Moción de censura en directo

Casado arremete contra la "moción de la impostura"

Moción de censura de Vox en directo

El líder del PP, Pablo Casado, ha iniciado su intervención en el debate de la moción de censura arremetiendo contra la "pérdida de tiempo" y la "moción de impostura" que supone esta iniciativa de Vox.

Casado se ha dirigido en todo momento a Santiago Abascal como el candidato que se presenta en esta moción y ha advertido que se ha demostrado que "no" está capacitado para presidir el Gobierno.

Además ha lamentado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vaya a salir de este debate "a hombros de los diputados de Vox". "Vaya capote le ha echado y vaya bajonazo con el que remata la faena", ha añadido.

Y le ha reprochado que la moción no es contra el Gobierno sino "contra el partido que le ha dado trabajo quince años, lamento decirle que el tiro le ha salido por la culata", ha añadido.

Casado ha anunciado también que el Partido Popular votará no a la moción de Vox tras un duro ataque al partido de Santiago Abascal, al que ha acusado de hacer una "mentira más" para que Pedro Sánchez siga en la Moncloa y buscar suplantar a los populares.

El líder de la oposición ha resuelto así la incógnita mantenida durante las últimas semanas, después de que el candidato de la moción, Santiago Abascal, y el presidente del Gobierno pidiesen este miércoles su apoyo.

Abascal: "¿Lo ha ordenado el machito alfa?"

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha preguntado este jueves a las cuatro diputadas de Unidas Podemos, que se han repartido el turno para rebatir la moción de Vox, si han salido a la tribuna para hacer "una caricatura de un personaje machista" y si lo han hecho por orden del "machito alfa", en alusión a Pablo Iglesias.

En su intervención, Abascal, que ha respondido así a las diputadas Sofía Castañon, Lucía Muñoz, Aina Vidal y Roser Maestro, ha tildado la intervención "sólo de mujeres" como una performance organizada por Iglesias para hacer una caricatura de Vox y tildarlo de machista y ha lamentado que las hayan utilizado de "figurantes", de "floreros" para "degradar" a la mitad de la Cámara.

Abascal ha advertido a las diputadas que no representan a las mujeres porque la gran mayoría de mujeres de España "no asalta capillas, no insulta ni agrede a policías, ni va pidiendo por la calle la muerte de la gente (Madrid será la tumba de Abascal) ni van gritando groserías (una copa menstrual en la boca de Abascal)".

El líder de Vox ha preguntado a las diputadas si también a ellas "les custodia (Iglesias) la tarjeta del móvil" o "cuando va a negociar los dineros con Irán ¿las llevan con velo o ni siquiera las invitan?".

"Avanzan a una república feminista sin el aplauso del presidente de Gobierno", les ha advertido el líder de Vox, que ha admitido que no le ha gustado lo que las diputadas han dicho de su persona y ha lamentado que las "utilicen" para atacar a su formación.

El líder de Vox ha reprochado a las diputadas que hagan esas caricatura de Vox y de su posicionamiento sobre la violencia de género y les ha recordado a el PSOE, su socio de Gobierno, es el único que ha mantenido en su cargo a un condenado por violencia contra su mujer y aquí ha citado a Jesús Eguiguren, presidente del PSE-PSOE "y artífice de las negociaciones del Estado con ETA".

Y sobre el terrorismo, ha recordado a su padre, miembro del PP y posteriormente de Vox, a quien acompañaba a las 8:30 de la mañana todos los días a levantar la persiana de su comercio, en Amurrio (Álava), "porque sabía que lo iban a matar, sus socios".

Abascal ha reprochado a las de Unidas Podemos que los llamen "clasistas" cuando se negaron a apoyar una propuesta de Vox para que fueran gratis las mascarillas y les ha dicho que "clasista y machista" es no pagar la Seguridad Social a tu asistencia, en referencia a la contratación irregular de un asistente por parte de Pablo Echenique.

Podemos acusa a Vox de ofrecer un discurso de odio alejado de la España real

Unidas Podemos ha utilizado este miércoles su turno en el debate a la moción de censura contra el Gobierno para acusar a Vox de ofrecer un proyecto de odio, basado en defender sus privilegios, ciego a la violencia machista e incluso a la ciencia que avisa del cambio climático y, sobre todo, alejado de la España real a la que dice defender.

"Se da la paradoja de que quieren gobernar un país del que no les gusta prácticamente nada: ni sus lenguas, ni sus pueblos, ni su diversidad, ni sus culturas, ni sus barrios ni sus gentes", ha dicho en la tribuna la diputada Sofía Castañón, una de las cuatro mujeres del Grupo Confederal que han tomado la palabra para expresar su rechazo a la moción de Vox.

La primera ha sido Lucía Muñoz, que ha comenzado acusando a Santiago Abascal de negar la realidad de la violencia machista y ha cuestionado que él o sus compañeros de partido "hayan sentido nunca el aliento en la nuca de la precariedad, encadenar durante más de una década contratos temporales, no poder emanciparse, no poder permitirse formar una familia o vivir en la exclusión social", que es la "realidad de cientos de miles de jóvenes y familias".

Muñoz ha definido la propuesta de Vox como una "moción de destrucción" contra un Gobierno que, ha dicho, se ha propuesto reconstruir el país con equidad y con derechos sociales y ha avisado de que, en realidad, servirá "ara señalar desde aquí a sus adversarios y enemigos políticos, y esperan que sus escuadristas actúen violentamente en las calles y los barrios".

Para esta diputada, Vox "da miedo" porque "revindica el odio y la violencia como algo propio", lo que le sitúa "en el fascismo, y a sus socios PP y Cs como cómplices". Muñoz ha respondido a los abucheos y gritos de Vox acusando a este partido de minar la dignidad de la cámara y convertir "a la sede de la soberanía nacional en el after de la democracia".

Para Castañón, la moción solo pretende "camuflar" su "vagancia" y su falta de propuestas en el Congreso: "dejen de tapar con banderas sus privilegios y su odio, dejen ese juego de humo y espejos, que son las banderas con las que buscan tapar sus vergüenzas".

Esta diputada ha comenzado leyendo los nombres de varias mujeres ilustres de la Segunda República, ha reivindicado a sus parlamentarios como sus herederos y ha remarcado que, aunque le pese a Vox, España camina hacia el horizonte de una república feminista.

"A mí que no me obliguen a ser solidario. A mi hijo que no le eduquen en diversidad. Que respeten mi derecho al odio y la ignorancia. Que no me toquen un solo privilegio. Y que no me vengan con el cambio climático", ha recitado la diputada, que acto seguido ha proclamado el orgullo de construir un "país de países" y donde no tenga cabida el odio.

Hoy se vota la moción

El Pleno del Congreso votará este jueves la moción de censura de Vox, que pretende hacer presidente del Gobierno a Santiago Abascal y que no cuenta con respaldo ni en los partidos del Ejecutivo de coalición ni en los de la oposición, por lo que todo apunta a que será la menos votada de las cinco registradas en la democracia constitucional.

Tras las casi once horas y media de debate en la primera jornada, la sesión plenaria se reanudará a las nueve de la mañana con los grupos parlamentarios que aún no ha intervenido, empezando por Unidas Podemos, con Lucía Muñoz y Sofía Castañón, por Podemos; Roser Maestro, por IU; y la diputada de En Comú, Aina Vidal.

Tras ellas será el momento de Vox, que tiene su propio turno de intervención, así como del PP, presumiblemente con Pablo Casado, y del PSOE, por boca de Adriana Lastra. Todos ellos dispondrán de un turno de 30 minutos y el candidato, Santiago Abascal, podrá ir contestándoles uno por uno, lo que les daría derecho a una réplica de diez minutos.

Pero también esta prevista, en algún momento de la mañana, la intervención del vicepresidente segundo del gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, tal y como ha anunciado la formación morada.

Concluido el debate, que previsiblemente se prolongará hasta el mediodía, se anunciará la hora de la votación. El Reglamento establece que ésta será pública y por llamamiento, pero sólo podrán decir su voto de viva voz los presentes en el hemiciclo. 

Parte de los votos son telemáticos

La Mesa del Congreso decidió que los que no acudan a la Cámara puedan emitir su voto telemáticamente, que después será leído por el secretario de la Mesa. Así, se alternará la votación presencial y 'delegada' cuando se vaya nombrando uno a uno a los diputados para que comuniquen su 'sí', su 'no' o su 'abstención'. La Mesa elegirá por sorteo quién empieza.

En el hipotético caso de que Abascal obtuviera el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso, se consideraría "investido de la confianza de la Cámara" a los efectos previstos en el artículo 99 de la Constitución. Pero si, como sucederá, la moción es rechazada, los diputados que la han suscrito no podrán firmar otra durante el mismo periodo de sesiones, es decir, antes de febrero.

Abascal no tiene ninguna posibilidad de desalojar a Sánchez de la Moncloa y, de hecho, su moción es la que parte con menos apoyos de las debatidas hasta el momento. De entrada, ya está confirmado el 'no' de PSOE y Unidas Podemos, de Ciudadanos, de las formaciones independentistas (ERC, Bildu, Junts, la CUP y BNG), de las nacionalistas (PNV y CC) y de buena parte de los demás partidos minoritarios, entre ellos Más País y Compromís y el grueso de los miembros del Mixto (UPN, Nueva Canarias, Teruel Existe y el Partido Regionalista Cántabro).

La primera moción de censura data de 1980, cuando el PSOE de Felipe González intentó sacar de La Moncloa a Adolfo Suárez, y, la segunda, llegó siete años después, en 1987, cuando la Alianza Popular de Antonio Hernández Mancha hizo lo propio contra González. Ninguna de las dos prosperó, como tampoco lo hizo la que, 20 años más tarde, impulsó Pablo Iglesias en 2017 contra Rajoy.

En 1980, Felipe González logró el respaldo de 152 diputados (socialistas, comunistas, andalucistas y tres representantes del Grupo Mixto), frente al rechazo de 166 y la abstención de otros 21 --en la sesión se registraron 11 ausencias--. Es decir, el PSOE se quedó entonces a 24 votos de conseguir la aprobación de la moción de censura, lo que catapultó a González, que dos años después logró una holgada mayoría absoluta. 

La moción menos votada

Más lejos de la mayoría se quedaron las mociones de Pablo Iglesias, que recabó 82 a favor (Unidos Podemos, ERC, Compromís y EH Bildu), y de Antonio Hernández Mancha (68 votos de la entones Alianza Popular, antecedente del PP)

La última moción, la que permitió a Sánchez acceder a La Moncloa en junio de 2018, fue la única que prosperó al reunir 180 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias) frente a 169 en contra (PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias) y una abstención, la de Coalición Canaria.

La de Vox, apunta a ser la menos votada ya que, de entrada, Vox solo cuenta con el respaldo de sus 52 diputados, por debajo incluso de los 68 votos de la Alianza Popular de Antonio Hernández Mancha en 1987 y de los 82 que cosechó Pablo Iglesias y Podemos en 2017.

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