Economía

El comercio se reivindica como sector estratégico y busca tener una voz única

Fátima Báñez, Juanma Moreno, Javier González de Lara y Ricard Cabedo, en la sede de la CEA.

Fátima Báñez, Juanma Moreno, Javier González de Lara y Ricard Cabedo, en la sede de la CEA. / Juan Carlos Vázquez

El comercio dio la talla durante la fase más dura de la pandemia, demostró su carácter estratégico y esencial, que debe jugar un papel relevante en la recuperación económica. Y sin embargo, la percepción de la sociedad no siempre se corresponde con esa realidad, que necesita una voz única que defienda ese papel ante la sociedad y las administraciones. Estas ideas resumen la jornada que el comercio español celebró ayer en Sevilla, de la mano de la CEOE y su organización andaluza, la CEA.

La sede de la patronal andaluza acogió el I Encuentro CEOE del Sector Comercio en España, organizado por la Comisión de Competitividad, Comercio y Consumo de CEOE (C4), un acto que contó con la presencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la baja respecto a la convocatoria del presidente de la patronal española, Antonio Garamendi, que se excusó porque tuvo que acompañar al Rey a la visita de Estado a Suecia. Le suplió Fátima Báñez, presidente de la Fundación CEOE.

El comercio se reivindicó recordando algunos parámetros económicos que pasan muchas veces desapercibidos. El sector representa el 13% del Producto Interior Bruto español –el 11,5% del andaluz según precisó el presidente Moreno– y es uno de los mayores empleadores del país. En concreto, el 17% de la fuerza laboral española _–31.000 empleos en Andalucía, según el presidente de la Junta–. Un empleo que es “estable y de calidad”, como defendió el presidente de la C4, Ricard Cabedo, quien también es directivo de Mercadona. “El 77,5% de los empleados por el sector del comercio tiene contrato indefinido”, argumentó para sostener su afirmación.

Con esos datos, Moreno señaló que su Gobierno cree que se necesita “respeto, sensibilidad e incluso mimo a con este sector”.

Cabedo expresó los mensajes principales de esta jornada durante su ponencia. Uno de ellos es que en España no existen “desiertos alimentarios” precisamente porque los comercios “vertebran el territorio”, hasta el punto de que no hay pueblo sin una tienda de comestibles.

Sin embargo esta importancia del sector del comercio en España, que es muy diverso y que está fragmentado en múltiples asociaciones, convive con un diferencial en la percepción social de esos mismos parámetros.

El sector cree que está “subrepresentado en la agenda política y mediática”, según reiteró Cabedo varias veces durante su intervención.

Y todo ello pese a que en la pandemia demostró con creces que es ese sector estratégico que ayer se reivindicó en Andalucía, y que fue declarado esencial el 14 de marzo de 2020 cuando se decretó el primero estado de alarma y el confinamiento total de la población.

Pese a este trabajo, el presidente de la C4 también enfatizó que el comercio ha sufrido la pandemia como un tsunami. “Una de cada cuatro empresas que han cerrado por el Covid es un comercio”, dijo Cabedo, que recordó que ese proporción sólo ha sido superada por la hostelería.

Además, el conjunto del sector perdió un 32% de la facturación que tenía antes de la crisis sanitaria. Pero no es sólo que perdiese negocio, es que tuvo que asumir 514 millones de euros en costes normativos sobrevenidos. Un dinero que no incluye las primas de esfuerzo a las plantillas que abobaron distintas empresas del sector.

Ante esa realidad, en la C4 se puso la necesidad de que ese sector tan diverso y fragmentado, necesita “unidad de acción”.

Por ello Cabedo animó a todos los colectivos que vertebran el sector a “trabajar juntos” y a hacerlo “pisando el terreno”. “Hay que enseñar tiendas, trastiendas, y bloques logísticos para que se conozca nuestra cadena de valor”, defendió.

Y recordó que ante los retos y desafíos globales que ahora asume el comercio como cualquier sector económico –altos costes de la energía o encarecimientos de las materias primas–, el sector sigue demostrando su papel estratégico. Es más, señaló que está siendo “dique de contención para que llegue lo menos posible al consumo” la escalada inflacionista.

 Finalizó detallando las demandas básicas que hoy por hoy tiene el comercio. La primera una simplificación administrativa para que una tienda está obligada al cumplimiento de 3.000 normas locales, autonómicas, nacionales y europeas. “Eso no es manejable”, dijo Cabedo, que defiende como alternativa que implante cada vez más la declaración responsable y silencio administrativo positivo para lograr que no se paralicen inversiones “que son productivas”. La segunda demanda es que se ponga “freno a nuevos impuestos y costes”, que cifró en 1.700 millones al año. La tercera es que se le considere sector esencial en todo momento y no cuando se den circunstancias como el Covid, Filomena o la erupción de un volcán. Una cuarta demanda fue atajar el hurto multirreincidente, que provoca un gasto de 300 millones de dinero público y pérdidas de 1.800 millones de euros al sector.

Juan Manuel Morales, presidente de EuroCommerce y director general del Grupo Ifa, también participó como ponente y resaltó que el sector es muy relevante en Europa, donde emplea a 20 millones de personas y representa el 10% del PIB de la UE.

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