España

Aznar mece la cuna del PP de Casado

  • El recambio de Iturgaiz por Alonso como candidato a lehendakari evidencia el nuevo rumbo 

  • El rescatado había dejado la política hace un año al quedar muy relegado (el 17) en las listas europeas 

Jose María Aznar, entonces presidente del Gobierno, y Carlos Iturgaiz durante el X Congreso Regional del PP vasco, en octubre de 2002.

Jose María Aznar, entonces presidente del Gobierno, y Carlos Iturgaiz durante el X Congreso Regional del PP vasco, en octubre de 2002. / Txema Fernández (EFE)

Las aguas del PP vasco se han revuelto a seis semanas de las elecciones del Domingo de Ramos y desde Madrid tratan de mantener el rumbo con una maniobra a estribor, tirando al capitán (Alfonso Alonso) por la borda y reemplazándolo por un guardián de las esencias (Carlos Iturgaiz) de la vieja guardia azul de la flota de Jaime Mayor Oreja.

Resulta sorprendente que el nuevo candidato del PP a lehendakari venga de las catacumbas: se había retirado hace casi un año de la política tras ser relegado al puesto 17 en las elecciones europeas del pasado mayo. "Me siento triste y decepcionado. Casado no ha valorado todo el trabajo y dedicación que he hecho todos estos años, en nombre del PP vasco y en defensa de la unidad de España y las víctimas", afirmaba entonces compungido. "Me voy a mi casa. Dejo la política". Hasta este domingo, cuando el almirante le ha restituido los galones.

Asombroso y comprensible

Dicho así, la jugada resulta bastante asombrosa, incluso incomprensible. Pero el contexto en el que se produce la maniobra de Casado facilita que todo se entienda. Inmerso en su estrategia de absorción de Ciudadanos a nivel nacional, que ya ha comenzado en el País Vasco y que se ha quedado en agua de borrajas en Galicia ante la negativa del intratable Alberto Núñez Feijóo (cuestión de poderío, las encuestas le sonríen con otra mayoría absoluta y se niega a echarle naranjas al Albariño), el presidente nacional del PP rebusca viejas glorias en el baúl de los recuerdos de tiempos mejores para la derecha 

Iturgaiz vuelve porque encarna las tesis de José María Aznar y (por ende) Jaime Mayor Oreja. Y quizá estamos asistiendo a la refundación del partido que galvaniza el ex presidente del Gobierno, con la fagocitación de los de Inés Arrimadas. Y -lo fundamental para Génova- la neutralización de Vox a golpe de mimetismos.

Alonso defendía hasta un cierto entendimiento con el PNV. El ya ex candidato (y aún presidente del PP vasco) ha redefinido a su partido como "liberal fuerista", para subrayar su apoyo incondicional al Concierto Económico vasco. Innegciable para él, una seria divergencia con Cs, que lo cuestiona.

Desde que la marquesa de Casa Fuerte, Cayetana Álvarez de Toledo (portavoz del PP en el Congreso), le acusara de "blandito" y "tibio" con los nacionalistas, se sabía sentenciado. El sorpresivo adelanto de las elecciones vascas que anunció Urkullu hace dos semanas le había permitido al hombre que apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP figurar brevemente como candidato. Pero Casado ha vuelto a  radicalizarse como hace un año (mal le fue luego en las generales del 28 de abril) para que Vox no se le coma más merienda electoral. Y Alonso chirriaba en su esquema.

Iturgaiz ya se ha reestrenado como hombre fuerte de los populares vascos lanzando guiños a Vox

El defenestrado se negaba a cualquier tipo de acercamiento al partido ultraderechista -"a Vox le falta un hervor" y no defiende la Constitución, comentaba displicente-. Nada que ver con el renacido, que este lunes ya ha lanzado un mensaje esclarecedor por si a alguien le quedaba alguna duda: el nuevo candidato de la coalición de PP y Cs en Euskadi ha hecho un llamamiento a "aunar fuerzas" con los de Santiago Abascal, al que ha calificado de  "magnífica persona".

Años de plomo... y plata

Iturgaiz presidió el PP vasco entre 1996 y 2004 y tocó techo como candidato en 1998,  al situar a los populares por primera vez como segunda fuerza de la Cámara de Vitoria, puesto que mantuvo en las autonómicas de 2001, en sinergia con Mayor Oreja, que mantenía a la par un duro pulso contra ETA como ministro del Interior.

Eran años de plomo. "Nos están matando como a gorriones con chimbera". La organización terrorista asesinó en seis meses a tres concejales del PP: Miguel Ángel Blanco, José Luis Caso y José Luis Iruretagoiena (de un total de los 12 ediles populares víctimas mortales de la banda). Cundía el miedo. Pero claudicar ante las pistolas no era una opción para Iturgaiz. "No podemos vivir arrodillados ante una minoría de sinvergüenzas». Coraje. ésa era su gran divisa, más allá de la política. El perfil que busca de nuevo Casado. Pero ETA ya se ha disuelto y el nacionalismo vasco ha dejado de ser un todo uno con la izquierda abertzale

Aunque este PP de 2020 percibe un panorama igual de siniestro y relativiza la importancia de que ya no haya cadáveres sobre la mesa. "Cuando ETA mataba era un momento terrible desde el punto de vista humano, sin embargo el momento político actual es más difícil porque antes estábamos juntos PP y PSOE en el mismo bloque". Unas palabras -de Álvarez de Toledo- que echaron más sal a la herida entre Alonso y Casado.

El flirteo de España Suma (la propuesta que rechazó Albert Rivera a Casado ante las generales del 10-N) fue solo el principio. Con gobiernos de coalición en todas las comunidades donde sumaban y prácticamente todos los ayuntamientos, PP y Ciudadanos tienden la mano a Vox porque también lo necesitan. Tanto como lo temen...

La conversión del PP al aznarismo centrípeto es un proceso que se sigue acelerando. Los resultados del 5 de abril decidirán si Feijóo -el barón gallego es el último bastión de la moderación- se consolida como alternativa al derrape a la derecha de la derecha. 

Vox no logró ningún escaño en las autonómicas vascas de 2016 y en Génova esperan que la candidatura de su guardián de las esencias en el País Vasco mantenga la hegemonía que le dan sus nueve escaños a la diestra del Parlamento de Vitoria.

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