Lucía Marín |Directora de orquesta

"Hay que visibilizar a las mujeres líderes"

Lucía Marín

Lucía Marín / Fiorella Licandro

Lucía Marín (Linares, 1982) se formó en los conservatorios públicos de la Junta de Andalucía, y en los superiores de Sevilla y el País Vasco. Tras una carrera brillante, es una de las escasas directoras de orquesta del país. Hizo el doctorado en EEUU, especialidad ausente en España, pero el sistema andaluz no le deja presentarse a las cátedras para enseñar. Este año dirige como invitada la Orquesta Nacional y la del Teatro Real. El gusto por el arte y la cultura le viene de cuna. Socia del Atletic, apasionada sufridora, lleva el lema coraje y corazón a sangre y fuego. Le encanta Velázquez.

-Acaba de participar en el proyecto Generación 81 que busca dar visibilidad a modelos de referencia femeninos y romper estereotipos de género.

-Me llamó el Banco Santander para ofrecerme participar en este proyecto que toma el año de la fecha en que las mujeres pudieron contratar una cuenta corriente de forma autónoma. Varias mujeres con una destacada trayectoria protagonizamos una exposición de fotos caracterizadas como hombres y la sorpresa es que cuando el público mira la identidad del personaje ve que no son hombres, sino mujeres. Ha sido un orgullo conocer a mujeres de una trayectoria muy alta, con familias a su cargo, que facturan millones de euros para sus empresas. Ese liderazgo y responsabilidad son muy difíciles de conseguir para una mujer y cuando se logran sigue habiendo estereotipos de género en el subconsciente social.

Las pruebas de las cátedras en Andalucía deben ser más prácticas para atraer la excelencia

-Ha logrado tener la carrera de directora de orquesta. ¿Qué obstáculos se presentan en este oficio a una mujer en España?

-Hay 30 orquestas profesionales en España y muy poquitas directoras de orquesta. Virginia Martínez es la única mujer titular de una orquesta en España, la de la región de Murcia. Vienen otras por detrás pisando fuerte, pero no llegaremos al 2% y ese porcentaje es testimonial porque incluye directoras y directoras invitadas. Para lograr unas cuotas más altas queda muchísimo por conquistar.

-El reto es lograr que haya más mujeres directoras titulares de orquesta…

-Sí, nuestra siguiente conquista tiene que ser dejar de ser directoras invitadas y convertirnos en directoras titulares. En Andalucía hay cuatro orquestas: Málaga, Granada, Córdoba y Sevilla, y en ninguna hay una mujer dirigiendo. Es un terreno que hay que conquistar y donde se nos tienen que dar oportunidades.

-De esa forma podríais ser referentes para otras generaciones de mujeres...

-Exacto, que más mujeres seamos directoras titulares de orquesta es un beneficio para la sociedad, para el arte y para las generaciones que vienen porque tienen referentes. En Andalucía hay una apuesta por la música muy firme con su red de conservatorios públicos, con sus orquestas jóvenes y sus orquestas sinfónicas. Es necesaria la visibilización de las mujeres en roles de responsabilidad y liderazgo porque es muy difícil conseguir algo que no se ve.

-¿Por qué se fue a EEUU a completar su formación?

-Para dirigir las 30 orquestas profesionales de España no se requiere el título y hay muchos directores de orquesta que han hecho carrera siendo músicos. Pero a nosotras siempre se nos exige más. En mi caso, para convertirme en directora de orquesta sentía que debía de tener todas las credenciales posibles. Y por eso tengo la carrera de piano, la de dirección de orquesta y me fui a EEUU a cursar máster y doctorado en dirección de orquesta que no existía en España. Las mujeres tenemos un exceso de autoexigencia que nos imponemos y nos imprime la sociedad para todo.

-¿En el resto del mundo sucede algo parecido?

-En cualquier país europeo y en EEUU es más normal la presencia femenina en la dirección de orquesta. Lo que sucede en España es un reflejo de la sociedad, de lo lento que va todo. Aquí hay directoras extranjeras que están empezando a dirigir orquestas españolas cuando las nuevas generaciones de directoras de orquesta españolas están esperando oportunidades simplemente. Habría que mirar un poco más hacia casa. No hace falta buscar a la nueva Karajan fuera de España porque la tenemos ya aquí.

-¿Qué opina sobre la polémica de la nueva regulación que prepara la Junta para el acceso a las cátedras de conservatorios superiores en Andalucía?

-Alguien que tiene un doctorado en física cuántica o en cocina o arquitectura puede presentarse a la cátedra de dirección de orquesta y yo no puedo por una cuestión burocrática, pese a que mi preparación es máxima. Hace falta menos burocracia y más reconocimiento a la excelencia y a la carrera artística. Las pruebas de las cátedras deberían ser mucho más prácticas y eficaces, y menos teóricas con el fin de atraer la excelencia a Andalucía porque según sea su profesorado así será su prestigio y el prestigio de su alumnado.

-¿Qué solución propone?

-Probablemente, lo mejor es tener un poco de todo: un profesorado con doctorado y luego plazas para profesionales de reconocido prestigio. Tenemos que atraer la excelencia del profesorado y del alumnado. El arte no puede ser valorado burocráticamente. Las cátedras son la excelencia de la enseñanza en Andalucía y sólo la excelencia debería acceder a ellas con una comisión exhaustiva de valoración de perfiles. Hay muchas cosas en la gestión en Andalucía que se pueden y se deben mejorar. Hay que fijarse en otros modelos de enseñanza de éxito en Europa y EEUU.

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