Finanzas

La PAC 2021-2027 pasa por Almería

  • La agricultura y la ganadería podrán beneficiarse de la puesta en valor de los restos que generan gracias a la nueva política europea

La provincia genera en torno a un millón de toneladas anuales de restos vegetales.

La provincia genera en torno a un millón de toneladas anuales de restos vegetales. / Javier Alonso

El sector hortofrutícola almeriense produce cada año alrededor de un millón de toneladas de restos vegetales, procedentes de las más de 30.000 hectáreas de invernadero que se cultivan en la provincia. Su gestión es, desde que se consolidó el modelo agrícola bajo plástico, un quebradero de cabeza para los agricultores, que además ven cómo se incrementa el coste de producción, así como para las administraciones, incapaces de dar con la tecla para articular un plan que funcione.

Sin embargo, el empuje de la economía circular, en auge en los últimos años, principalmente, bendecido desde Bruselas, ha supuesto un viento de cola que debe servir de impulso para activar políticas medioambientales encaminadas a la sostenibilidad del entorno a través del aprovechamiento de estos restos procedentes del campo almeriense.

Ahora, mientras se negocia la futura PAC, la correspondiente al periodo que va de 2021 a 2027, se ha puesto sobre la mesa el papel fundamental que van a jugar los residuos agrícolas y ganaderos y su puesta en valor.

Así lo trasladó ayer el ministro de Agricultura, Luis Planas, tras su reunión en Bucarest (Rumanía), del Consejo informal de ministros de Agricultura de la Unión Europea, en la que se abordó la investigación en agricultura y bioeconomía.

Planas considera prioritario el impulso y despliegue de las oportunidades que ofrece la bioeconomía para lograr una actividad económicamente sostenible, que beneficie a las personas que viven en el medio rural y al conjunto de la sociedad. Por lo tanto, valora positivamente que la bioeconomía se incluya como objetivo específico de la nueva PAC y pueda ser abordada desde ambos pilares.

Dentro del primer pilar (pagos directos), los eco-esquemas ofrecen la posibilidad de financiar compromisos anuales para la gestión y valorización de residuos agrícolas y ganaderos. También en el primer pilar, las intervenciones sectoriales facilitarán el diseño de medidas para incentivar nuevas prácticas orientadas a promover un uso más eficiente y circular de los recursos empleados en la producción de alimentos.

El ministro señaló que el segundo pilar (desarrollo rural) también ofrece múltiples oportunidades para establecer sinergias entre la agricultura, la ganadería y la bioeconomía, a través de los compromisos climáticos y ambientales o mediante el fomento de las inversiones orientadas hacia soluciones sostenibles. En este contexto, es vital, para Planas, la comunicación, la divulgación y la formación. También se deben desarrollar las tecnologías innovadoras, nuevos productos de origen biológico, nuevas cadenas de valor y nuevas aplicaciones industriales.

La agricultura y la ganadería almerienses poseen un potencial enorme para salir reforzadas ante la nueva PAC que se avecina. Es cuestión de saber jugar sus cartas. Como ejemplo, la planta de Frutilados, que ya es una realidad.

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