El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva parece haber encontrado el elixir de la eterna juventud tras las andanzas y aventuras del lince Félix y su alocada panda, un camaleón, una cabra y un topo. Ayer hicieron las delicias de un aforo infantil que se volcó en el pase matinal de la cinta 'El lince perdido' hasta tal punto que las ochocientas butacas del Palacio de Congresos de la Casa Colón fueron pocas para acoger a un público que salió encantado del lugar y aplaudiendo a rabiar a una estupenda historia dirigida por Manuel Sicilia y Raúl García.

Una pena que el actor Antonio Banderas, alma publicitaria del film, como ya lo fuera en la voz del famoso Gato con botas en Shrek, viniera antes de tiempo a la provincia sin pasarse luego por el Festival.

Pero ayer fue un gran día para el Certamen, quizás el más grande de todos los que ha vivido pues se batieron récords de asistencia de público.

La película cuenta con un presupuesto de dos millones de euros, una bagatela si se tienen en cuenta los astronómicos presupuestos Disney o de la Factoría Pixar. El film narra las aventuras de un lince ibérico por nombre Félix, en homenaje al naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, cuyo recuerdo y espíritu aparece en pantala cuando al son de la música de su programa un halcón andaluz rescata a una cabra de lo alto de un cerro antes de que fuera capturada por los malos que dicho sea de paso parecían escapados de Tarzán, la historia.

El protagonista de la cinta recorrerá tras su éxito onubense 250 cines de toda España desde el próximo 26 de diciembre y se ha colocado ya en 35 países. No en vano, el éxito de 'El lince perdido' está avalado por el premio a la mejor película en el Festival Animadrid 2008, será llevada al Festival de Gijón, Valladolid y Animacor.

Ayer mismo, ante el rotundo éxito de la cinta en Huelva, la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, destacó su "espectacular" aceptación y apuntó que "ha cumplido las expectativas que depositó la Consejería de Medio Ambiente en el proyecto".

Pero el comienzo de la primera jornada del Festival guardó otra sorpresa más: la proyección de un corto infantil, una pieza original y divertida financiada por la Fundación Cajasol y rodada con niños de entre seis y diez años durante un campamento de verano. Allí se enfrentaron a un 'thriller' terrorífico que como no podía ser de otra forma acabó convertido en una gran fiesta de cumpleaños con risas y confetis.

La mañana cinematográfica de Huelva entró ayer en lo serio una vez que se bajó el telón de 'El lince perdido'. y se preentaron las películas a concurso 'Esperpentos', de José Luis García Sánchez y 'Polvo nuestro que estas en los cielos', de Beatriz Flores Silva para acabar por la tarde en una mesa redonda en homenaje a Rafael Azcona.

Para hacer honor a su nombre, el Festival acogió las conclusiones del I Congreso de la Cultura Iberoamericana, que reconoce como un derecho fundamental el acceso de los ciudadanos a la cinematografía.

El director del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, Fernando Lara, fue el encargado de exponer la doctrina del congreso celebrado en México entre el uno y el cinco de octubre pasado bajo el título 'Cine y audiovisual en Iberoamérica'. Según Lara, es indispensable contar con políticas públicas que aseguren la existencia y el desarrollo de la cinematografía en cada uno de los estados iberoamericanos.

Según los expertos, deben ser los ciudadanos "los destinatarios finales de las políticas de acción cultural cinematográfica y audiovisual de los Estados", dado que la cultura y la libertad de expresión sos derechos fundamentales de los pueblos.

El Congreso de Cultura Iberoamericana no ocultó uno de sus más difíciles objetivos: sensibilizar a los gobiernos de la zona sobre la más que creciente influencia del cine y el audiovisual en las economías de las naciones.

Los países participantes en el evento, que pretende convertirse en una cita anual que cada año atienda a una disciplina diferente, fueron Andorra, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España,, entre otros. Un comité de seguimiento y un programa de movilidad para estudiantes y maestros iberoamericanos son algunas de las solicitudes planteadas.