Feria

Atención y disposición en los aparcamientos de Verdiblanca

  • La empresa social es la encargada de coordinar los estacionamientos del Recinto Ferial

Antonio López pita con el silbato a un coche, que entra en los aparcamientos del Recinto Ferial, para indicarle el sitio en el que puede aparcar. Se baja una familia, y José Ibáñez se acerca a señalarles que tienen que sacar el ticket en la taquilla principal. Forman un buen equipo, donde la comunicación es esencial. Ellos, junto con otros 23 compañeros, son los encargados de velar por el orden en los estacionamientos, y trabajan para la Asociación de Personas con Discapacidad. "Nuestra principal función es la de proporcionar aparcamiento y acceso lo más cómodo posible a las personas que vienen a la feria", define Paco Alcalá, el encargado.

La paciencia y el respeto son esenciales estos días, durantes las doce horas que trabajan los empleados, y tanto por su parte como por la de las personas que acuden a estacionar su coche antes de entrar a la Feria. "Hay que informar con paciencia y educación, yo ya me he acostumbrado a esto", confiesa José Ibáñez. Su compañero, Antonio López, explica que cada calle tiene su controlador, y entre todos se van comunicando qué zonas están llenas y cuáles se quedan con plazas libres, para así indicar a los conductores. Los trabajadores de Verdiblanca ya están acostumbrados a este tipo de trabajo, y es que su empleo habitual reside en los aparcamientos de los hospitales de Torrecárdenas y Bola Azul, así como en el puerto y la playa.

"Estamos muy contentos por poder trabajar, tal y cómo está la cosa y la dificultad que nosotros tenemos, no nos podemos sentar en el sofá a que nos caiga el trabajo", señala el encargado Paco Alcalá, y añade que en Verdiblanca procuran adaptar el perfil de cada persona al trabajo que se le asigna. Todos los días el trabajo de este equipo es fantástico, pero Paco Alcalá quiere mostrar sus disculpas por el lunes por la noche, cuando finalizó el partido del Almería y más de 700 coches quisieron salir a la vez. Pese al lío, supieron gestionarlo de la mejor forma posible, indica Rosa Granados, trabajadora social, que gestiona la taquilla del aparcamiento. "La gente está muy involucrada con los compañeros con discapacidad y tienen mucha paciencia porque hacen que el tráfico sea muy fluido", refiere Rosa Granados. El perfil de las personas que acuden es el de familias con niños, y la hora punta, cuando tienen lleno completo, es de 19:00 a 00:00 horas. Un excelente trabajo hecho con la mejor sonrisa y dedicación.

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