Finanzas

Cajamar, una manera "diferencial" de hacer banca, según Rodríguez de la Rubia

  • El directivo explica los entresijos del Plan Estratégico 2018-2020 en una entrevista

"Como grupo financiero de carácter cooperativo, nuestra misión se centra en aportar valor en nuestro entorno y dinamizar al resto de agentes económicos con los que nos relacionamos, generando un beneficio recíproco que acaba repercutiendo en el conjunto de la sociedad. Por este motivo, hemos puesto el acento en la singularidad y diferenciación del Grupo Cooperativo Cajamar como exponente de la banca social cooperativa, por nuestra naturaleza jurídica y modelo de negocio focalizado hacia las personas, la economía social y el sector agroalimentario, así como por nuestro fomento de la innovación y la transferencia de tecnología y conocimiento al tejido productivo de la economía real".

El director de Banca de Empresas de Economía Social y Agroalimentario de Cajamar, Miguel Rodríguez de la Rubia, explica así los valores que hay detrás del modelo bancario de la cooperativa de crédito almeriense, en una entrevista publicada en el boletín digital corporativo, en la que reconoce que este "modelo singular nos está permitiendo incrementar nuestra actividad y ganar cuota de mercado en un contexto extraordinariamente competitivo".

En España, la economía social representa a más de 43.000 empresas

De la Rubia desgrana los puntos clave de la relación con las diferentes familias de la economía social, un segmento prioritario para el Grupo Cajamar en los próximos años. "La economía social es uno de los ejes de actuación de nuestro Plan Estratégico 2018-2020 como objetivo de desarrollo comercial", apunta. Un segmento en el que Cajamar "cuenta con una presencia muy arraigada en el ámbito local, en todos los sectores y con empresas de todos los tamaños, y en definitiva con un peso específico propio en el aparato productivo y que se ha consolidado en los últimos años como un instrumento clave para dinamizar la economía y crear empleo estable y de calidad".

El directivo de Cajamar recuerda que muchos de los agentes más competitivos e innovadores del tejido productivo europeo pertenecen a alguna de las grandes familias de la economía social, "ya sean cooperativas de todo tipo como la nuestra, mutualidades, sociedades laborales, empresas de inserción social de la discapacidad, o los centros especiales de empleo". Se refiere, por ejemplo, a empresas líderes como la ONCE y su grupo industrial ILUNION, Consum, Covirán, Grupo Clade, Asisa, etc., además de los grandes grupos cooperativos alimentarios. En España, la economía social representa más de 43.000 empresas, genera aproximadamente el 10% del PIB y más del 12% del empleo, con un total de 2,2 millones de puestos de trabajo directos e indirectos", relata.

A su juicio, la economía social es una realidad consolidada, una economía al servicio de las personas, un modelo empresarial que funciona, y una herramienta fundamental de cohesión territorial que busca el equilibrio de la rentabilidad empresarial con el desarrollo colectivo, con el bienestar de las personas que participan en ella. Un modelo económico donde las personas priman por encima del capital, donde los beneficios se distribuyen entre las personas, para el cumplimiento de sus fines, para reinvertirlos en generar valor, riqueza y empleo y así devolver al territorio lo que obtienen de él, siendo una fórmula de participación empresarial sin la que muchos pequeños agentes individuales no podrían acceder al mercado ni a determinados bienes o servicios.

Se trata de "una forma de capitalismo más humano, más social y basado en principios de sostenibilidad, que se está abriendo paso, que además ha resistido mejor que ninguna la crisis económica y que ahora, con la recuperación se consolida de forma definitiva. A fin de cuentas, ese es el objetivo de las cooperativas de crédito de nuestro Grupo: ofrecer soluciones financieras especializadas a nuestros socios y clientes a partir de un equilibrio entre los criterios de utilidad social y los de eficiencia operativa. Haciendo posible tanto la generación de valor compartido como la viabilidad empresarial. En este sentido, nuestro modelo de oficina itinerante, pionero en el sector y que ya llega a 40 localidades del mundo rural en tres provincias distintas, es quizá el ejemplo más reciente de nuestro compromiso con el territorio y de innovación social", insiste.

De la Rubia incide en que las entidades de su grupo, como cooperativas de crédito, tienen una especial singularidad dentro de las entidades financieras de este país. Además de ser la primera cooperativa de crédito española y la única supervisada por el BCE, "somos una de las principales empresas de economía social en España, y nos definimos por desarrollar un modelo de negocio propio, de banca de proximidad y especializada, centrado en las personas, en el territorio y que atiende prioritariamente a las familias, a las empresas, a los emprendedores, a los autónomos, a las cooperativas, al sector agroalimentario y a toda la economía productiva que hay detrás de todos ellos", señala.

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