Congreso de los Diputados

Los Presupuestos de 2021 se abren paso gracias a los socios del Gobierno y Cs

  • Las cuentas de la coalición PSOE-Unidas Podemos comienzan la tramitación parlamentaria tras derribar las siete enmiendas a la totalidad

  • Inquietud en algunos barones socialistas por los pactos con Bildu y ERC 

La ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero, este jueves en el Congreso de los Diputados durante la segunda jornada del debate de los Presupuestos Generales.

La ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero, este jueves en el Congreso de los Diputados durante la segunda jornada del debate de los Presupuestos Generales. / Eduardo Parra (EP)

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 se abre camino en el Congreso gracias al apoyo de los socios habituales del Gobierno, a los que en esta ocasión se ha sumado Ciudadanos, que al rechazar las siete enmiendas a la totalidad permiten avanzar en la tramitación presupuestaria.

Esta tramitación pasa por una negociación de enmiendas parciales que se presenta compleja ante los vetos cruzados de ERC y Ciudadanos, que rechazan apoyar unas cuentas respaldadas por el otro al considerar que defienden políticas incompatibles, y el apoyo de EH Bildu a las cuentas, que algunos grupos ven con suspicacia.

Tras dos días de debate, el Pleno del Congreso ha rechazado en una votación conjunta las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, JxCAT, CC, Foro Asturias, BNG y la CUP por 198 votos en contra, 150 a favor y ninguna abstención.

Durante todo el debate la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha pedido apoyo mayoritario para salvar unas cuentas que se producen en un momento excepcional de pandemia y ha apelado insistentemente al diálogo tanto a ERC como a Cs, con el fin de que rechacen los vetos que se ponen mutuamente.

Mientras instaba a ERC a tener "altura de miras" para dejar a un lado las ideologías y votar finalmente un Presupuesto que favorece las inversiones en Cataluña, también pedía a Ciudadanos no vincular las negociaciones de otras leyes, como la educativa, con unos Presupuestos que nada tienen que ver con la inmersión lingüística.

"Simplemente usted no puede tomar la decisión por otra formación política para apoyar o no las cuentas", le indicaba Montero al portavoz de ERC en el Congreso, Rafael Rufián, que ha argumentado que rechazar a Ciudadanos no es un "veto" sino "autoprotección" frente a la derecha para sacar adelante medidas como subir los impuestos al juego "online", bajar el IVA a los productos de higiene íntima femenina o limitar el precio del alquiler.

Mano tendida de Arrimadas

La dirigente de Ciudadanos, Inés Arrimadas, también insistía en que el Gobierno deberá elegir con quién cerrar las cuentas y ha pedido a Montero que no ceda al chantaje de los separatistas y que no permita "la humillación" que infligen.

Arrimadas, que ha dicho que tenderá la mano "hasta el último minuto", ha recordado que la nueva ley de educación no es un buen camino, aunque en esta ocasión no ha insistido en ponerla como una línea roja.

"Me cuesta trabajo entender que haya leyes que al final afecten al debate de la Ley de Presupuestos", reiteraba la ministra tras añadir que la ley educativa tendrá la misma cuantía en las cuentas de 2021 sea con una enmienda o con otra.

Lo cierto es que el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha querido colocar a Ciudadanos fuera de la negociación presupuestaria tras señalar que "no han conseguido nada" en su estrategia de acercamiento al Gobierno, ni en materia económica ni laboral.

"Tenga cuidado, señora Arrimadas, no vaya usted a acabar apoyando unos Presupuestos socialcomunistas", le avisaba Echenique, tras defender un Presupuesto que supone un "cambio de lógica económica de 180 grados".

Desde el PNV, Idoia Sagastizabal también ha advertido de que "falta un buen trecho" para que el Gobierno consiga el apoyo definitivo de su formación, especialmente después de incluir una subida de la fiscalidad del diésel que se había acordado que no estaría y que "mina la confianza".

Pese a que Sagastizabal ha cargado contra algunas subidas tributarias, como la de los refrescos, y ha instado a prestar más atención a la industria, Montero se ha mostrado confiada en lograr su apoyo con este "socio prioritario" del Gobierno en el debate de enmiendas.

Mientras tanto, después de que el miércoles el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, anunciara el apoyo al Presupuesto, este jueves su portavoz parlamentario, Oskar Matute, lo ha confirmado porque importa más "el qué", el contenido de las cuentas, que "el con quién", los partidos que las apoyan.

Matute ha criticado la "tibieza" de las cuentas, pero se ha mostrado confiado en que serán "el primer paso" para avanzar en la reversión "del modelo neoliberal" de recortes, con una mayor apuesta por el gasto social y un sistema tributario más redistributivo.

Tras el rechazo de los vetos, las cuentas pasan ahora a la negociación de las enmiendas parciales en la Comisión de Presupuestos, para después someter a votación en el Pleno el texto enmendado, que de ser aprobado continuará su tramitación en el Senado, donde también podría sufrir modificaciones.

Inquietud en el PSOE

Gran parte de los dirigentes autonómicos del PSOE han criticado la negociación de los Presupuestos con partidos como EH-Bildu o ERC y han pedido explorar otras vías con aliados “más tranquilizadores”.

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, fue uno de los primeros en reaccionar a través de Twitter. “Ver a Otegi siendo clave para decidir los PGE del Estdo que combatió desde un grupo terrorista, me produce una sensación muy dolorosa”.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el deAsturias, Adrián Barbón, han admitido que les gustaría que el Ejecutivo de Sánchez “no tuviera que llegar a multipactos” con partidos como EH-Bildu.

Pero el apoyo de Bildu no ha sido el único que ha molestado a algunos barones del PSOE. “ERC es un aliado inquietante, por decirlo con un adjetivo suave”, aseguró el presidente aragonés, Javier Lambán.

La portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, justificó por su parte los pactos con ERC y Bildu incidiendo en que “son partidos democráticos que cuentan con la legitimidad que les da haber sido elegidos por los ciudadanos”.

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