Las fuerzas políticas deben acabar con la lucha partidista para cumplir con un deber insoslayable, que dimana de la Constitución, ante una situación “insostenible”. El dramático llamamiento de Carlos Lesmes se ha repetido este lunes cual mantra por tercer año consecutivo en la apertura del Año Judicial, tan aciaga como las dos anteriores, con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en funciones, lo que se traduce en una lacerante parálisis del órgano de gobierno de la judicatura, interino desde diciembre de 2018.

El bloqueo se yergue altivo desde entonces por la repetición electoral de las elecciones generales de 2019 y por la falta de acuerdo político para la renovación de sus veinte vocales, que tiene que ser acordada por una mayoría de tres quintos de los miembros de las Cortes Generales.

El PP se resiste a perder su poder en una de las instituciones clave del Estado, la que decide qué jueces ascienden a los más altos puestos de la judicatura.

El actual órgano de gobierno de los jueces cuenta con once vocales elegidos a propuesta del PP, siete del PSOE, una de IU y otro del PNV. Al frente está Lesmes, que fue alto cargo en los gobiernos de Aznar.

Durante su discurso, en presencia del Rey, como es habitual, Lesmes también cargó contra la reforma que impide que el CGPJ pueda hacer nombramientos clave en la cúpula judicial con el mandato prorrogado. Hasta la aprobación de esa norma había realizado 74 designaciones en los principales tribunales, 21 de ellos en el Supremo, donde se consideran especialmente sensibles porque esos puestos, salvo renuncia, se mantienen hasta la jubilación, fijada para jueces y magistrados a los 72 años.

Esa norma fue promovida por PSOE y Unidas Podemos y contó con un amplio respaldo parlamentario. A juicio del presidente del CGPJ, esta norma “ha venido a agravar” su situación y recordó que en el Tribunal Supremo hay once vacantes sin cubrir de una planta de 79 magistrados.

Casado sigue enrocado

Aunque Lesmes repartió las culpas del bloqueo de manera generalista, con dos grandes aludidos –PP y PSOE–, su exigencia de que las fuerzas políticas –todas– actúen con “patriotismo constitucional y generosidad” y renueven el órgano “en las próximas semanas” implica que urge a acometer la fosilizada renovación del órgano de gobierno de la judicatura de forma inmediata, lo que colisiona frontalmente con la fórmula a la que se aferra el PP de Pablo Casado para dar su indispensable venia, pues los populares exigen que se modifique la forma de elección de los vocales del CGPJ y que luego se renueve el órgano, lo que comportaría una tramitación parlamentaria que retrasaría la renovación. “No hay mejor forma de defender la Constitución que procurando su cumplimiento”, insistió Lesmes.

En los últimos meses los conservadores han desplegado una panoplia de condiciones versátiles para pactar la renovación: ora vetando a Unidas Podemos en las negociaciones, ora el sí de EH Bildu a los Presupuestos de 2021, ora la posición del socio minoritario del Gobierno en contra de la Monarquía..

Lesmes y los vocales interinos desde 2018 también podrían dimitir para liquidar el bloqueo, pero no parecen por la labor...

El último conejo que ha salido de la chistera de Casado es la exigencia de modificar el sistema de elección de los vocales para que los doce de extracción judicial sean seleccionados directamente por sus colegas –sin el concurso de tres quintos del Congreso y del Senado para la definitiva luz verde, tal y tal como sucedía hasta 1985, una reforma que curiosamente el PP se abstuvo de promover durante sus dos mayorías absolutas–.

En la actualidad los jueces hacen una criba de medio centenar de nombres, y luego los partidos eligen, siempre que alcancen esa mayoría en las Cámaras.

El Gobierno está dispuesto a revisar el sistema de elección, pero siempre después de renovar el actual Consejo. Por ahí no pasa el PP, A su juicio, se puede renovar el CGPJ con la actual ley, y al tiempo reformar el sistema para próximas ocasiones.

El caso es que este martes se cumplen 1.007 días de bloqueo del CGPJ y no tiene visos de salir del barro.

Otra opción para cortocircuitar el bloqueo es que Lesmes y el resto de vocales interinos desde hace tres años dimitan..., pero tampoco parecen por la labor.