Elecciones

El PP ofrece a IU un pacto para echar al PSOE de la Diputación tras 30 años

  • Pedro Jiménez sería presidente y Francisco Moro ocuparía la Vicepresidencia · La coalición espera a la Ejecutiva · El PSOE guarda silencio y Guerrero confirma que será concejal; podría optar a renovar el sillón

LA guerra por el gobierno de la Diputación ya se ha abierto y se promete cruenta. PP y PSOE avisaban el lunes de que intentarían hacerse con el diputado de oro que Izquierda Unida tiene en la institución provincial, que deshará el desempate a 13 escaños entre los dos grandes partidos dando a uno de ellos el control. Y, más allá de las apariencias que ligan a IU y PSOE, el PP ha decidido adelantarse y ya ha hecho un ofrecimiento firme a la formación: está dispuesto a entregar la Presidencia a la coalición para arrebatársela al PSOE, que la ostenta desde hace casi 30 años.

La opa amistosa tiene nombres: el portavoz municipal de IU, Pedro Jiménez, sería el presidente de la institución provincial, y el portavoz popular y hombre fuerte de Pedro Rodríguez, Francisco Moro, el vicepresidente. El propio Moro hacía la oferta en la mañana de ayer al también coordinador provincial de Izquierda Unida. Sobre el resultado de esta gestión, hay disparidad de criterios; mientras Jiménez asegura que "no ha tenido respuesta por mi parte ni abre ningún proceso de negociación", desde el PP se asevera que hay sectores de IU que ven la propuesta con buenos ojos. Más matices: el ofrecimiento, según fuentes del PP onubense, llega con el conocimiento del andaluz, que ayer reunió a su comité ejecutivo regional (del que forma parte Moro) para analizar los resultados de las elecciones y el escenario de los pactos. No obstante, el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, dejaba el contacto en el ámbito de lo oficioso al asegurar que "ninguna persona autorizada por el PP ha mantenido diálogo alguno sobre posibles acuerdos en esa diputación".

A Izquierda Unida se le plantea ahora una decisión difícil. Si acepta la propuesta del PP gobernaría no sólo su única diputación en España, sino la única gran institución después de la pérdida de la Alcaldía de Córdoba y su participación en los gobiernos de Sevilla y Jaén mediante pactos con el PSOE. La coalición también es consciente de que su ascenso se debe en gran parte al descontento del votante del PSOE.

Frente a ello, los líderes nacional y andaluz, Cayo Lara y Diego Valderas, han negado la posibilidad de pactar con el PP en sus ámbitos de actuación; aludiendo al caso de Extremadura (donde IU tiene en su mano el Gobierno de la comunidad autónoma) Lara aseguraba ayer que "no habrá gobierno del PP ni por activa ni por pasiva con su voto". Sin embargo, el coordinador de IU en Extremadura, Pedro Escobar, no descartaba la abstención en la investidura, lo que daría el gobierno extremeño al PP. Mientras tanto, en Andalucía, Valderas aseveraba el lunes que no habrá acuerdos con el PP, pero tampoco una reedición del pacto de progreso con el PSOE que ha marcado los dos últimos mandatos.

En medio de esta ceremonia de la confusión se decidirá el futuro de la Diputación de Huelva. Sobre esa decisión aseguraba ayer Pedro Jiménez que dependerá de los acuerdos que se adopten en la ejecutiva provincial que se reunirá mañana y el consejo provincial del sábado. Con una advertencia: "La dirección provincial y los grupos municipales actuarán teniendo en cuenta los acuerdos andaluces y federales en materia de alianzas. Algo que vincula a toda la organización, desde el coordinador provincial hasta el último concejal".

En la sede del Conquero, la respuesta al cruce de declaraciones era el silencio. Sólo la actual presidenta de la Diputación Provincial, Petronila Guerrero, reaparecía dos días después de su derrota como candidata a la Alcaldía para confirmar que tomaría posesión de su acta de concejal y su intención de permanecer en el Pleno del Ayuntamiento. En el reverso de esa intención está también la Diputación: sin ser concejal no podría optar a repetir en el sillón de la Presidencia provincial, al que llegó en 2007 tras la salida de José Cejudo. Aunque esa posibilidad no esté tan segura como antes tras los resultados electorales en la capital (ha perdido un concejal) y dependa del pacto, es decir, de IU.

La socialista no quiso entrar en materia, siguiendo el guión habitual en estos casos: "Ni es el momento ni me corresponde a mí decidirlo", aseguró a preguntas de los periodistas. Tampoco quiso pronunciarse sobre el asunto candente del día, el posible pacto de Gobierno en la Diputación, para el que de nuevo echó mano del manual del político: "Soy muy respetuosa con los órganos del partido. Los pactos incluso salen de la frontera provincial, es la comisión ejecutiva regional la que interpreta y decide". Pero ante la posibilidad de un Pedro Jiménez presidente y Francisco Moro vicepresidente no pudo dejar de responder: "Es un escenario kafkiano y creo que esto es un poco más serio", aseveró cuando fue preguntada.

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