A diente de perro | Festival de cine de Sevilla

Thriller de polígono industrial

Una imagen del debut de José Luis Estañ.

Una imagen del debut de José Luis Estañ.

Astutamente integrada en el saco de ese nuevo thriller ibérico (Tarde para la ira, Que Dios nos perdone) que ha puesto de acuerdo a público y crítica en su incursión en los bajos fondos criminales con tanto nervio como atención a la realidad, el debut del alicantino José Luis Estañ, avalado por los productores de Sorogoyen, sigue fiel el trazado y el estilo desencadenado y dinámico de sus mayores con la historia de un tipo atribulado después de que sus colegas hayan dado el palo a los traficantes para los que trabaja.

El feo paisaje urbano y poligonero levantino se impone como marco con identidad propia para un trayecto que arranca con brío, coca, sexo, griterío y accidente de coche en plano subjetivo, y que transita luego por la recuperación, la asfixia familiar y la búsqueda de salidas de un personaje que agota su tiempo antes de entrar en prisión. Estañ opta por la observación y la distancia prudencial en su seguimiento del personaje y sus satélites, todos ellos interpretados por actores poco conocidos o no profesionales, una distancia que en ocasiones no consigue camuflar un cierto empantanamiento narrativo y algunos huecos de guion que, como el propio clímax, parecen buscar antes el efecto-impacto que la congruencia dramática.