-¿Cree que se nota la crisis en las fiestas patronales de este año?

-Se nota de una forma muy importante. El domingo prácticamente las casetas estaban vacías y en las atracciones apenas había público ni niños. Da tristeza ver una situación así.

-¿Por qué todo el mundo añora la Feria que se celebraba en el puerto de Almería?

-Yo era concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Almería cuando la Feria se desarrollaba en el puerto y además era la única que se hacía. Era muy sentimental y tenía mucho atractivo por el enclave en el que estaba, pero era imposible mantenerla allí porque no había espacio y además interrumpía una arteria principal de acceso y salida a la capital.

-Cuando fue alcalde fue el artífice del cambio de recinto a la zona de El Zapillo ¿Qué innovaciones se introdujeron entonces?

-Nos inventamos una cosa muy bonita. Todas las casetas, que entonces eran más de 40, tenían que tener una portada inspirada en algo característico de Almería. Y con el traslado, como vimos que el centro se quedaba prácticamente sin actividad, decidimos instaurar la Feria del mediodía que en nuestra ciudad, ni existía. Hablo del año 1989. Yo fue el impulsor de la que ahora ya es una tradición en el centro de Almería, por lo que abogo porque se quede donde empezó y si quieren también traerla al recinto ferial me parece bien que se desarrolle en ambos lugares.

-¿Que le falta a estas fiestas que se celebran ahora en la Vega?

-No me toca a mí ahora pensar en eso, ni plantearlo. Pero sí veo algunos elementos como es el hecho de que de un año para otro se repite siempre lo mismo. El programa siempre es el mismo aunque cada año con recortes. Creo que no se hace un planteamiento atractivo por parte del Ayuntamiento para que se monten más casetas. Hay que incentivar más la Feria.

-¿Qué le parece que este año dos ferias andaluzas coincidan?

-Me parece un error garrafal. En otras ocasiones la Feria de Almería se ha llevado hasta el día 1 de septiembre y no ha habido problemas, estando yo de responsable. Desconozco si ha sido cuestión política o religiosa, pero lo que sí creo es que ha perjudicado a una y a otra ciudad. Sin ir más lejos, hemos perdido muchos aficionados taurinos, entre otras cuestiones.