El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado que tras la conferencia política celebrada este fin de semana, "el PSOE ha vuelto". Rubalcaba ha iniciado así su intervención en la clausura de esta conferencia que se ha celebrado durante el fin de semana y de la que el partido considera que sale con un proyecto renovado. El secretario general de los socialistas ha subrayado que el PSOE sale "imparable, fuerte, unido y con las ideas claras" de esta cita, y ha arengado a los asistentes: "¡Compañeros, somos el PSOE!". Se ha mostrado convencido de que los ciudadanos españoles echarán al PP del Gobierno por su "compulsiva adicción a la mentira" después de que en la campaña electoral los populares prometieran no hacer "lo que han hecho y sabían que iban a hacer".

"La mentira tiene las patas muy cortas, y en 2004 los echaron porque mintieron y han vuelto en 2011 mintiendo", ha denunciado Rubalcaba en su discurso en la clausura de la Conferencia Política que se ha celebrado este fin de semana en Madrid. Para el líder del PSOE, los socialistas han hecho en este cónclave un "ejercicio de verdad" frente a las "falacias" del PP que, a su juicio, prometió que la crisis acabaría en cuanto llegara al Gobierno porque se suponía que era un problema del Ejecutivo socialista. "Hemos hecho un ejercicio de verdad, hemos pensando en España a fondo", ha asegurado Rubalcaba, que ha alertado de que "nos estamos jugando el bienestar, y el rostro que queremos que tenga nuestra sociedad". Rubalcaba se ha sacudido este fin de semana los restos del proyecto moribundo que Zapatero alumbró en 2001 y ha abrazado otro repleto de promesas de reformas con el que aspira a recuperar la credibilidad perdida.

Rubalcaba tiene su proyecto

Si su futuro político pasa por tener un proyecto y ganar unas primarias, algo ha allanado el camino este fin de semana. Rubalcaba ya tiene su proyecto y los que ahora se ven fuera de él son los que hablan de la debilidad de su liderazgo, asegura un dirigente andaluz. La dirección del PSOE cuenta con el respaldo de Andalucía "para que se hagan los cambios", quizá en agradecimiento por la autonomía que han tenido para hacer los suyos.

Los andaluces dejan en manos de Rubalcaba el calendario de las primarias, "de las tres primarias", señalan, porque quieren que el famoso Comité Federal de diciembre o enero ponga fecha también a las autonómicas y municipales. Creen que si se hace bien se calculará el "mínimo común múltiplo" de lo que cada uno propone: unos febrero, otros octubre. "Que no tenga prisa por retrasarlo", pide un dirigente madrileño con la vista puesta en su candidatura a la alcaldía de la capital.

Otro madrileño más veterano no duda de que Rubalcaba aspira a ganar las europeas para presentarse a las primarias. Un buen resultado, al menos, le haría sentirse legitimado para seguir, mientras que un nuevo batacazo le llevaría a "dejar a Patxi". Algunos creen que todo el proceso no debería quedar "condicionado a si se presenta Alfredo o no" y, si en algo coinciden todos, es en que "si hay primarias, Chacón se presenta". Consenso hay para que las primarias nacionales sean antes de las autonómicas y municipales de marzo de 2015. Para las federaciones son un revulsivo, por la novedad sobre todo de que podrán votar los no militantes.

En dos meses a lo sumo el PSOE tendrá su calendario, un "calendario conjunto" también para las autonómicas y municipales, apunta un dirigente federal. Aunque el partido obtuvo hace dos años sus peores resultados en la historia de la democracia con Rubalcaba como cabeza de lista, los socialistas le eligieron para gestionar su propia crisis y reinventarles con un proyecto esperanzador. Dos años después, Rubalcaba ya tiene su proyecto. Atrás quedan los coqueteos liberales de Zapatero, los palos de ciego y los recortes que han desangrado al partido. Atrás queda Zapatero y su proyecto caducado después de doce años. Para algunos este rearme ideológico supone un giro a la izquierda. Para otros, un intento por corregir los excesos del sistema. La dirección del partido quiere ver un paralelismo entre el momento actual y aquel de 1982 en el que el PSOE aglutinó las ansias de cambio de la sociedad española.