Entrevistas

Patricia Lajara: “Hay que atender las necesidades individuales de los empleados”

Patricia Lajara.

Patricia Lajara.

Miembro de la junta de la escuela de negocios de Harvard y vicepresidenta de recursos humanos de Ralph Lauren, Patricia Lajara estudió psicología en la Universidad de Valencia para empezar después una travesía por cinco países que la ha devuelto al punto de partida. No descarta volver a irse, pero está -y se le oye- contenta en su destino actual. Optimista irredenta, trabaja por que los recursos humanos no vuelvan a ser vistos como los malos de la película. Y lo hace con gestos, trabajo y escucha a los trabajadores tras un año duro como 2020.

-Si pudiera elegir dónde trabajar, ¿dónde lo haría?

-Donde estoy ahora, en España. He vivido en cinco países y han sido grandes experiencias, pero la calidad de vida de España, el ambiente intelectual y de estímulos que tiene es un hecho diferencial. No cierro la puerta, en el futuro, a que surjan otras oportunidades en el extranjero. Animo a las personas, dentro de sus posibilidades, a tener experiencias internacionales pese a que ahora podemos trabajar en remoto.

-¿Ha notado mucho cambio en su vuelta?

-No he percibido un gran cambio. Es cierto que llevo sólo unos meses aquí y que estamos en una de pandemia, pero las cosas importantes siguen estables. La esencia se mantiene.

-España se ha convertido en un polo de atracción en ese contexto de aumento del teletrabajo.

-Se debería reforzar, desde Exteriores, la captación y atracción del talento internacional hacia España. Incluyo ahí el talento español que ha estado fuera y quiera volver para hacer aquí su aportación intelectual, pero también económica en la sociedad española.

-¿Ha detectado una vuelta del talento fugado en la crisis anterior?

-No he visto ese regreso a España, pero sí tengo compañeros franceses e italianos trabajando en Londres que en lo más duro de la pandemia volvieron a sus casas a pasar temporadas y estar cerca de sus familias. No sé si se mantendrá cuando la pandemia se resuelva y va a ser interesante observar ese movimiento del talento, si se quedará en sus lugares de origen o se concentrará, como antes, en grandes ciudades.

-Convénzame de que los jefes de recursos humanos no son siempre los malos de la película.

-Son los buenos, pero hay una tradición y hay razones por las cuales se ha creado esa fama. Los departamentos de recursos humanos juegan un papel estratégico, fundamental para los empleados y la organización. He tenido la suerte de trabajar en empresas americanas y multinacionales donde los recursos humanos tienen un papel de apoyo al negocio y de fomento del engagement de los empleados.

-¿Cómo traduciría engagement al español?

-Se traduce como compromiso, pero creo que no refleja la naturaleza del concepto. Es una especie de motivación hacia un propósito. Aprendiendo idiomas me he dado cuenta que hay palabras que son únicas, captan la esencia de algo y no puede explicarse en otro idioma. Animo a todos departamentos de recursos humanos a aplicar ese estilo en sus organizaciones. Ahora es un momento de oportunidad. Todos los aspectos emocionales, de gestión de estrés y de personas nos han dado una posición de confianza de los empleados y de la dirección. Pero esa posición se gana en el día a día, no mandando un correo electrónico una vez al mes. El estilo de recursos humanos del que yo hablo requiere estar cada día cerca de las personas. Este año ha sido duro por el agotamiento emocional que hemos sufrido y hemos aprendido que hay que atender a las necesidades individuales de los empleados.

-¿Qué respuesta encuentra en los trabajadores?

-Es una satisfacción tremenda. El engagement sólo puede ser auténtico y genuino. No existe engagement que pueda ser artificial, manufacturado. Son demostraciones de afecto, de satisfacción, de sentimiento de pertenencia a un propósito superior. En definitiva, un sentimiento de unión. Cuando alguien vive eso, esa empresa le acompañará toda su vida profesional.

-¿Esto puede aplicarse a empresas más pequeñas o sólo en grandes corporaciones de EEUU?

-Se puede y se debe. Cualquier persona que esté en una posición de gestión puede innovar, intraemprender, y generar impacto positivo en su empresa, ya sean diez o diez mil trabajadores.

-Sólo el 30% de los directivos en el mundo son mujeres. ¿Queda mucho camino por recorrer?

-Necesitamos seguir apostando por la igualdad de género y yo he sido defensora de ello, pero defiendo que la diversidad es más amplia. Es un momento difícil para los mayores de 55 y para los jóvenes. El tema de las responsabilidades profesionales y la edad es relevante. Hay muchos estereotipos sobre qué es una persona preparada para un puesto y la edad que tiene.

-Al final, lo importante es saber solucionar la papeleta en cada momento.

-A mí, en su momento, no me encasillaron por ser una chica de Valencia con cierta edad y cierta formación. Simplemente yo solucionaba los temas, trabajaba muy duro y se me valoraba por resultados. Así he podido progresar y eso se agradece.

-¿Qué consejo le daría a un joven que acaba sus estudios o empieza su carrera laboral?

-Que confíe en los pequeños pasos. Cuando estás empezando a veces quieres ir a lo grande, pero los pequeños pasos son básicos para hacer bien el recorrido. Hay que hacer las cosas, lo mejor que se pueda, y celebrar los pequeños logros y progresos. Todo eso al final te hace avanzar porque a veces pecamos de querer llegar lo antes posible al destino.

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