_¿Cómo ve este año la Feria de Almería?

-Anoche di una vuelta y esta es la segunda que vengo y estoy viendo a muchísima gente. Es un evento que nos carga de ilusión porque vemos a gente que no ves el resto del año y tienes la oportunidad de disfrutar de su compañía. También nos permite confrontar opiniones con otros políticos de forma relajada y distendida, que es un buen momento de relax mental.

-¿Cómo se ha apoyado desde Diputación a esta Feria?

-Este año hemos colaborado como nunca con todos los actos religiosos, culturales, deportivos, etc. Estamos volcados con la provincia de Almería y si hay una fiesta señera en la provincia esa es la Feria de la capital porque atrae a miles de turistas de toda la geografía nacional. Por tanto hay que promocionarla en sus distintas vertientes.

-¿Cómo la definiría?

-Siempre lo digo, es una Fiera muy abierta, es la cualidad que mejor la define. Es una evento muy variado y rico culturalmente y que recibe al visitante con los brazos abiertos. Nosotros creemos en la Feria como lugar de acogimiento y de hospitalidad para los almerienses y los miles de turistas que estos días disfrutan de nuestra provincia.

-¿Se ha deslucido al coincidir con la Feria de Málaga?

-Puede afectar a lo mejor en el número de atracciones que se han montado pero al final el público que tiene la Feria de Málaga es muy distinto al que visita la Feria de Almería. En mi modesta opinión a Málaga va gente muy ligada a la Costa del Sol y aquí, el público que nos visita es muy fiel a la Feria y pase lo que pase va a seguir viniendo. Lo único que influye aquí es el bolsillo, que está muy mermado y tocado, e impide a muchos almerienses disfrutar de la Feria como les gustaría.

-Otro año más en el nuevo recinto ferial. ¿Cómo lo califica?

-No lo digo yo, lo dice todo el mundo: el recinto ferial es maravilloso. He tenido la posibilidad de compartirlo con amigos de Cádiz y me confesaban que no se imaginaban una instalación con este potencial y características. Les ha encantado su estructura, su organización. Los almerienses somos los más críticos y los menos optimistas con lo que tenemos.