Bicicletas de montaña y un espectáculo emulando a las típicas representaciones de circo. La compañía francesa Happy Stars ofreció la obra Flying Brothers en la tarde más soleada y calurosa de la trigésima segunda edición del Festival Internacional de Teatro de El Ejido.

Con una vestimenta con los colores de España, roja y amarilla, los dos componentes del espectáculo comenzaron con dos capas como si de dos superhéroes se tratasen.

Los dos protagonistas, Nicolas Charbonneaux y Yohan Véga, comenzaron con algunas piruetas para calentar y su habilidad con el diábolo fue uno de los números que centraron parte del espectáculo. Por debajo de la pierna, por el brazo, para arriba, para abajo... Cualquier posición era válida para mostrar su destreza. Algunos niños impresionados expresaron: ¡Dio, mira!".

Uno de los actores tenía un perfil más humorístico que el otro componente que demostró más técnica en los distintos números.

La representación del león y el domador fue uno de los actos que más gustaron a pequeños y mayores en los dos pases que se ofrecieron ayer en el Parque Municipal , a las 18:00 y 20:30 horas.

Uno de los acróbatas comenzó a rodar por el escenario con su compañero subido encima de los hombros, en un primer momento, y sobre su cabeza, después.

Un aro rodeado de fuego tampoco faltó en la cita circense. Mientras que uno de los protagonistas prendía todo, el compañero, que interpretaba al león, pasó con su bicicleta sin ningún problema.

El público también fue protagonista de algunos de los números. Un mayor y dos pequeños tumbados en el suelo fueron sobrepasados por encima por uno de los acróbatas con su bicicleta.

Durante los 40 minutos aproximados que duró la representación, el pedal de los artistas no paró de rodar haciendo las delicias de pequeños y mayores con buenas dosis de humor.

De esta forma, concluyó uno de los últimos espectáculos para público infantil de la trigésima segunda edición del Festival Internacional.