Broche final La XV Edición vive hoy sus últimas horas y concluye hasta el año que viene

Ajopollo, un hito en la cocina de la imaginación

  • En la mañana de ayer, el premio al mejor plato recayó sobre un joven almeriense de 27 años · El certamen termina hoy con la realización de una tortilla a elegir

"Mamá, ¿dónde está el pollo?". Era la eterna pregunta de los niños en aquellos tiempos en que el hambre "hubiera podido forrar todos los muros de la casa", explicaba ayer José María Garrido, profesor de la Escuela de Hostelería y miembro del jurado en el XV Concurso de Gastronomía Almeriense. Durante la Guerra Civil y la Post-Guerra había que agudizar el ingenio para llenar, en la medida de lo posible, el estómago de las familias. Y de ahí surgieron recetas típicas de nuestra cultura culinaria como es el caso del ajopollo, elegido ayer para el certamen, que, de carne, tenía más bien poco.

"Nos decían: tú come, que ya llegará", recordaba Garrido. Y, al llegar al final del plato, la expectación desaparecía, pero al menos las patatas llenaban el hueco del estómago de cara a la tarde. Los había con más suerte. Una de las concursantes, Isabel Bisbal, contaba que lo del ave mítica era cierto, al menos en parte. "El plato tenía el pollo pintado!".

Éste y otros guisos, a pesar de lo común de sus ingredientes, no quedarán jamás en desuso, porque ganan por goleada al fast-food tan común en nuestros días, gracias a su tradición y al sabor que los caracteriza.

La elaboración del ajopollo no es complicada. Hay variantes en lo que a condimentos se refiere, pero el procedimiento a seguir es, básicamente, el que sigue.

Primero se fríen los ajos, el pan, los pimientos secos... luego se 'marcan' las patatas dándoles una vuelta en la sartén (aunque hay quien prefiere cocerlas directamente). Y, por último, se añaden todos los ingredientes a la olla y se deja terminar a fuego lento, junto con los huevos, que quedan escalfados.

Voilà! Un plato de caliente listo en poco menos de una hora. Perfecto para los días de invierno, aunque algunas madres nos 'torturen' en agosto...

Con el paso de los años, muchos siguen fieles a la receta original. Sin embargo, hay quienes prefieren 'alegrar' el caldo, bien con pollo, bien con pescado (es común el uso de la pintarroja, bastante barata, que sigue el espíritu 'ahorrador' del plato).

Entre los seis participantes de ayer, hubo variedad de gustos. Cada uno le dio su 'toque' especial al guiso añadiéndole, o no, los ingredientes 'complementarios'. Pero sólo uno fue el elegido para llevarse a casa el premio del día.

Manuel Jorge, un joven almeriense de 27 años, destacó por encima de la veteranía de sus oponentes y no dejó lugar a dudas: la juventud no está reñida con el gusto por la comida de toda la vida.

"Lo mío es puramente vocacional", contaba, "yo aprendí a cocinar en casa, con mi abuela. Nunca he estudiado gastronomía".

Con este premio se cumplen ampliamente las expectativas del concurso que nació, según explicaba Garrido, para dar fe de que "el Mc Donalds y la bodega de toda la vida pueden convivir".

El certamen culinario cierra hoy sus puertas con la participación de un concursante de excepción, el alcalde capitalino Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, y un plato: tortilla con ingredientes a elección.

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