Francisco Arteaga. Director general de endesa en Andalucía y Extremadura

“La movilidad eléctrica ya es una realidad factible para la mayoría”

  • La compañía está fomentando la concienciación del uso del coche eléctrico con la segunda edición de la vuelta a España para lograr el objetivo de descarbonizar la economía

Francisco Arteana, en el aparcamiento de la sede de Endesa en Sevilla, apoyado en vehículos eléctricos repostando en un cargador superrápido.

Francisco Arteana, en el aparcamiento de la sede de Endesa en Sevilla, apoyado en vehículos eléctricos repostando en un cargador superrápido. / Belén Vargas

–Se está celebrando la segunda Vuelta a España en Vehículo Eléctrico. ¿Cuál es el objetivo de organizar un evento como éste?

–Efectivamente, es la segunda edición de la Vuelta a España en Vehículo Eléctrico que organiza Endesa y el objetivo es ayudar a divulgar, a concienciar y hacer conocido el vehículo eléctrico como una opción clara no sólo de futuro sino de presente para la movilidad sostenible. Endesa, como sabe, es el líder en el sector eléctrico español, tanto en distribución, como en generación y comercialización, y como tal también lidera todo el proceso de transición hacia una economía descarbonizada, en la que consigamos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan y que la actividad humana no tenga efectos nocivos en el clima ni en el medioambiente local. En esa línea, es fundamental electrificar la demanda de energía, convertir otros usos energéticos de combustión en eléctrico, que no tienen ninguna emisión. Y dentro de esa demanda está el transporte. La movilidad eléctrica es la que garantiza que se haga sin misiones, tanto al consumirla como al generarla, porque cada vez más se usan fuentes renovables.

–¿Ha estado en alguna de las etapas, como el año pasado?

–Sí, hemos dado la salida a la etapa Sevilla-Córdoba, que junto con la Mérida-Cáceres son las dos que corresponde a nuestro ámbito territorial, de Andalucía y Extremadura, de las diez etapas de la Vuelta, que culmina el día 11.

–Tengo la percepción de que el ciudadano ve con muy buenos ojos la movilidad eléctrica pura, pero lo considera inaccesible para su economía. ¿Ayuda un evento así a acercarle al coste real?

–La percepción que tiene es muy acertada y la compartimos muchas personas, la mayoría. Y sí, ayuda esta vuelta a que se vaya corrigiendo esa situación. En el sentido de reforzar la concienciación, que ya lo está y, sobre todo, vencer las reticencias a la implantación del vehículo eléctrico: inaccesibilidad y autonomía. La inmensa mayoría de los vehículos que usamos a diario no superan los 100 kilómetros diarios y la oferta del vehículo eléctrico la supera en mucho, como mínimo la duplica. Por lo que su utilización inmediata es una realidad factible.

–Una primera barrera quizás sería el precio del vehículo y se olvida que la vída útil del coche eléctrico será muchísimo mayor al no tener combustión, ¿no?

"La inversión en un vehículo se amortiza rápido por el menor coste del combustible y la mayor vida útil”

–Totalmente. Es muy acertada esa apreciación, porque estamos enfatizando mucha veces el coste, la inversión inicial, que efectivamente puede tener un diferencial respecto al mismo modelo convencional de unos 6.000 euros de media, pero esa cantidad se amortizan fácilmente. Primero por el menor coste de la recarga de electricidad, que es muchísimo más barata que el combustible. Y segundo, como bien dice, la vida útil de estos coches es mayor porque los motores eléctricos tienen mucho menos desgaste, menor mantenimiento y menos averías.

–La industria de la movilidad eléctrica dio bandazos sobre si ir a un modelo de baterías intercambiables o baterías fijas que se recarguen. ¿Parece que se impone la segunda, no?

–Sí. Efectivamente, desde los inicios de la movilidad eléctrica se ha estado debatiendo si conectar el vehículo a una red para recargar o hacer que las baterías sean extraíbles para sustituirlas, como una bombona de butano por así decirlo. Se ha decantado más por la conexión porque, hoy por hoy, las dimensiones y el peso de las baterías hacen bastante poco manejable una sustitución rápida y cómoda; también unido a la mejora de la capacidad y los tiempos de carga de estas baterías con cargadores superrápidos. No digo yo que en el futuro no pueda cambiarse a un modelo de baterías extraibles muy pequeñas y fáciles de manejar.

–¿Tiene ventajas la recarga?

"La carga lenta nocturna basta de sobra para cubrir las necesidades de autonomía diarias”

–La recarga lenta nocturna, cuando la mayoría descansa y el coche está parado, tiene muchas ventajas. Primero, por el coste, porque la tarifa es más barata. Segundo, no se sobrecarga la red, tanto en consumo como en generación. Tercero, permite una carga lenta y barata en horas que no se usa el vehículo. Por eso es difícil que no quede implantado ese modelo.

–¿Pero eso no plantea otra barrera, porque sólo se plantee la movilidad eléctrica quien tenga un sitio fijo para aparcar y cargar su coche? ¿O vamos a un modelo en el que habrá puntos de recarga en cada plaza de aparcamiento?

–Vamos a ese modelo, que se recargará prácticamente en cada lugar de aparcamiento. Es cierto que hay que asumir la realidad de que esta implantación progresiva se ha iniciado donde es más fácil y acabará en sitios donde es más complejo. Siguiendo ese orden, la implantación directa en viviendas unifamiliares con garaje es la primera opción, porque la instalación está prácticamente hecha, porque en cualquier enchufe se puede recargar, aunque hay unos kits que la mejoran y son muy económicos.

–¿Y bastaría con la carga lenta nocturna?

–De sobra, porque dependiendo del modelo se hacen al menos 200 kilómetros. Hay taxis en Sevilla que lo hacen, y se mueven mucho más que un particular. Y los profesionales que lo tienen, sostienen que con una hora larga que lo enchufen cuando paran a comer, es suficiente si han consumido algo más. No es necesario cargar las batería de estar agotadas ni llenarlas totalmente. Lo eficiente es cargarla entre el 10% y 15% de capacidad hasta el 85% o 90%.

–¿Y el resto de viviendas?

–En las comunidades con garaje, la ley ya establece que hay que dar facilidades para poder instalar la carga, además de que en los nuevos edificios es obligatorio hacerlo. Para viviendas sin garaje ni privado ni comunitario, en las que hay que aparcar en la calle, se van a superponer varias opciones, porque no vamos a llenar las calles de cargadores. Crear una red de carga en edificios como centros comerciales, hospitales, edificios administrativos importantes, en centros de trabajo. Lo que habrá que acompasar es la forma de recargar con la forma de usar el coche, que pasa muchas horas estacionado. Habrá que usar todos los puntos de carga disponible, que también habrá algunos en la calle, electronineras, que tendrán el sistema superrápido para no tener que estar mucho tiempo parado.

–Sí, tomar un café y descansar un rato. Que es también la opción para la movilidad interurbana, ¿no?

–Exactamente. La movilidad interurbana está garantizada, porque está creciendo la autonomía de los vehículos...

–Ya es de 300 a 400 kilómetros.

–Exacto. Los que menos están saliendo con más de 200 como mínimo. Los hay de 300 y 400, y se anuncian de alta gama con más de 600 que van a estar ya disponibles. Y la evolución tecnológica no para. Además, el coche eléctrico utiliza la frenada para recuperar carga, lo que es muy eficiente. En breves fechas, Endesa va lanzar una iniciativa ambiciosísima para instalar infraestructura de recarga. Para prestar un servicio de carácter universal que permita tener a una distancia razonable siempre un punto de recarga. Con mayor concentración en las ciudades.

–¿Es uno de los indicativos de que la movilidad eléctrica es imparable y se va a imponer que otras energéticas de origen petrolero ya anuncien puntos de recarga en su red de gasolineras?

–Así es. En la evolución que he visto hay hitos que te hacen ver que esto es imparable. Uno fundamental es que todos los fabricantes de coches ya están haciendo vehículos eléctricos puros. Hay que reconocer que tienen una inversiones que amortizar y por eso han sido, no reticentes, sino prudentes a la hora de adoptar la nueva tecnología eléctrica y sostenible.

–Una transición progresiva

–Efectivamente. Progresivamente harán menos vehículos de combustión y más eléctricos. Eso creará un círculo virtuoso, porque a medida que incrementen las series de producción abaratan los costes, lo que hará que lo que cuesten de más las baterías se compense con lo que cuesta de menos otros componentes. Los coches ganan maletero, porque los motores son más sencillos. Hay un segundo hito que es el que mencionaba: que las compañías de origen petrolero están introduciendo en su red de gasolineras la movilidad eléctrica y entrando en la generación renovable. Lo que es bienvenido porque contribuirá más a la economía descarbonizada.

–¿Qué cuesta la recarga frente a llenar el tanque de gasolina?

"El ahorro en el coste del combustible es al menos de cien euros al mes con un vehículo eléctrico”

–Un conductor que llene el depósito dos veces en un mes gasta unos 150 euros. Para hacer los kilómetros equivalentes con movilidad eléctrica se gastará desde unos 15 euros si hace todos las recargas lentas de noche en su casa a 35 o 40 euros como mucho si usa otros cargadores. En cualquiera de los casos, el ahorro supera los 100 euros respecto al combustible fósil.

Francisco Artegaga posa con uno de los vehículos eléctrico de Endesa que se comparten. Francisco Artegaga posa con uno de los vehículos eléctrico de Endesa que se comparten.

Francisco Artegaga posa con uno de los vehículos eléctrico de Endesa que se comparten. / Belén Vargas

–¿Cuál es el coste para 100 kilómetros?

–Entre uno y tres euros, dependiendo de dónde cargue y el momento en el que lo haga. ¿Qué coche de gasolina hace eso? No hay ninguno que baje de siete, y lo normal es diez, más aún en alta gama. Y si son todos los kilómetros en ciudad nos vamos a 15 euros.

–Hace dos años se creía que la movilidad iba a ser mayoritariamente híbrida, pero esto ha cambiado.

–Sí. Hay tres tipos de movilidad eléctrica. El híbrido no enchufable, que no recibe energía de ninguna red, pero que recupera energía en la frenada y la aplica a un motor eléctrico que hace ahorrar en combustión. En segundo lugar, el híbrido enchufable, que ha sido una solución dirigida a disipar el miedo a quedarse sin autonomía. Pero los fabricantes ahora están apostando por el tercer tipo, el eléctrico puro, a tenor del aumento de la autonomía y la mejora de los tiempos de recarga de las baterías.

–¿Hay otras ventajas además del coste y reducir contaminación?

–En ciudad, desde luego. Hay facilidades para acceder al centro o aparcar, incluso gratis, en las zonas reguladas de pago.

–El transporte de mercancías. ¿Hay soluciones eléctricas?

–Sí. Son soluciones más específicas y que van más lentas. Las empresas están electrificando flotas. Endesa tiene ya el 25% y avanzamos hasta llegar al 100%. Mientras más pesados son los vehículos más energía demandan. Tenemos un proyecto para generar carga por inducción en movimiento.

–¿Veremos trailers eléctricos?

–Seguro, porque los cargadores rápidos interurbanos lo permitirán. Los conductores cargarán en sus pausas obligatorias.

–¿Han incentivado la compra de vehículos eléctricos?

–Sí, entre nuestros empleados. Más de 500 de ellos, con ayuda de la compañía o no. También usamos vehículos compartidos de la compañía que están dando un resultado estupendo. Esa flota la vamos a incrementar y extenderlas a motos, bicicleta...

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