Beats | Festival de Cine de Sevilla

Música electrónica y antidisturbios

Moviendo el esqueleto con garbo

Moviendo el esqueleto con garbo

En 1994, la Criminal Justice and Public Order Act tuvo un impacto definitivo sobre la cultura rave británica y los encuentros multitudinarios en espacios abiertos, polígonos o viejas naves abandonadas. La sección 63 declaraba ilegales las reuniones no autorizadas de más de veinte personas que estuvieran total o parcialmente caracterizadas por la emisión de ritmos repetitivos. La película de Brian Welsh recrea, a través de la mirada de dos amigos, el latir de aquellos años en una Escocia en blanco y negro donde las únicas notas de color las ponen los pilotos de los dispositivos electrónicos que emiten la música que hace más llevaderas sus vidas.

Lo más molesto de la cinta de Welsh, que alcanza su clímax en la secuencia de una rave disuelta a palos por parte de los antidisturbios, no es tanto que quiera acercarse y alejarse al mismo tiempo del modelo Trainspotting, o que sea tan burda como para meter el color precisamente en el auge lisérgico de la fiesta, sino que todo en ella es maniqueo, suplicando la adhesión incondicional del espectador con la necesidad de sus protagonistas de ejercer su derecho a divertirse a toda costa y a cualquier precio, dejando la factura, personal y comunitaria, sin pagar.