España

Musulmanes, las otras víctimas

  • A pesar de los avances, los prejuicios y las sospechas permanecen diez años después.

El 11-M supuso un antes y un después para la comunidad musulmana en España. Desde entonces normalizar su vida es el objetivo de este colectivo que diez años después convive con prejuicios y sospechas por llevar la barba larga o la chilaba.

Estas son las conclusiones de varios imames de mezquitas y representantes de esta comunidad  en España. "El 11-M hizo que algunos medios de comunicación y las fuerzas de seguridad encasillaran a los musulmanes en el terrorismo internacional pero el pueblo español ha sido mucho más maduro y ha sabido diferenciar", afirma el secretario general de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary.

Recuerda que el 11-M se produjo cuando su comunidad aún sufría las secuelas del 11-S, que despertaron el miedo hacia los musulmanes. Pese a todo, considera que el rechazo que pueda existir hacia su comunidad no responde tanto a un motivo religioso como económico, ya que "la inmigración en España no tiene padrino". No obstante, apunta a la existencia de pequeños focos de islamofobia en partidos de extrema derecha, pequeños grupillos, hacen mucho ruido".

Según cifras del Observatorio de Pluralismo en España, el número de mezquitas en nuestro país se ha quintuplicado desde 2004 al pasar de 235 a 1.308 en 2014 y la presencia de musulmanes se ha doblado en estos diez años: de 801.284 a 1.732.191 personas, lo que equivale al 3 % de la población total. Un ejemplo de la normalización de esta comunidad se encuentra en el barrio madrileño de Lavapiés, del que procede una gran mayoría de los detenidos y condenados por la tragedia. Cinco mezquitas en 2014 frente a una en 2004, la llamada Comunidad Musulmana del Centro de Madrid Ibad Al Rahman.

Junto al pequeño púlpito de este modesto lugar de culto, su presidente Adel defiende que el Islam "no tuvo nada que ver con el atentado" y destaca el creciente "respeto" entre su colectivo y el resto de la sociedad. "Hemos avanzado mucho desde 2004 pero aun falta muchísimo por hacer porque los prejuicios son mutuos" explica Mohammed, imán de la mezquita pakistaní de este barrio, que entiende que tras una tragedia como la del 11-M exista "miedo y sospecha".

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