La permanencia en el Grupo Mixto a lo largo de los próximos cuatro años es un problema económico para los partidos que lo formen, porque cuantos más se integren en él, y en esta legislatura habrá siete si no se producen cambios, menos dinero recibirán del Estado. Los resultados del 9-M han propiciado una configuración del Mixto en la que, de momento, aparecen ERC (tres diputados), BNG y CC (dos) e IU, ICV, Na-Bai y UPyD con uno por cabeza. En total, 11 asientos.

La Mesa de la Cámara Baja, según el artículo 28.1 del reglamento, confiere a los grupos parlamentarios una subvención fija, pero también otra cuantía variable en función del número de diputados adscritos. Fuentes de la Cámara Baja explican que la financiación exacta hasta 2012 está por determinar, pero a tenor de las subvenciones de la pasada legislatura que cada uno de ellos percibe aún, queda claro que si el Grupo Mixto no sufre variaciones tendrá que ajustarse el cinturón.

Tales cantidades, por tanto, provienen del último periodo de sesiones, cuando el Grupo Mixto lo formaban nueve diputados: dos del BNG, dos de CC y uno de CHA, EA, Na-Bai y Nuevas Canarias, así como Joaquín Calomarde, el parlamentario que previamente había abandonado la bancada popular.

El Mixto percibe actualmente, en concepto de subvención, 132.682 euros, que ha de dividirse entre los seis partidos citados de acuerdo con el número de diputados con los que cuenten. Pero en la legislatura que empieza la situación se tuerce: el Mixto tendrá crecerá, por lo que el montante resultará ligeramente superior al mencionado, pero la diferencia no compensará las necesidades de los partidos.

De ahí la relevancia que ERC, IU, ICV, BNG y CC han dado a la negociación para conformar un grupo propio. Por ejemplo, IU, que logró grupo propio la pasada legislatura al unirse con los dos diputados de ICV, recibe todavía una subvención de 112.563 euros que no ha de compartir con ninguna formación más. Figurar en el Mixto supone dejar de percibir la parte que corresponda de la subvención de 15 millones de euros que el Estado otorga a los partidos con grupo propio por el gasto en correo publicitario de la campaña.

Los partidos sin agrupación parlamentaria también se ven abocados a mermar su plantilla de asistentes. ERC e IU son los partidos que más notarán la adscripción al Mixto, ya que tendrán derecho a muy pocos de los 183 asistentes que el Congreso pone a disposición de las formaciones con grupo. De acuerdo con el reparto de escaños de la pasada legislatura, el PSOE contaba con 79 asistentes, el PP con 74, CiU con 7, ERC con 6, PNV con 5, IU-ICV con otros tantos y el Mixto con 7, pero a repartir sólo entre seis fuerzas políticas.