Entrevista con Julio Boza

"No hay ninguna flor que sea fea"

Julio Boza en su floristería de Sevilla Este.

Julio Boza en su floristería de Sevilla Este. / José Ángel García

La trayectoria de Julio Boza (Sevilla, 1985) comienza en su niñez, ayudando a su madre en el negocio familiar, una floristería. 24 años después de su entrada, y tras pasar por la Escuela Andaluza de Arte Floral se ha convertido en el Mejor Artesano Floral (MAF) de España. Un reconocimiento que le ha llegado hace unos días tras vencer en la competición disputada en Burgos. De allí se ha traído un trofeo, un cheque y las pilas cargadas para seguir decorando la vida de sus clientes, que pasan por su local para felicitarlo por este hito.

-Es usted el mejor de España en lo suyo, ¿cómo lo está viviendo?

-Desde que llegué no para de entrar gente en el local para felicitarme y mi madre tiene el móvil lleno de mensajes. Ella está en una pompa.

-¿Qué tal fue la competición?

-Eran nueve pruebas, algunas de ellas sorpresa. Hubo un trabajo funerario, otro de boda de lujo, un ramo en vertical y la final con elementos reciclados. Para ella, cogí ramas, sterlitzias y un alto grado de naturaleza. Fui al campo a coger algunas especies.

-¿Qué camino ha seguido para alcanzar ese premio?

-Indagar mucho sobre lo que me gusta, que son las flores. Investigar. Siempre intentar evolucionar y buscar cosas que sean diferentes y que no sea el típico arreglo. Innovar, en definitiva.

-¿Por qué se dedica a las flores?

-Empecé de niño. Como me costaba estudiar, la misma jefa, que es mi madre, me dijo que no iba a estar sin hacer nada. Me mandó a la Escuela Andaluza de Arte Floral. Ahí fue cogiendo conceptos y desarrollando gracias a mis formadores: Fátima del Río, Luis López Barreto, Guillermo Lasso y Luis Santos. Llevo en la tienda desde pequeño. Empezamos con un local pequeño y, más tarde, ampliamos. Poquito a poco. Siempre intentamos que nuestros trabajos fuesen diferentes en colores y texturas. Hasta llegar donde estamos ahora.

Las hermandades dan libertad porque es lo único que pueden cambiar de un año para otro”

-¿Qué tienen las flores que a todos le gustan?

-Como dice un amigo, son bonitas de color. Intento mezclarlas con armonía, textura, haciendo una buena combinación y cambiando depende la época del año. A mí me gustan todas. No hay ninguna flor fea.

-Hablando de años, ¿cómo ha pasado la pandemia?

-Al principio, mal porque a la gente le daba miedo lo efímero. Pero ahora parece que se valora más el momento y 2021 está siendo bastante bueno. Aparte, están las ocasiones especiales. Parece que nos estamos europeizando. La gente está comprando flores y tienen ganas de vivir momentos especiales.

-¿Qué momento especial ha vivido gracias a su trabajo?

-Tuve el lujo de poner las flores de la Esperanza de Triana. La primera vez que se las puse, tenía los vellos de punta. Pero todos los encargos son igual de importantes. Disfruto con todos los momentos. También en mi casa, donde me gusta tener siempre una composición en el salón de mi casa. A mi mujer le regalo mucho, sobre todo, lo que llega nuevo y diferente. Aunque tengo el listón alto para sorprenderla.

-Y con sus clientes, ¿qué tal?

-Son fieles. Siempre hay alguno que le puedo fallar, pero normalmente se van contentos y vuelven. Esto es como la pintura: si haces una buena, te buscan.

-¿Dónde se inspira para crear sus arreglos y composiciones?

-En los museos. Las flores son como el arte: todo tienen que estar en concordancia. Hay que salir a ver y de la zona de confort. No se puede estar siempre en la tienda. Hay que enfrentarse a retos y no estar haciendo siempre lo mismo. Hay que salir para volver con fuerza. Y en Sevilla, cuesta mucho cambiar.

-¿Hay nivel entre el sector?

-No. Muy pocos están formados y la mayoría no salen de su establecimiento y no se mueven. Lo difícil es mezclar los colores de las flores, que de por sí son bonitos. Alemania es la referencia. Es donde mejores escuelas hay y son los que marcan tendencia. Y aquí llega esa tendencia a los cinco años.

-¿En la Semana Santa también hay tendencias?

-Sí. Ahora, las hermandades dan libertad porque las flores es de lo poco que pueden cambiar de un año a otro.

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