Feria

Los clásicos de la carretera siguen dando mucha guerra

  • Cerca de una veintena de coches de los llamados "míticos" hacen de la Plaza Vieja un Museo de kilómetros e historia

La Plaza de la Constitución se convirtió ayer en un escaparate para los coches clásicos. Más de una veintena de vehículos de antaño se citaron ante la mirada de curiosos y paseantes de la ciudad. Renault 6, Super 5 GT, Megane, 76 R83, fueron los más aclamados por los visitantes a la Plaza Vieja para fotografiarse junto a ellos.

En su sexta exposición en la Feria de Almería no faltaron las curiosidades, el olor a gasolina y los detalles sorprendentes en el interior de los coches. Algunos cambiaban de color con la luz, otros veían como su parte trasera se convertía en un museo minimalista de réplicas de automóviles.

Los aficionados a esta corriente clásica llegaron a la capital desde diversos lugares, unos de Jaén, otros de Málaga, e incluso algunos tenían su punto de partida en la capital andaluza, Sevilla.

Motores brillantes, tubos de escape que se confundían con un laberinto a la vista, volantes casi centenarios y sillones en algunos que bien podrían utilizarse para echarse una buena siesta en casa.

La curiosidad del día fue el modo con el que algunos conseguían sus coches, comentaban los presentes precios, lugares, piezas y volantes entre ellos y destacaron a uno de estos "colosos" de los autos clásicos que tiene en su haber hasta ¡14 Renault 5! Fue realmente impactante la historia de cómo consiguió un coche uno de los admiradores de estos "seres" de cuatro ruedas.

Tras ver en Google Maps un Renault 5 en la cima de un cartel de un desguace, este movió hilos para contactar con el personal del depósito hasta conseguir bajar el automóvil de la torre para aparcarlo en su casa y meses después transformar un coche en descomposición en una auténtica "joya" para pasear por el asfalto.

Estos forofos del automovilismo clásico son unos verdaderos niñeros de sus piezas motorizadas, el mantenimiento de los coches es una constante de tarea de cuidado intensivo, limpieza, motor, accesorios, todo ello se convierte en el papel que les toca jugar para mantener a punto y relucientes a sus vehículos: "Mantener el coche así requiere mucha limpieza y cuidado, lo guardo en la cochera con una lona por encima para que no se llene de polvo", aseguró Juan Carlos Rueda, dueño de un Renault 6 de 1979 en el que relucían hasta la más mínima pieza. También hubo tiempo para el deleite del público en accesorios y artesanía, los detalles eran cuidados con minuciosidad y enseñados al público que vieron otro año más a los clásicos por dentro.

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