Asólo unos días de la celebración del Consejo Europeo, Pedro Sánchez, Giuseppe Conte y el resto de los mandatarios del sur de Europa tienen una idea clara: no habrá ayudas del Fondo Europeo sin reformas y sin control. La resistencia de los países frugales (Holanda, Dinamarca, Austria, Suecia) está siendo numantina. Hasta el punto de considerar ilegal la creación del Fondo. Afortunadamente los juristas del CUE han salido al paso considerándolo legal y acorde con los tratados. El presidente del Consejo de la Unión Europea, Charles Michel, tras múltiples contactos ha presentado un borrador qué pretende servir de plataforma para llegar a un acuerdo en el Consejo Europeo del 17 y 18 de julio. El borrador hace concesiones al grupo de países frugales: el fondo es temporal y no trasladable al futuro. Su reparto debe de tener en cuenta no sólo los desequilibrios existentes antes de la crisis, sino fundamentalmente el daño causado específicamente por la pandemia. Pedro Sánchez y los mandatarios del sur de Europa tras múltiples contactos con los representantes de la Comisión, del Consejo Europeo y los líderes políticos del norte de Europa son conscientes qué sin reformas no habrá ayudas y que deben de aceptar el control político tanto del Consejo Europeo cómo del Parlamento. Mark Rutte, primer ministro de Holanda, ha afirmado a Sánchez que la solución primero hay que buscarla dentro de España, en alusión a las reformas anunciadas y no cumplidas: dèficit de credibilidad.

El borrador a debate presentado por Charles Michel mantiene el importe de 750.000 millones, así como su composición: 500.000 en transferencias y 250.000 millones en préstamos. Acepta que la gobernanza y el control político del fondo sea responsabilidad del Consejo Europeo y del Parlamento, como solicitaban los países nórdicos. La aprobación del Fondo Europeo será por mayoría cualificada y no por unanimidad como demandaba Holanda. Se deberá de presentar un plan de reformas para la recuperación, que recoja las recomendaciones de Bruselas y que esté alineado con la transformación digital y la Europa verde. El plan de reformas e inversiones estará bajo el control del Consejo Europeo y de la Comisión. El desembolso se hará en varios tramos ,en función del cumplimiento de los planes de reforma. El 70% a lo largo de 2021 y 2022. El 30% a partir del 2023, teniendo en cuenta el impacto final del Covid-19. Se mantiene el descuento (devolución parcial) de las aportaciones al presupuesto comunitario de aquellos países que son aportadores netos. Se reduce en un 2% el presupuesto comunitario. Se toma nota de la petición de Holanda de que se tenga en cuenta en el reparto el impacto efectivo del Covid-19 y no solamente los desequilibrios preexistentes antes de la crisis.

Pedro Sánchez debe ir haciéndose a la idea de qué, afortunadamente, no podrá cumplir con las promesas del pacto de investidura con Podemos. No podrá derogar la reforma laboral de 2012, tendrá que acometer una reforma para hacer sostenibles las pensiones y deberá de presentar ya un plan de saneamiento de las cuentas públicas y de consolidación fiscal, para empezar a ejecutarlo a partir de 2022, cuando la recuperación se consolide .