Sí, los toros, la fiesta de los toros. Siempre en la suposición que los toros sean bravos, que para eso se crían. Siempre en la garantía que sean de lidia aunque esta sea mala. Pero la bravura o la mansedumbre es una condición de los toros como lo es el que el ser humano sea bueno o malo. Es decir, la condición de toro el animal la tiene aunque luego desarrolle casta o genio. Cuestiones que viene a tino clarificar, si usted me lo permite.

Toro bravo es aquel que se crece en la pelea con independencia de que eso sea en continuo o a más. El toro de salida se defiende. Hay que tener en cuenta que al no ser un carnívoro no tiene necesidad de atacar. Esa condición la desarrolla para defender su territorio en majestuoso comportamiento. Cuando el torero llega a esos límites es cuando se produce la embestida. Algunos lo hacen de largo y otros más en corto. Algunos al primer toque y otros en la insistencia del mismo. Algunos cruzándose al pitón contrario, terrenos de defensa para el torero, y otros al hilo siendo más fácil que el lidiador sea visto.

El toro que suma a la bravura nobleza tiene casta. Y si demás tiene fuerza mejor. Pero los hay que muestran mansedumbre. Es decir, son huidizos, se asustan, no quieren guerra, se cobijan donde más seguros se encuentran, la embestida en caso de haberla es incierta. Y si el manso tiene fuerza entonces se dice que tiene genio. Otra cosa es su lidia. Todos la tienen siempre que el torero sepa sacar sabiduría y haga el toreo según estas circunstancias. Porque el toreo puede ser defensivo o de ataque. Y ahí es donde se definen los toreros. Hay que entender la bravura como una excepcionalidad única en el mundo. Y hay que entender la mansedumbre como una condición y no como un defecto. Es imposible que todos los toros embistan con bravura. Es imposible que en el arte inmediato y efímero del toreo todas la lidias sean posible e iguales. Pero esta imposibilidad en Almería es más infrecuente que en otros lares. Porque si de algo se identifica a esta tierra, además de amable, es de ser tierra donde los toros en feria embisten con bravura.