Feria

Claveles y confeti colorean el centro

  • Durante la tradicional Batalla de Flores, que se celebró ayer, se lanzaron 35.000 flores junto a 8.000 bolsas de confetí y 200.000 rollos de serpentinas · Una veintena de carrozas desfilaron por la capital

Hablar de la batalla de las flores es hablar de uno de los festejos más tradicionales que tiene lugar durante la celebración de Feria y fiestas de Almería en honor a la Virgen del Mar. Una lucha inofensiva que cuenta con la peculiaridad de llenar de claveles, serpentina y confeti las principales calles del centro de la ciudad que se convierten en una improvisa alfombra multicolor.

Cientos de niños montados en una veintena de carrozas -todos ataviados con el traje típico- forman parte del cortejo de la batalla floral a la que se suman los clásicos gigantes y cabezudos, que abren el desfile, y los grupos que participan en la XXVI edición del Festival Internacional de Folclore Ciudad de Almería, que amenizan el recorrido con particulares y sonoros bailes.

Una batalla de flores que llenó de ambiente festivo la tarde de ayer. Cuando el reloj pasaba unos minutos de las 19:30 horas comenzó este gran festejo, que secundaron como ocurre edición tras edición miles de almerienses.

Las calles del recorrido, que comenzó como ya es habitual en la calle Granada, rebosaban de niños y mayores que esperaban pacientes ver pasar el desfile en el que también participaron interpretando animados pasacalles y pasodobles (Francisco Alegre, Paquito el chocolatero...) las bandas de música San Indalecio de La Cañada de San Urbano y Los Iris de Instinción.

Después de partir de la calle Granada, la batalla floral prosiguió por Puerta Purchena para tomar el Paseo de Almería. Muchos almerienses y visitantes tomaron esta emblemática calle para descubrir un colorido y musical espectáculo que sorprende, sobre todo, a los reyes de la casa.

Los más pequeños, aunque la mayoría apenas balbuceaban, disfrutan a lo grande de esta cabalgata. Es el caso de Juan Francisco Cobos que con sólo un año sonría impulsivamente al ver pasar cada una de las carrozas.

Y es que las caras de los niños hablaban por sí solas, al igual que sus ojos que se iluminaban al paso de las coloridas carrozas, que son realizadas por algunas de las asociaciones de vecinos de la capital (La Torre, Cehinor, Nueva Almariya, San Antonio de Ciudad Jardín...) y otros colectivos sociales, como las socias del Centro Municipal de la Mujer.

No obstante, los padres y abuelos -en general los acompañantes de los niños- también viven con gran alegría esta cabalgata al comprobar la ilusión que despierta en los niños ver pasar los diferentes carromatos y grupos de baile de diferentes nacionalidades.

Llegados al final del Paseo, el desfile continuó hacia la plaza Emilio Pérez y de ahí a las calles Canónigo Molina Alonso, Artés de Arcos, Maestro Padilla, Altamira, Doctor Carracido y la Rambla Federico García Lorca hasta la altura del Anfiteatro, donde el desfile llegó a su fin.

Un total de 35.000 claves de diferentes colores, junto a 8.000 bolsas de confeti y 200.000 rollos de serpentinas, llenaron de color las calles por las que discurrió la clásica batalla de flores.

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