España

Marruecos amaga con represalias

  • El Gobierno marroquí esgrime su cooperación en los "problemas" derivados de la inmigración y la seguridad y advierte que el caso Haidar "infecta" las relaciones · La prensa de Rabat cierra filas contra la saharaui

El caso Haidar sigue tensando las relaciones entre Rabat y España. El ministro marroquí de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, preguntó ayer desde Bruselas a la clase política española "con qué Marruecos quiere construir el futuro", si con el que coopera en materia de inmigración y para combatir la inseguridad o con el que "no quiere ni Magreb ni Europa". El titular de Exteriores del país vecino acusó a la activista saharaui Aminatu Haidar de ser la causante de su situación y de no ser una defensora de los Derechos Humanos, sino un miembro del Frente Polisario. "No podemos ceder a este chantaje. Ella misma se metió en esta situación voluntariamente", rechazando todas las salidas "excepcionales" que le propuso el Gobierno español, declaró Fassi Fihri tras una reunión con representantes de la Unión Europea.

Fassi Fihri, quien recordó que Marruecos "nunca" llegó a un acuerdo con España el pasado viernes para permitir el regreso de Haidar a El Aaiún, se preguntó "hasta dónde se irá a infectar la relación hispano-marroquí". "Hace años que se construye pacientemente esta relación en el sentido del interés recíproco y hemos hecho mucho. Es a esta España a la que me dirijo", agregó desde Bruselas.

El máximo responsable de la diplomacia marroquí recordó que España y Marruecos han hecho "mucho" por construir el futuro y que "cuando hay inmigración es con nosotros con quien habla y no con nadie más", así como "cuando hay problemas de inseguridad o perspectivas de inversión". "¿Es con ese Marruecos con el que ustedes deben construir el futuro o bien con el que no quiere Magreb y no quiere Europa?", recalcó.

En relación a la negativa de Rabat de dejar volver a Haidar a El Aaiún, manifestó que "no se puede recibir a quien dice que quiere entrar sin reconocer la nacionalidad y no usar el pasaporte marroquí".

La prensa marroquí, por su parte, cierra filas desde el comienzo de la huelga de hambre de Haidar, hace 22 días, en el aeropuerto de Lanzarote. Al Massae, el diario más vendido, llevaba ayer a su portada un montaje fotográfico de la activista paseando por la terminal del aeropuerto para destacar las "dudas" en torno a la "supuesta" huelga de hambre y su estado de salud. El periódico se hacía eco en su primera página de las declaraciones de Fouad Ali El Himma, líder del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y amigo personal del rey Mohamed VI -quien muchos ven como próximo primer ministro-, a un periodista español: "Rogamos a los políticos españoles que dejen de considerar Marruecos como un arma electoral".

El diario francófono Le Soir, que pertenece al mismo grupo de comunicación que el citado Al Massae, mostraba una instantánea de José Luis Rodríguez Zapatero bajo el titular "Marruecos-España, ¿la crisis diplomática?". El editorial de este periódico -en un ejercicio de recapitulación- ironizaba sobre la respuesta de la "maquinaria occidental" para buscar una solución al "folletín de la separatista Haidar". "¿Cómo se explica que el propio jefe de Gabinete de Moratinos lleve tres semanas haciendo el trayecto en avión Madrid-Canarias tomando claramente posición por la separatista? Esto es un grave atentado contra nuestra seguridad nacional que Marruecos debe atajar con medidas coercitivas, rápidas y sin concesión".

Otros medios francófonos con tirada importante, como Le Matin du Sahara et du Maghreb -la voz de Palacio- y Aujourd'hui Le Maroc -progubernamental- decidían ayer pasar discretamente por la cuestión y no llevarla a sus primeras páginas. Sin embargo, sus índices de noticias más leídas evidenciaban que el interés entre los lectores de la web es elevado. Tel Quel, el combativo semanario que sufrió el pasado mes de agosto el cierre de un ejemplar por publicar un sondeo sobre la figura del Rey, no dedicó ni una sola línea a la cuestión en su ejemplar de la semana pasada.

La calle hace piña con las posiciones defendidas por la clase política marroquí -y, en último término, con el monarca Mohamed VI-. "Gente que tiene cara de beato, tiene uñas de gato", responde en perfecto español Abdelali Barouki, profesor universitario en Rabat.

"La prensa española no dice que Aminatu ha renunciado a su nacionalidad marroquí, sólo que le han retirado el pasaporte. El caso está demasiado mediatizado y ella ha sabido escoger perfectamente el momento, justo cuando el Rey ha llamado -en el discurso pronunciado el pasado 18 de noviembre con ocasión del 34º Aniversario de la Marcha Verde- a ser contundentes en la cuestión del Sahara y a abandonar las ambigüedades", explica.

El doctor Bouziane, del hospital Avicena de la capital marroquí, asegura que [Haidar] "no encarna la lucha de los saharauis, porque si fuera así estaría trabajando en los campamentos de Tinduf, y no organizando esta provocación con la ayuda de los medios de comunicación". Este galeno rabatí critica que la activista se haya servido de las subvenciones y ayudas marroquíes y acusa a Argelia de estar detrás.

"La opinión pública marroquí cree que es una traidora, porque Marruecos le ha dado muchas cosas y ellas las ha aprovechado en su beneficio", afirma Karim Rami, un dentista residente en el centro de la capital marroquí. Hassan, encargado de un estanco cerca de la medina de Rabat declaraba con cierto recelo que los "marroquíes están en contra de esta mujer y siempre con su Rey".

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