Feria

La fuerza de la ópera desborda el recinto de las Almadrabillas

  • La Banda Municipal dio una clase de interpretación de 'clásicos' El Parque de las Almadrabillas se llenó hasta la bandera

El recinto acotado pero al aire libre del parque de las Almadrabillas recibió con sus mejores galas a la Bandas Municipal de Almería para la gala lírica Los tres tenores. Un evento mágico, lleno a rebosar y con un público entregado a algunas de las mejores obras musicales que hayan existido.

Acompañando a la orquesta y a su director, José Solá Palmer, se presentaron los solistas Francisco Ortiz, Manuel Cerezo y Román Barceló, que ofrecieron una soberbia actuación a los cerca de tres mil asistentes que abarrotaron las Almadrabillas.

Fue un concierto variopinto y multicolor, en el que brillaron con luz propia los tenores y el director de la orquesta. En los primeros compases del concierto se realizó un homenaje a algunos de los compositores italianos más venerados del clasicismo.

Comenzaba la ópera con una sinfonía instrumental que versionaba Nabucco, una de las obras referencias del compositor decimonónico Giuseppe Verdi.

Una obra perfecta que introducía tonos suaves para a continuación arrancar con tonos más fuertes e intensos. Todo esto, dirigido bajo la excelente batuta del director, que brindó todo un repertorio de movimientos de cara a la galería.

A continuación entraban dos clásicos del compositor italiano del siglo XIX Giacomo Puccini: Turandot y Tosca. La primera, la obra de la famosa estrofa Nessun Dorma, fue interpretada en un genial 'solo' por Manuel Cerezo, que bordó la interpretación si bien le faltó algo de voz en el último tramo. Justo después, Francisco Ortiz y Román Barceló versionaban a dúo Tosca.

El momento de la noche fue, sin duda, la interpretación entre los tres del Nessun Dorma, compuesta por Verdi y famosa por la inconmensurable actuación que el ya fallecido tenor Luciano Pavarotti hizo de este melodrama separado en tres actos.

La segunda parte rindió homenaje a la zarzuela española, género que, si bien no goza del prestigio de la ópera, es una música que representa a las mil maravillas el carácter español.

Fiel Espada Triundora de Jacinto Guerrero o La Tabernera del Puerto, de Pablo Sorozábal, fueron algunas de las obras elegidas para la ocasión.

Finalmente, se incluyeron piezas de canción ligera como Granada de Agustín Lara, el tango Por Una Cabeza, de Carlos Gardel o las canciones popularizadas por otro torrente vocal como el valenciano Nino Bravo, Un Beso y Una Flor y Libre, para terminar con O sole mío de di Capua.

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