Antonio Flores Pedregosa | 'Hacedor de vinos' de González Byass

"Tío Pepe es el vino más democrático del mundo"

El enólogo de González Byass en el botellero histórico de González Byass ante la colección completa de Tío Pepe en Rama.

El enólogo de González Byass en el botellero histórico de González Byass ante la colección completa de Tío Pepe en Rama. / Miguel Ángel González

El confinamiento le sorprendió de regreso a Jerez tras un viaje por Filipinas y Japón con escala en Valencia para recoger uno de los muchos premios cosechados en su larga carrera de enólogo en González Byass. De aquel encierro salió Tío Pepe en Rama 2020, que en unos días tendrá continuidad con la nueva saca, la de 2021, tras un año “muy especial que me ha enseñado muchísimo”. Su gran maestro es el vino de Jerez, del que sigue aprendiendo a sus 65 años.

–¿Qué van a encontrar los aficionados al jerez en la nueva saca de Tío Pepe en Rama?

–Nos vamos a encontrar un vino muy especial. Ya llevamos doce años, parece mentira cómo pasa el tiempo, y Tío Pepe en Rama es un vino capaz de evolucionar no sólo en bodega, sino también en botella. El año pasado llegué a la conclusión de que era insuperable, pero ahí está, recién embotellada, la saca de 2021, que tiene una finura excepcional y todavía se va a redondear en botella. Siempre le digo a mis amigos que compren dos cajas una para consumirla ya y otra para esperar seis o siete meses o un año y apreciar la evolución.

–El Marco de Jerez vuelve a mirar a la viña, aunque usted siempre ha defendido los dos terruños del jerez, el viñedo y la bodega.

–González Byass siempre quiere poner en valor su viñedo, pero también la bodega, y Tío Pepe fino en Rama 2021 es la más pura expresión de la viña y la bodega, del origen y la crianza. Es el milagro del vino vivo, de los dos terruños a los que no podemos renunciar. Antes nos olvidábamos de la viña para centrarnos sólo en la bodega y ahora, al revés. La vuelta al viñedo ha ayudado a entender que el jerez es un vino como todos los vinos, pero Jerez tiene la fortuna de tener la crianza biológica, un sistema único que nos hace inimitables. Renunciar a eso sería renunciar a la esencia del jerez.

– Un estudio sitúa a Tío Pepe como el vino fortificado más vendido durante la pandemia.

–Tío Pepe es un icono internacional. Pero además de un referente de Jerez y de la marca España, sobre todo es el vino más democrático del mundo, porque un vino con esa marca, con esa historia que lleva detrás y con esa calidad está al alcance de cualquier bolsillo. Con ocho euros, cualquier persona puede disfrutar de uno de los grandes vinos del mundo y eso es ser un vino democrático.

– ¿Cree que el jerez está infravalorado?

–Pienso que una botella de amontillado a diez euros está regalada, por no hablar de vinos, y no voy a decir marcas, que se están vendiendo a dos o tres euros y que no contribuyen a hacer grande a una zona. Me parece fantástico que otros vinos que se están haciendo en Jerez con poco tiempo de crianza y poco envejecimiento adquieran un valor por encima de los 20 euros. En eso también estamos en González Byass.

–Cuándo acuñó el término ‘sherry revolution’ casi le flagelan. ¿Qué es y cómo va este fenómeno?

–Empecé a ver un movimiento con el que, como San Pablo, yo mismo me caí del caballo. La 'sherry revolution' no es sólo las redes sociales, viene de todo lo que son las presentaciones, la formación... que nos ha llevado un montón de años. Jerez al principio no creía en ese movimiento y tuvo que ser Reino Unido el que empezó con los ‘sherry bar’. Hoy en día es una realidad palpable y es una alegría recorrer Jerez y ver la cantidad de tabancos que hay, cuando hace unos años estaban desapareciendo, y ver la cantidad de gente joven copa de jerez en mano que presume de estos vinos.

"La ‘sherry revolution’ es una realidad palpable; da alegría ver los tabancos llenos de gente joven presumiendo del vino de Jerez”

–Y entonces cayó en las garras de las redes sociales...

–La primera vez que la bodega organizó una cata para tuiteros dije, la primera y la última. Ni me miraban, sólo estaban pendientes de los móviles. Pero eso cambió con la presentación del palo cortado Leonor a nivel nacional, para la que mi hijo me abrió una cuenta en Twitter con el nombre de ‘Hacedor de vinos’. Entré con un seguidor, que era mi hijo, y salí con cerca de 400. Luego supe que había sido lo segundo más seguido ese día, por detrás de algo que hizo o dijo Mourinho, con más de dos millones de impactos y pensé, cuántas catas tengo que dar para llegar a tantísima gente.

–Ahora está hecho todo un influencer.

–Tengo cuenta en Facebook, Twitter, Instagram y Linkedin, y entre todas las redes tendré unos 20.000 seguidores. En el mundo del vino, que es muy especial, es bastante, pero no pretendo ser el que tiene más seguidores sino que sean de calidad.

–¿Qué falta para llegar al gran público?

–Es complicado. Pienso que llegar a un gran volumen o a los volúmenes de antes no sería ni bueno. De alguna manera, para hacerlo popular con cierta exclusividad, y me refiero no al poder adquisitivo, sino al del conocimiento, lo que falta es que vuelva la vida a las calles, a los bares y restaurantes. El jerez se ha convertido en un mundo de especialistas, pero ya hay mucha gente que sabe y entiende de estos vinos. Dar por ejemplo una cata en Madrid, una de mis plazas favoritas y donde hay mucho conocimiento sobre el jerez, es todo un compromiso.

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