Uno de los fijos en Yllana. Antonio de la Fuente ha protagonizado multitud de espectáculos que han consolidado a la compañía durante muchos años. Con una carrera consolidada a base de potentes actuaciones sobre las tablas de un escenario, el actor se convierte en uno de los cuatros intérpretes de Brokers.

-¿De qué trata la obra?

-Yllana retrata en forma de sketches el mundo del dinero. Se muestran manías, situaciones complicadas que se crean en el universo de las finanzas.

-¿Qué es lo que ofrecéis sobre escena?

-Hay mucha complicidad y participación con el público. Empleamos los últimos recursos sin utilizar la palabra.

-¿Qué recursos son los que empleáis?

-Hemos tirado de la tecnología en el sonido y en la escenografía con grandes pantallas.

-¿Cómo escenificáis la obra?

-Son situaciones absurdas, los brokers en el pádel, en el club, en la clínica de masajes...

-¿Qué diferencias aparecen en 'Brokers' que no haya en otras representaciones?

-Siempre hemos hecho humor más blanco, ahora es más negro.

-Descríbame a su personaje.

-Interpreto a 10 personajes. Soy padre, camarero, budista... Depende de la situación vamos interpretando distintos personajes. El mío es envidioso, celoso de los demás. Realizo el sketch con más humor negro. Una de las situaciones que se representa en la obra es la pasión que tiene el protagonista con sus zapatillas. Veo que hay gente que tiene mejor calzado y me los voy cargando. El más canalla.

-¿Cuál cree que es el principal defecto que hay en el mundo de las finanzas?

-La obra se resume con el egoísmo. Los protagonistas sólo miran por sí mismos.

-¿Se asemeja a la realidad?

-Es una mirada al mundo. Todos van a por el dinero, ese es el poder.

-Si viene algún pez gordo de las finanzas, ¿se puede ofender con lo que vea?

-No sé si vendría alguno de Marbella. Pienso que se reirían. Los humanos somos un poco posesivos y no he visto a mucha gente que hago algo de forma altruista. Está reflejado lo que es el ser humano. Cuanto más dinero se tiene, más miedos aparecen.

-¿Escandaliza algún contenido de la representación?

-Somos un poco canallas y utilizamos el cinismo. Somos demasiado aventurados porque tratamos el tema de las drogas. Si hay algo que destacar es el poder y el dinero en los terrenos de las drogas y el sexo. ¿Qué nos pasemos? No lo sé. Pero siempre lo hacemos con humor.

-¿Y lo hacéis?

-Metemos los dedos en la llaga, destapamos las miserias del ser humano.

-¿Qué destacaría de 'Brokers?

-El tratamiento de lo que es el dinero. La gente ve que hay algo de atrevido, que se lo estamos dando bajo la cucharada del humor. La censura no la hemos quitado.

-¿Cómo se siente al formar parte de la compañía Yllana?

-Se vive como una aventura. No es como escribir un libro. Esto sale cada noche y no nos podemos relajar.

-¿Y cómo es el público de fuera?

-Ahora vamos para Bélgica. Tenemos mucho respeto hacia todos los públicos y eso es lo que transmitimos. Esperamos que esto continúe y que no pare. La crisis afecta, pero esperamos que el teatro no desaparezca.

-¿Hay algún público que no se haya reído con vosotros?

-666 lo llevamos a Japón. Costó muchísimo. Nosotros pensamos: ¿Se ríen para adentro? O no sé. Fue una experiencia dura. En Singapur, en cambio, lo reían todo, hasta cosas que no piensas que vayan a hacer gracia. Cada país es una aventura.

-¿Cómo ha sido su experiencia en las distintas ediciones del Festival de Teatro de El Ejido?

-La acogida siempre ha sido buena. Nos vamos a divertir. El público desde abajo y nosotros desde arriba. El público hace comentarios. Hay esa complicidad. La risa está asegurada.

-¿Dónde cree que reside el éxito de Yllana?

-Cuando nos han contratado los programadores algo han visto. Las situaciones son tan evidentes, la música va creando un clima. Lo importante es hacer partícipe al público.

-¿Cómo va la gira de vuestro último espectáculo 'Brokers'?

-En general, muy bien. Es una gira muy importante. A veces llegas a casa y piensas que tus hijos te van a preguntar: ¿Y tú eres papá?