José Ignacio García | Coordinador provincial de Podemos

“El chalé de Galapagar es un error estratégico”

  • “Andalucía tiene ahora un Gobierno que se parece muy poco a los andaluces”

  • “Nuestro reto es ampliar el número de alcaldías porque con la de Cádiz ya cuento”

  • "Tenemos la misma fuerza y el mismo entusiasmo que hace cuatro años, pero ahora con más inteligencia”

  • "Veremos qué hace Pedro Sánchez a partir del 29 de abril. Yo intento no ser muy ingenuo con el PSOE”

José Ignacio García, fotografiado en la calle San José de Cádiz.

José Ignacio García, fotografiado en la calle San José de Cádiz. / Marcos Piñero

–¿Puede decirse que Podemos triunfaría en esta triple cita electoral en la provincia si consigue mantener la Alcaldía de Cádiz y que fracasaría si no lo logra?

–Yo es que con la Alcaldía de Cádiz ya cuento. Nuestro objetivo es aumentar el número de alcaldías en la provincia. La bandera es Cádiz, claro está, pero no hay dudas de que la vamos a mantener. En la ciudad de Cádiz lo que buscamos es dar un salto aumentando el número de concejales para poder desarrollar nuestro programa y no tener que estar otra vez a expensas de una oposición que se ha dedicado en estos cuatro años a poner palos en la rueda. Con la fuerza que teníamos en 2015, que era limitada, hemos dado saltos grandísimos en la ciudad. Los que somos de fuera y venimos habitualmente lo vemos con envidia sana.

–Aparte de las de Cádiz y Puerto Real, ¿con qué otra Alcaldía sueña Podemos en esta provincia?

–Uf, yo es que no soy objetivo, porque soy de Jerez. Pero si tuviera que decir cinco alcaldías, me quedaría con las de Cádiz, Puerto Real, Jerez, Algeciras y El Puerto. Yo estaría muy atento sobre todo a El Puerto. Desde que nació Podemos, allí no paramos de crecer en votos.

–¿En cuántas localidades gaditanas habrá al final confluencia con IU para las municipales?

–Eso no está cerrado todavía, porque seguimos en conversaciones. Pero esa confluencia se ha anunciado ya en Algeciras, Cádiz, Jerez, La Línea... Hay sitios en los que, a mi pesar, la unión no será posible. Pero en las grandes ciudades creo que lo conseguiremos.

–¿Qué admira y qué no le gusta de Izquierda Unida?

–Lo que más admiro es que en los momentos más duros para los que queremos una sociedad más solidaria, cuando parecía que todo se compraba y se vendía, ellos mantuvieron la llama de la izquierda, cada uno en su pueblo y de forma heroica. Ese es su legado. Y lo que menos me gusta... uf, es que somos primos. Digamos que algunas veces en IU y en Podemos nos apegamos demasiado a las siglas.

–Antes de las municipales hay unas generales y las encuestas no parecen muy halagüeñas.

–Todo está muy abierto y los sondeos lo que dicen es que hay mucha gente que decide el voto en las últimas 48 horas. Para estas generales tenemos la misma fuerza y el mismo entusiasmo que hace cuatro años, pero más inteligencia.

–La coalición Podemos-IU no dio resultado ni en las generales de 2016, ni en las andaluzas de 2018. ¿Por qué?

–Si hemos perdido votos no ha sido por la unión sino por otros factores como el desencanto por la política o la llamada al voto útil. La culpa y las virtudes son conjuntas. Para ambas militancias seguimos siendo dos organizaciones diferentes, pero en el imaginario colectivo de la gente que no participa en política, ya somos uno.

–¿Qué queda en Podemos del movimiento del 15-M?

–Mucho. El 15-M, junto con el movimiento feminista del 8-M, es lo más importante que ha pasado en España desde la Trasición. Las dos cosas han tambaleado la mesa de la sociedad española, y ese tambaleo se mantiene.

–¿Cuántos votos le quita a Podemos el chalé de Galapagar?

–Siendo una cuestión privada, porque Pablo Iglesias con su dinero puede hacer lo que le dé la gana y eso no es éticamente reprobable, yo sí creo que el chalé de Galapagar es un error estratégico. Eso nos ha desgastado, no tengo dudas, pero posiblemente ese desgaste será menor de lo que se dice.

–El alcalde de Cádiz y Teresa Rodríguez pusieron rápidamente distancias con Pablo Iglesias en ese asunto. Parece que hay mucho distanciamiento con él.

–Teresa Rodríguez ha sido muy clara. En Andalucía hemos decidido una línea política propia y la vamos a mantener. Hay elementos con los que chocamos con la dirección nacional, como por ejemplo con la visión que tenemos del PSOE. Para nosotros ese partido forma parte del engranaje del régimen del 78. Nosotros opinamos que hay que mantener la mano tendida al PSOE pero sólo para cuestiones puntuales, para cosas que mejoren la vida de la gente o para frenar a la derecha. Pero no vemos bien entrar en cogobiernos con el PSOE.

–Pero me imagino que Podemos preferirá al PSOE de Pedro Sánchez que al de Susana Díaz, ¿no?

–Yo es que no veo muchas diferencias políticas entre los diferentes sectores del PSOE. En términos socioeconómicos y de modelo de sociedad, son lo mismo. En los ayuntamientos hemos demostrado que preferimos al PSOE antes que a un gobierno de derechas. Pero veremos qué hace Pedro Sánchez a partir del 29 de abril. Todo lo que le podamos arrancar para mejorar la vida de la gente, perfecto. Pero es el mismo PSOE de las reformas laborales, del artículo 155, del rescate a los bancos... Yo intento no ser muy ingenuo con el PSOE.

–Sé de muchos que preferían a Juan Antonio Delgado antes que a Noelia Vera de cabeza de lista de Unidas Podemos por Cádiz.

–Bueno, los dos son muy buenos candidatos y se complementan perfectamente pese a tener perfiles diferentes.

–¿Pero Noelia Vera ha hecho algo por Cádiz? Si está tan centrada en la dirección federal, igual podría haber ido por Madrid.

–Ha hecho lo que ha podido por Cádiz. Ha venido a veces, ha estado pendiente de algunos temas de empleo... pero es que juega un papel fundamental como portavoz de Podemos. Y lo hace muy bien.

–¿Cómo se frena a la derecha?

–Sobre todo entendiendo que eso no se hace exclusivamente desde las instituciones. La gente de izquierdas tenemos que estar en cada barriada, en cada centro de trabajo, en donde están los problemas de la gente. Porque donde somos fuertes, no entra la derecha.

–En Andalucia no lo lograron.

–Pero es que el PSOE abrió las puertas a unas políticas que destruían lo público. Y cuando abres la puerta a la derecha, se cuelan. Nosotros queríamos abrir en Andalucía un proyecto de solidaridad, de futuro, y lo que tenemos es un Gobierno que se parece muy poco a los andaluces. Este Gobierno está obsesionado en bajarle el impuesto a los ricos, no defiende el autogobierno de Andalucía y está sostenido por la extrema derecha, que es insolidaria, machista y oscurantista. Y el pueblo andaluz no es como ellos. Ahora tenemos que evitar que esa derecha implante su modelo de España, ese en el que no hay sitio para los feministas, la gente de izquierdas, el colectivo LGTBI, los que se sienten más catalanes que españoles... Quieren echarnos. Y yo quiero una España en la que quepamos todos.

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