Una sola película la ha hecho internacionalmente famosa, pero en Soledad Villamil (La Plata, Argentina, 1969) hay mucho más que ese recordado papel en El secreto de sus ojos. Tiene una rica carrera profesional que se remonta varios años atrás, cuando debutó con Vivir mata, de Bebe Karmin, en 1990. Ha trabajado desde entonces con Beda Docampo Feijoo y Sergio Renán, dos viejos conocidos del Festival de Huelva, al igual que Eduardo Milewicz, director de La vida según Muriel, competidora por el Colón de Oro en 1997. Dos años más tarde, Juan José Campanella la dirigió por primera vez en El mismo amor, la misma lluvia, que le valió su primer Cóndor de Plata como mejor actriz. En 2004 protagonizó otro éxito de taquilla, No sos vos, soy yo, de Juan Taratuto, aunque el cúlmen hasta el momento llegó en 2010, cuando volvió a reunirse con Campanella y Ricardo Darín en El secreto de sus ojos, segundo Óscar a la mejor película de habla no inglesa para Argentina, y segundo Cóndor de Plata y primer Goya de interpretación para Soledad Villamil por esta coproducción con España. La actriz no deja el cine pero se ha volcado en los últimos tiempos en su carrera musical, como reconocida cantante de tangos y milongas, con tres discos y varios premios en su haber. Ahora ha hecho un alto en sus recitales argentinos para estar en Huelva, donde hoy recoge el premio Ciudad de Huelva en la gala inaugural de la 40ª edición del Iberoamericano.

-Federico Luppi, Norma Aleandro, Cecilia Roth, Adolfo Aristaráin. Ellos ya tienen el Ciudad de Huelva, ahora lo tendrá usted. ¿Cómo se toma la concesión de este galardón?

-Realmente es un honor muy grande recibir el premio Ciudad de Huelva. Nunca me hubiese imaginado que el reconocimiento por mi trabajo como actriz pudiera llegar tan lejos.

-¿Qué referencias tiene del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva?

-Desde que empecé a hacer cine, años atrás, empecé a escuchar sobre el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva por las películas argentinas que participaban y, en muchos casos, obtenían reconocimientos importantes. Pienso que fue, y sigue siendo, un vehículo de comunicación e intercambio importantísimo entre las filmografías de los distintos países de Iberoamérica.

-¿Qué espera de Huelva y de la gala en la que recibirá el premio?

-Me hace muchísima ilusión. Es una gran caricia para el alma y quiero disfrutarla al máximo porque sé que son de esas experiencias que no se olvidan.

-¿Cómo ha evolucionado su carrera todos estos años?

-Creo que mi carrera como actríz ha tomado rumbos sorprendentes incluso para mí misma. Me han ocurrido cosas que cuando empecé en esto jamás podría haber imaginado. Tuve la fortuna de trabajar con grandes directores y tener compañeros actores de los que he podido aprender muchísimo.

-En este tiempo, el cine argentino se ha convertido ya en una potencia mundial incuestionable.

-¡Qué bueno que se vea de esa manera! Yo creo que el cine argentino tiene una calidad que nada tiene que envidiarle a las mejores cinematografías del mundo. Inclusive con muchos menos recursos, la calidad del cine que se hace en mi país propicia que todos los años una película argentina se destaque en el panorama del cine mundial.

-La historia oficial abrió el camino internacional con su Óscar. ¿La confirmación fue el reconocimiento a El secreto de sus ojos?

-La calidad del cine argentino se fue construyendo a lo largo de los años. Tiene una historia muy fuerte en los años cuarenta y cincuenta, y luego un resurgimiento, postdictaduras, del que La historia oficial fue una muestra. A partir de ese momento, muchas películas lograron grandes reconocimientos, e inclusive estuvieron nominadas al Oscar, como Camila y El hijo de la novia. Y fue con El secreto de sus ojos que logró obtener nuevamente ese premio.

-¿Cómo le ha afectado el éxito de esa película?

-Fue una experiencia increíble que aún hoy sigue teniendo efectos en mi vida profesional y también en la privada. Es una película que ha puesto en consideración del público de casi todo el mundo mi trabajo como actriz.

-¿Cómo ve desde fuera el cine español?

-No conozco en profundidad la realidad del cine español pero creo que está produciendo grandes películas a pesar del momento difícil que le ha tocado vivir en lo económico. A veces, con las crisis, aflora al máximo la creatividad, y eso se ve reflejado en todas las artes. Por lo menos es lo que pasó en mi país con la crisis de 2001.

-¿Qué futuro tiene el cine iberoamericano, que cada vez gana más peso internacional en festivales de primera categoría?

-Creo que Iberomérica tiene un potencial enorme en muchos aspectos, y el cine es uno de ellos. De hecho, en Argentina, este año, una película paraguaya como 7 cajas se estrenó en dos o tres salas y luego fue creciendo tanto en público que se fueron agregando salas y funciones.

-¿Cómo se ve dentro de unos años? ¿Tiene aspiraciones de rodar en Europa o en Hollywood? ¿O prefiere centrarse en casa y participar del creciente auge argentino y latinoamericano?

-Me interesa participar de proyectos y películas de calidad, con buenos guiones y buenos directores y actores. Eso es algo que ocurre bastante en el cine argentino pero me encantaría hacer una experiencia de rodaje fuera de mi país, sobre todo en Europa.

-¿Potenciará su faceta como cantante?

-¡Sí! Tengo tres discos editados y espero el año próximo grabar de nuevo. Mi camino con la música ya no creo que se detenga. Me apasiona.