La Orquesta Ciudad de Almería y el Coro OCAL maravillaron en la noche de ayer a los más de 4.000 espectadores que se dieron cita en el parque de Las Almadrabillas, con un repertorio musical basado en grandes clásicos de la historia del cine.

La primera parte del espectáculo estuvo protagonizada por la Orquesta, dirigida por el director, pianista y compositor, Miquel Ortega, que comenzó su intervención con la música de La Fanfarria, la mítica música de la 20 Century Fox, para, posteriormente, hacer un gran viaje a través de las bandas sonoras de esas películas que forman parte de la vida de todos como Lo que el viento se llevó, E.T o Star Wars. Mientras los componentes tocaban, los asistentes pudieron disfrutar de imágenes de dichos filmes, lo que sin duda hacía más entretenida ña noche a los asistentes al evento, que destacaron por la presencia de gente de todas las edades.

Una vez concluyó la actuación de la Orquesta Ciudad de Almería, fue el turno del Coro OCAL, compuesto por 4 voces divididas en 26 sopranos, 18 contraltos, 8 tenores y 14 bajos. Así, y bajo la dirección de Nieves Zurita, ofrecieron un repertorio escogido por la propia directora en el que destacaron el Jerusalem of Gold, de La Lista de Schindler o el Ave María Guaraní y River, de La Misión.

Por su parte, el coro infantil formado por 22 niños preparados especialmente para la ocasión, brilló con luz propia al cantar la banda sonora de Los chicos del Coro. Además, el concierto guardó una sorpresa hasta el final, ya que los pequeños interpretaron el famoso Heigh-Ho, la tan recitada por tanta gente melodía de Blancanieves y los 7 enanitos.

El evento, que contó con el patrocinio del Diario de Almería, resultó un año más todo un éxito de participación ciudadana y, como dijo el presentador del mismo, José Antonio Fuentes, director de InterAlmería Televisión, se ha convertido en "acto ineludible de la Feria de Almería, como demostró que, además de las 4.000 personas sentadas en los otros tantos asientes preparados por la organización, otras 500 siguieron el concierto de pie, rompiendo en aplausos cada vez que la ocasión lo permitía.