El Rocío

Almonte ya está en El Rocío

  • Los romeros almonteños son los primeros en llegar a la aldea como marca la tradición

  • El recorrido de la comitiva por la localidad deja estampas de devoción y alegría

Celebración de la misa de romeros de la Hermandad Matriz de Almonte en el parque de El Chaparral.

Celebración de la misa de romeros de la Hermandad Matriz de Almonte en el parque de El Chaparral. / fotos: amelia uceda

Devoción, alegría y mucho orgullo fueron las características predominantes en Almonte durante la jornada de ayer, en la que la Hermandad Matriz del Rocío realizó su peregrinaje hasta la aldea marismeña. Fueron quince kilómetros de caminos que se vivieron con el fervor de siempre y con las ganas renovadas que cada año despierta la Virgen del Rocío entre todos sus devotos.

A las diez de la mañana tuvo lugar la misa de romeros en el parque de El Chaparral, donde se habilitó, como cada año, un altar al aire libre para oficiar la eucaristía. Previamente, la comitiva encabezada por la hermana mayor, Eva Toro, pasó por la parroquia para recoger el Simpecado de la hermandad que desde ese momento fue llevado por uno de los caballistas que formaron parte del cortejo. El grupo de tamborileros abrió la comitiva y con su música ambientó más una estampa que de por sí destilaba sentimientos de pasión y fervor por empezar a vivir los días más intensos e importantes para los almonteños. Además de este sentir rociero, en el desfile predominó el gran número de jinetes y amazonas que este año decidieron hacer el camino a lomos del caballo. Muchos niños también acudieron montados en este animal y pusieron de manifiesto el profundo amor que sienten por los caballos, algo que forma parte de la idiosincrasia almonteña y rociera.

La misa en el parque del Chaparral fue el inicio de la jornada de la hermandad rociera

La misa se desarrolló en un clima de expectación por todo lo que acababa de comenzar y con un profundo agradecimiento ya que, un año más, el Simpecado de la Hermandad Matriz estaba en la calle para ser llevado ante la Blanca Paloma. Los hermanos hicieron un pasillo desde el altar y frente al mismo se colocó la junta de la hermandad con la hermana mayor, todos ellos montados a caballo. Se trató, sin duda, de una estampa peculiar que sólo Almonte acostumbra a ofrecer. Un sol de justicia tomó fuerza durante la celebración de la misa, para recordar a todos los allí presentes que los días frescos dejaban paso a una romería de tiempo afable, que invita a la convivencia entre hermanos y peregrinos. En la explanada del Chaparral los romeros fueron acompañados, además de por el grupo de tamborileros, por la banda de música de Huévar del Aljarafe, que también hizo el recorrido por las calles del pueblo y escoltó a la comitiva. Sevillanas en honor a la Virgen sonaron tras la misa en el parque mientras los peregrinos se preparaban para dar un paseo por el pueblo y recibir las felicitaciones del público congregado en las calles. Allí, en las calles, fue donde se pudo percibir la gran unión de toda la familia almonteña en torno a la Santa Virgen. Palabras de felicitaciones y de sincera enhorabuena salían de la boca de los vecinos hacia los romeros que desfilaron, así como de visitantes que no quisieron perderse el comienzo de una de las romerías más emblemáticas del mundo.

A las puertas de la iglesia parroquial esperaba el párroco Francisco Jesús Martín Sirgo, además del presidente de la Hermandad Matriz, Juan Ignacio Reales. Momentos de emoción desbordada fueron los que se vivieron cuando el párroco lanzó vivas a la Virgen y al pueblo de Almonte, y también cuando se rezó la Salve, antesala de una de las sorpresas de la jornada, que recayó en la voz de Toñi Fernández. Ella es miembro del coro de la Hermandad Matriz y muy amiga de la hermana mayor y le quiso regalar a ésta una sevillana -de su puño y letra- cuando Toro pasaba por delante de la parroquia. La cantaora señaló que le quiso dedicar esas letras porque "se lo merecía", ya que había trabajado mucho por conseguir el puesto. Fernández relató a Huelva Información cómo en esos instantes le pidió permiso al párroco de Almonte, tras el canto de la Salve, y cómo éste le dijo que sí al momento. Fueron minutos que quedarán para el recuerdo de todos los presentes y, sobre todo, de la hermana mayor, que escuchó con emoción contenida los quejíos de su amiga. Un "gracias" sincero salió de su boca cuando acabaron los aplausos tras escuchar la letra que puso el toque original en la salida del pueblo de Almonte hacia El Rocío. La hermana mayor declaró que no tenía palabras para expresar lo que sentía en este comienzo de la romería, ya que el día de ayer era el momento cumbre que esperaba, "llegar al Chaparral, donde he venido toda mi vida, desde que tenía un año, a escuchar la misa de romeros" y ser ella "la que llevara a la Hermandad hacia El Rocío", apuntó.

La Hermandad Matriz salió de Almonte sobre las 13:30 e hizo varias paradas por los pinares del camino de Los Llanos para el sesteo y el café. Ya entrada la noche, tenía programada su llegada a las puertas del Santuario de la Virgen del Rocío.

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