España

Críticas y reproches en la despedida de Álvarez de Toledo, que cree "un error" su destitución

  • La hasta ahora portavoz del PP en el Congreso califica de "desdichadas" las causas argumentadas para su cese por el presidente del partido, Pablo Casado

Declaración pública de Cayetana Álvarez de Toledo a las puertas del Congreso tras su destitución. / EUROPA PRESS

Cayetana Álvarez de Toledo ha lamentado este lunes la decisión del presidente del PP, Pablo Casado, de destituirla como portavoz parlamentaria del partido, y ha tildado de "desdichadas" las causas argumentadas por el líder de los populares, además de considerar que es "perjudicial" para el partido.

"Lamento profundamente" una decisión "perjudicial" para el grupo popular, el PP y la causa que defiende esa formación, ha dicho Álvarez de Toledo en declaraciones a la prensa ante el Congreso de los Diputados, en las que se ha mostrado en desacuerdo y ha rebatido las causas esgrimidas por Casado para tomar esta iniciativa.

Sus declaraciones, en las que no ha aclarado cual será su futuro político porque ha asegurado que aún no lo tiene decidido, se producen poco después del que el PP anunciara en una nota que Casado la va a sustituir como portavoz parlamentaria por Cuca Gamarra, que es la actual vicesecretaria de Política Sectorial del partido.

Álvarez de Toledo, quien no ha desvelado si va a dejar el partido y su acta como diputada, ha realizado una larga intervención ante los medios, de una media hora, para explicar que Casado le comunicó esta misma mañana su destitución y los motivos de la misma.

Estas empiezan por que Casado considera que la concepción de la libertad de la portavoz parlamentaria "es incompatible con su autoridad" algo que ve como la culminación de la expresión de que es "un verso suelto" en el partido y se ha preguntado "de qué".

Una discrepancia que se ha ejemplificado en la última polémica por la decisión de la dirección de no permitir que Gabriel Elorriaga siguiese como su asesor parlamentario tras tomar el acta de diputado.

Pero también hay otras razones, como que a Casado no le interesa dar la "batalla cultural" que Álvarez de Toledo propugna y no está de acuerdo con su propuesta de Gobierno de concentración, donde se ha centrado el "mayor reproche" del líder del PP, según la portavoz parlamentaria, como tema "más importante o decisivo".

Y, además, que en septiembre empieza una nueva etapa política y a Casado "le preocupaba" la actitud que pudiera tener ante los presupuestos y la negociación del pacto por la justicia, ya que ella no es partidaria de negociar con el PSOE el reparto de cargos en los órganos judiciales.

Por su parte, Álvarez de Toledo ha recriminado las injerencias de la dirección nacional en el grupo parlamentario, que ha personalizado en el secretario general, Teodoro García Egea, quien "desde el minuto uno intentó restringir al mínimo la autonomía" de la dirección del grupo parlamentario.

De hecho, ha lamentado que ningún portavoz de la oposición en el PP ha tenido "menos autonomía" que ella en el desempeño de sus funciones.

Ha justificado que las distintas discrepancias con el partido no suponen "deslealtad" y ha advertido que la negación del debate interno dificulta la necesidad de ensanchar las bases del partido por lo que podrán tener "un Partido Popular más homogéneo pero no por eso más grande y más fuerte, sino al revés".

En todo caso, ha dicho que no quiere analizar su destitución en términos "de victoria o derrota" de la línea que ella representa en el partido, y ha insistido en explicar que tampoco su destitución se debe a una "supuesta apuesta por la moderación frente a la radicalidad".

A su juicio "la unidad nace del debate y no de la imposición", y se ha mostrado convencida de que Casado "necesita a su lado personas con criterio propio".

La remodelación del equipo directivo popular incluye también el nombramiento del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como portavoz nacional, y de Ana Pastor como vicesecretaria de Política Social.

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