Serafín Sánchez. Premio Nacional de Medicina S.XXI en Otorrinolaringología

"En las aulas de Medicina hay mucha vocación, pero también incertidumbre"

El doctor Serafín Sánchez, con el Hospital Virgen Macarena, de fondo.

El doctor Serafín Sánchez, con el Hospital Virgen Macarena, de fondo. / M. G.

Serafín Sánchez es doctor en medicina y especialista en otorrinolaringología, servicio que lidera en el Hospital Virgen Macarena (Sevilla). En paralelo a su labor asistencial, Sánchez forma a futuros profesionales sanitarios como profesor asociado de la Universidad de Sevilla y dirige el Máster Propio en Rinología Avanzada y Base de Cráneo Anterior de la UNIA. Junto a ello desarrolla una intensa actividad investigadora, con participación en más de 16 proyectos y un gran número de congresos y simposios. Fruto de ese afán divulgador e investigador ha sido galardonado con el Premio Nacional de Medicina Siglo XXI en la categoría de Otorrinolaringología.

–¿Qué siente un médico al recibir el Premio Nacional de Medicina Siglo XXI?

–Siempre son satisfacciones porque obedecen al reconocimiento de una de las actividades que uno ha ido desarrollando a lo largo de su vida profesional, pero, sobre todo, porque procede de los propios compañeros. Eso es lo que te da más satisfacción. Que los que están en el mismo lugar que tú te consideren acreedor de esta mención.

–Este premio no cae del cielo. Como autor de varios libros y publicaciones en revistas y medios internacionales y tras haber participado en 16 proyectos de investigación. ¿Cuál cree que ha sido su aportación más relevante a la Medicina?

–Quizás considero que mis compañeros han podido premiar mi capacidad de divulgación. Buena parte de mi vida profesional la dedico a la docencia y formación especializada, no sólo de residentes, sino también de especialistas ya titulados, y he contribuido a la formación de estructuras para el aprendizaje y de aplicaciones informáticas para la formación y todo eso ha visibilizado mucho los avances de la Otorrinolaringología. Creo que por ahí se han inspirado mis compañeros para reconocerme con este premio.

–Una de sus grandes apuestas han sido los implantes cocleares, siendo parte importante en la creación de una estructura de coordinación del Programa de Implantes Cocleares en el Hospital Virgen Macarena, donde trabaja, pero también a nivel andaluz. ¿Cómo ha vivido la evolución de este fenómeno?

–Ha sido muy apasionante porque el implante coclear es un avance científico de gran magnitud ya que ha conseguido que una persona completamente sorda vuelva a oír. Pero lo más importante es esa red de implantes cocleares que hemos desarrollado y que nos permite tener integrados en nuestro equipo del hospital a todos los maestros de los colegios en los que tenemos niños implantados y contamos con logopedas y otorrinos de otras provincias, pudiendo tener un buen control de todas las personas implantadas en Andalucía y eso facilita que cualquier problema se le resuelva a 24 ó 48 horas gracias a esa red.

–¿Es ahora mismo el implante coclear la tecnología más avanzada en tema de audición?

–Sí, sin lugar a dudas. Es una tecnología que permite que una persona completamente sorda pueda oír, incluso desde los primeros meses de vida de un niño que nace sordo hasta personas de más de 80 años a los que les permite volver a integrarse en la vida cotidiana, volver a salir de casa sin miedo, convertirse en personas útiles y dejar de sentirse apartadas por su sordera.

-¿Cuál es su posicionamiento actual en España?

-España es un país que está muy bien situado en cuanto a implantación de implante coclear. No llegamos a los niveles de otros países europeos como son Austria o Alemania, pero sí estamos consiguiendo una cobertura muy amplia en los niños, por ejemplo. Todos los niños que nacen son sometidos a un cribado neonatal de la hipoacusia y ahí se detectan los que están sordos y se hacen implantaciones desde el primer momento. Tenemos una amplia cobertura en torno al primer año de edad.

–¿Qué opinión le merece la situación de la otorrinolaringología en nuestro país?

–Es una especialidad que ha avanzado mucho desde el punto tecnológico y nos hemos beneficiado de avances de dimensiones inimaginables hace apenas un par de décadas. En cuanto a métodos exploratorios, tenemos endoscopias prácticamente para todas las patologías de la cabeza y el cuello, no sólo de los oídos, también de la garganta, de la nariz o de las glándulas salivares. Pero también a nivel de tratamientos. Se habla mucho de implantes cocleares, pero hay otro abanico de implantes que son de otra parte de la vía auditiva que también están permitiendo que personas sordas por otras patologías vuelven a oír en cualquier momento de la vida.

–Comentaba al principio que parte de este reconocimiento podría haberle llegado por su labor divulgativa y su implicación en la docencia. ¿Qué se encuentra en las aulas en las aulas de la facultad?

–Las nuevas generaciones tienen mucha vocación por ejercer la Medicina, pero al mismo tiempo, es verdad, que sienten mucha incertidumbre sobre cómo será la Medicina que van a ejercer. Han visto que ha habido grandes llamadas a las inversiones en sanidad durante la pandemia y que se ha detectado que el sistema español es muy bueno, pero que tiene lagunas, y que, situaciones como la que hemos vivido, han puesto sobre la mesa la necesidad de invertir más en sanidad pública, es decir, dotarla de más profesionales y recursos, y esa es la incertidumbre que se despierta ahora entre nuestros futuros profesionales.

–¿Podemos decir que hay un boom sanitario tras dos años de pandemia?

–Sí, es posible que se haya incrementado la vocación de ayudar a los demás y, sobre todo, de combatir retos. De hecho, el Covid ha supuesto un reto sanitario tremendo en cuanto a las fórmulas para combatirlo y el mayor ejemplo es que se han conseguido vacunas en tiempo récord.

–¿Cree que, dadas las circunstancias actuales, el futuro de nuestro país pasa por los médicos?

–El futuro pasa por ordenar mejor las inversiones porque España es un país que tiene un buen número de médicos por la población que tiene, pero están muy irregularmente distribuidas las funciones. Los médicos hacemos muchas veces de administrativos, es decir, que no nos dedicamos exclusivamente a la labor asistencial y eso son trabajos que podrían derivarse a otro tipo de profesionales complementarios de los médicos. Yo diría que hace falta reorganizar de otra manera el sistema sanitario para que nuestra capacidad como profesionales y nuestro aprendizaje se pueda aplicar directamente sin perder tiempo en labores que son de mucho menos valor. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios