ambas en la zona de restricción de anteriores focos notificados en el mismo municipio. Los otros dos focos se trataban de dos explotaciones de pavos de engorde localizadas en el municipio de Niebla (Huelva), con un censo aproximado de 21.000 y 16.950 animales y ambas se encontraban en el radio de 1 kilómetro de focos de las anteriores.

El 24 de febrero se declararon dos focos en dos explotaciones de pavos localizadas en los municipios de Pedrera y Aguadulce (Sevilla), con un censo aproximado de 21.840 y 7.000 animales, respectivamente, y ambas en el radio de la zona de restricción de anteriores focos notificados en Gilena. En todos los focos declarados en aves domésticas, la sospecha de la enfermedad vino derivada por la detección de un incremento anormal de mortalidad de los animales. Las muestras remitidas al laboratorio de Algete (Madrid), que es el de referencia, confirmaron que se trataba en todos los casos de virus de la gripe aviar (IAAP) subtipo H5N1.

Respuesta de la Junta de Andalucía

El director general de Producción Agrícola y Ganadera, Manuel Gómez Galera de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía ha asegurado al respecto, ante la sospecha de un caso positivo en una explotación en la provincia de Huelva el pasado 2 de febrero, que los técnicos de su departamento procedieron a su "inmediato aislamiento". A continuación, señala Gómez Galera, la Junta de Andalucía estableció "las medidas de control, entre las que están el sacrificio y el establecimiento de unas áreas de restricción". La Consejería de Agricultura, por su parte, asegura que está en coordinación con el Ministerio y con la Consejería de Salud para activar los protocolos, además de abordar tareas de prevención.

El alto cargo de la Consejería de Agricultura se refiere al establecimiento de una zona de restricción alrededor de los focos de 3 kilómetros de zona de protección y de entre 3 y 10 kilómetros de zona de vigilancia, medidas que deben adoptarse según lo establecido en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 de la Comisión Europea.

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