"Faltan cuatro días para la reconquista". El animador del mitin que Vox ha celebrado este jueves en Sevilla lo ha repetido dos veces antes de que apareciese en el atril Santiago Abascal. Unos 3.500 simpatizantes han abarrotado el auditorio de Fibes, el Palacio de Exposiciones y Congresos de la capital andaluza a sólo cuatro días de las elecciones generales del próximo domingo, 28 de abril. Sin contar a los que se han quedado fuera y que el jefe del partido ha saludado antes de entrar. 

Santiago Abascal saluda a los asistentes a su mitin en Sevilla.

Santiago Abascal ha protagonizado el mitin más multitudinario de la campaña del 28-A. Acompañado por los 12 parlamentarios andaluces, punta de lanza de Vox en el país, el líder de la formación ha tardado casi media hora en llegar al escenario para comenzar el mitin. Un escenario que casi inauguró, ante un patio de butacas abarrotado Susana Díaz antes de la guerra fratricida que, entre otras razones, la ha sacado de San Telmo. Después lo utilizaron Albert Rivera y Pablo Iglesias, el segundo con más suerte que el primero, pero hacía años que no se veía una excitación similar entre los asistentes. 

Tras varios candidatos provinciales como teloneros, ha llegado el presidente de Vox, aclamadísimo. "Gracias a los andaluces por ser los adelantados de la reconquista", ha espetado, en referencia al resultado de las andaluzas. "Aquí surgió el chispazo", ha insistido. Después ha empezado una letanía con todas las cosas que, según su relato, no se podían hacer en España antes de la irrupción de Vox. Ha desgranado una por una, todas sus batallas contra la "dictadura progre".

El juez Francisco Serrano, diputado autonómico y portavoz de Vox, saluda al público de Fibes.

"No se podía manifestar orgullo de ser español", ha insistido Abascal, que también se ha referido a sus críticas a la inmigración ilegal, la "islamización" que "condena" a Europa al "multiculturalismo". Abascal ha aludido asimismo a su rechazo al aborto, a sus críticas a la "burocracia europea" y ha defendido su derecho a "cuestionar" lo que ocurrió el 11-M en Madrid. 

Vox asegura que no se cree las encuestas, que es la calle quien les da el pulso. Hay que darles la razón cuando afirman una y otra vez que son los únicos capaces de llenar auditorios sin autobuses y bocadillos. La duda está en saber cómo se traducirá en las urnas la marea callejera. Los encuestadores dan amplísimas horquillas en sus pronósticos, porque no hay datos previos para hacer cocina.

El número uno por Cádiz, el general de brigada Agustín Rosety, telonero de su jefe de filas, dice haber constatado esta teoría en sus viajes por la provincia para hacer campaña. "Los pescadores de Barbate no están preocupados por el heteropatriarcado capitalista", ha espetado el militar después de acusar a "la izquierda" de "abandonar a los trabajadores" por temas que "sólo le interesan a cuatro progres". Entre proclama y proclama, los asistentes han lanzado vivas a España y gritos como "Gibraltar español".

La candidata al Congreso por Sevilla, Reyes Romero, ha dado cifras sobre afiliados. Son 2.000 los sevillanos con carnet de Vox. "Hace no tanto, éramos 3.000 a nivel nacional", ha dicho antes de recordar que son ya "45.000" los militantes del partido de Abascal en todo el país. "Vaya panda de fachas que nos hemos juntado", ha ironizado la dirigente sevillana, que ha sido la primera en recordar a "la derechita cobarde y la veleta naranja".